Durante no menos de un siglo, en el que se incluyen 80 premiaciones, los Juegos Florales Hispanoamericanos de Quetzaltenango se han dedicado a exaltar las letras en castellano. En esta edició el certamen corona a tres centroamericanos: el guatemalteco René Estuardo Galdámez, en teatro; el panameño Javier Alvarado en poesía, y el salvadoreño Carlos Anchetta en novela.
Sin revelar la identidad
La Comisión Permanente de los Juegos Florales Hispanoamericanos de Quetzaltenango cumplió con la tradición y abrió las plicas que develaron a los ganadores. El primer sobre fue el de teatro y Boleros, de Estuardo Galdámez, presentado bajo el seudónimo de Manuel Alberto. Llegó luego el turno de la poesía y Viaje a una roca de gritos, de Javier Alvarado, remitida por Cajue; y la novela Los príncipes, de Carlos Anchetta, quien firmó como Henry Chinanski.
De acuerdo con Rodolfo Custodio, presidente de la Comisión Permanente, la “pureza” de este centenario certamen se mantiene en aspectos como que los autores deben enviar la obra con seudónimo. Asimismo, en un jurado integrado fuera de las fronteras nacionales y que en esta ocasión fue conformado por el Departamento de Letras de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (México).
Emociones
Galdámez confiesa que al enterarse de la noticia se llenó de emoción, pues “en Guatemala hay pocos premios para teatro y reconocerlo es un gran paso”. Su satisfacción es aún mayor, debido a que triunfa en una categoría que ya fue suya en 2010, con Aquel fin de semana.
Acerca de Boleros, el dramaturgo asegura que es una creación que rinde homenaje al arte dramático y a la mujer guatemalteca. “Sí tiene que ver con este género musical, pero más que eso veremos a dos mujeres que crean un montaje añorando el éxito del pasado”, subraya.
Prestigio del galardón
Según Custodio uno de los momentos más emotivos de su labor es llamar a los autores para darles la buena nueva. Alvarado, por ejemplo, lloró de la felicidad: “Es algo sorpresivo porque él es un ‘figurón’ de la literatura y ha ganado distintos galardones. Esto demuestra que los Juegos Florales gozan de gran prestigio”.