Después de dos semanas de su tensa discusión en Azerbaiyán, el alemán Sebastian Vettel y el británico Lewis Hamilton viven un nuevo capítulo en su apasionante duelo de esta temporada, con ocasión del Gran Premio de Austria, novena cita de la campaña, el fin de semana.
De las frases (Vettel: “La Fórmula 1 es cosa de adultos”. Hamilton: “Si quiere probar que es un hombre, que lo haga fuera del coche, cara a cara”). Toca ahora pasar a la competición. La tregua después del incidente de Bakú ha llegado a su fin.
Ayer, ambos coincidieron en la conferencia de prensa de la víspera del comienzo de un nuevo Gran Premio, y el tono fue cordial.
Respeto
“Sigo teniendo tanto respeto hacia él como el que tenía hasta ahora”, aseguró el británico con una sonrisa. El alemán se manifestó en términos similares: “El respeto que tenemos uno por el otro en la pista, facilita las cosas”.
Vettel había hecho un mea culpa con un mensaje en su página web, animado por la Federación Internacional del Automóvil (FIA), después de su espectacular enfado por una
maniobra de Hamilton.
“Me sorprendió Lewis y di con mi coche en la parte trasera del suyo. En frío, no creo que tuviera malas intenciones”, afirmó Vettel para intentar calmar los ánimos. “En caliente, reaccioné inmediatamente y quiero ofrecerle disculpas, así como a todos los que seguían la carrera. No di un buen ejemplo”, apuntó.
“No tenía intención de poner a Lewis en peligro, pero comprendo que provoqué una situación peligrosa”, admitió.