sábado , 23 noviembre 2024
Inicio El Bus de la Libertad

El Bus de la Libertad

Por mucho tiempo la sexualidad ha sido un tema tabú en la sociedad.

A riesgo de sonar poco taquillero y políticamente incorrecto, quisiera defender el derecho del Bus de la Libertad a recorrer las calles de Santiago de Chile, portando su mensaje en contra de la llamada ideología de género. No porque esté a favor de lo que allí se plantea, sino porque vetar una manifestación pública de estas características atenta contra los principios básicos de la libertad de expresión y la democracia representativa. Esa misma que a los propios críticos del mentado bus les costó tanto recuperar a fines de los ochenta.

Creo que nadie medianamente cuerdo podría oponerse a que los ciudadanos de cualquier sexo o condición sexual puedan expresarse libremente.

Por mucho tiempo la sexualidad ha sido un tema tabú en la sociedad chilena y ya es hora de que las formas de expresar cariño vayan más allá de las convenciones heredadas del pasado. Pero de ahí a hacer de los nuevos derechos obtenidos una verdad inequívoca de lo que es y lo que no es correcto hay un trecho demasiado largo. En efecto, pareciera que de la dictadura conservadora hubiéramos pasado, así, sin más, a la dictadura de las minorías.

Detrás de esta nueva forma de ejercer la participación de los incomprendidos se esconde una discusión muy interesante (pero peliaguda) sobre la libertad. Si alguien comprobara que los conductores del busecito aquel andan a palos y manotazos cumpliendo con su labor ideológica, entonces no me quedaría otra que oponerme a su existencia. Pero ya que no es así; ya que la supuesta violencia ejercida por los promotores del bus no pasa más allá de un mal rato menor (considerarla como violencia sicológica es una falta de respeto con los que, día a día, sufren dicho tipo de violencia), me parece que los conservadores tienen el mismo derecho a expresar sus convicciones que sus contendores. De lo contrario, estaríamos dando pie a la convivencia de dos tipos de personas: aquellas que tendrían el privilegio de expresarse y aquellas que no.

Quizás nada exprese mejor mi posición al respecto que la siguiente frase (mal atribuida a Voltaire): “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”.

Artículos relacionados

MUNDO

Zelenski cree que hay fuertes posibilidades de un fin de la guerra en 2025

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, cree que hay fuertes posibilidades de...

MUNDO

Intensifican la batalla contra las cárceles para migrantes que Trump planea ampliar

 Ana Milena Varón Grupos civiles se preparan para intensificar la batalla contra...

MUNDO

Las caravanas migrantes se multiplican en la frontera sur de México

Juan Manuel Blanco Las caravanas de migrantes se multiplican en la frontera...

EN EL PAÍS

Guatemala y El Salvador conmemoran 177 años de relaciones diplomáticas

La República de Guatemala y la República de El Salvador conmemoraron hoy,...