“El camino de la montaña, como el de la vida, no se recorre con las piernas, sino con el corazón”, dijo el escritor Andrés Nadal, y es precisamente con este tipo de frases inspiradoras las que motiva a muchos guatemaltecos a subir majestuosos volcanes, como el Acatenango, al estar próxima la temporada de montañismo.
Las montañas y volcanes de Guatemala forman una riqueza paisajística para todo aquel que desee experimentar la aventura en el País de la Eterna Primavera. Ascender a la cumbre del Acatenango, ubicado entre Chimaltenango y Sacatepéquez, es una experiencia gratificante y buena para la salud. Sin embargo, expertos recomiendan tomar las precauciones necesarias.
Vista general de la cumbre del volcán Acatenango, conocida como El Plato. Su altura es de 3 mil 976 msnm, la tercera más grande del país.
El ascenso a la cumbre necesita de esfuerzo máximo y dosis de paciencia, para lograr el objetivo.
El descenso de la montaña en algunas ocasiones es divertido, pero también requiere de concentración.
La satisfacción de la culminación en la cumbre regala la vista impresionante del volcán de Fuego.