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COLUMNAS

Y si cumpliera con todas sus funciones y le sobraran el tiempo y el dinero, ¿Por qué no? (II)

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Además de inventar la acusación penal la palabra aporten, donde la palabra aporten no existe (caso de aportaciones de dinero limpio), en el caso de los empresarios que aportaron su dinero –dinero limpio de legítima procedencia– no se trata de aportación a entidad política alguna puesto que los empresarios, a través de la empresa mercantil que contrataron para hacerlo, pagaron directamente a los fiscales de mesa (apoyo que les dieron, por cierto, con el “espurio, oscuro y perverso fin” de asegurar la correcta celebración de las votaciones y el correcto conteo de los votos). ¡Imperdonable!

Por otra parte –y siempre en este caso del ejemplo–, se dio a perseguir, también, al Presidente de la República –antejuicio– por no haber registrado, como recibido, lo que nunca recibió, absteniéndose de investigar al respecto –lo que de haber hecho y que nada le impedía hacer– le habría llevado a confirmar que, no sólo no recibió ese dinero limpio, empresarial, sino que, incluso, se negó a recibirlo.

Haciendo caso omiso de lo anterior, sujeto a prueba, lo que escapa de toda discusión –irrefutable– es que se ha perseguido a empresarios y Presidente, por un caso de dinero limpio para asegurar votaciones correctas y correcto conteo de los votos, pero no existe persecución alguna por caso alguno referente a dinero proveniente del narcotráfico. ¿Qué pasó, entonces, es preciso preguntarse, con el cacareado 25%? ¿Alguna consistencia en la afirmación o, tan sólo, palabras y palabras?

Existe, además, en la campaña política que se avecina, una posible polémica –directa o indirecta– sobre la prórroga o la conclusión del Mandato de la Comisión, asunto que compromete la objetividad e imparcialidad de la misma en el proceso electoral y, en consecuencia, aparte de lo estrictamente jurídico (escapar a su mandato con desatención de lo que sí le corresponde –el establecimiento de si existen o no grupos o aparatos clandestinos de seguridad detrás de los asesinatos de los dirigentes campesinos, por ejemplo), elemental tino político desaconseja su participación en el proceso electoral, inevitable como lo es a tenor de la Carta de Entendimiento celebrada con el Tribunal Supremo Electoral, tino que no ha sido su característica; falta de tino, por ejemplo, el no haberse tomado el tiempo necesario para comprender y comprobar que en el caso del hermano y del hijo del Presidente podría haber infracción administrativa, pero no delito, lo que agrió necesariamente su relación con este y perjudicó la lucha a librarse, algo que, obviamente, no preocupó, en absoluto, a quienes –instrumentalizándola– no han buscado justicia, sino vías de toma del poder, sin elecciones.

El convenio celebrado (carta de entendimiento) adolece de inconstitucionalidades y peligros y, al respecto, cabe señalar que es inconstitucional que las partes establezcan que “en ningún caso asumirán ni serán responsables de las opiniones que en forma personal se emitan en los eventos institucionales que se celebren”, exención de responsabilidad que pueden pactar entre sí pero no frente a terceros, con lo que se erigen –ilegalmente– en legisladores. Es inconstitucional, así mismo, que se usurpen funciones de la Procuraduría General de la Nación, previéndose la posibilidad de que el Tribunal solicite “asesoría” a la Comisión, cuando la única entidad asesora y consultora del Estado, por mandato constitucional expreso, es la Procuraduría General de la Nación, función no delegable.

El Tribunal Supremo Electoral, al igual que su contraparte, también usurpa funciones en la Carta de Entendimiento –ilegal y peligroso– y, así, se autoproclama el responsable de la formación cívica y política de la población, proclamación esta que no sólo carece de sustentación legal alguna sino que contradice normas expresas que depositan esa formación en otras instituciones y entidades. Peligrosas, también, ciertas normas vagas de la Carta de Entendimiento, como la que establece el fortalecimiento y transferencia de capacidades al Tribunal Supremo Electoral por parte de la CICIG, sin especificar que se refieren única y exclusivamente a las que tengan que ver con la infiltración de dinero ilícito en el financiamiento de las organizaciones políticas, como que la CICIG fuera experta también en todos los temas electorales. ¡Por favor!

Peligrosa también –muy peligrosa– la asistencia pactada al Tribunal Supremo Electoral, por parte de la CICIG, en la implementación y seguimiento de la Unidad Especializada de Medios de Comunicación y Estudios de Opinión, hecha la prevención de la falta de objetividad y de imparcialidad a que está expuesta dado que, directa o indirectamente, será tema de campaña entre aquellos que quieren que se vaya –sin más–, los que quieren que se quede –sin más– y quienes quieren que se quede pero (quien te quiere te aporrea) con la necesaria corrección de lo que la ha llevado a desaciertos, algunos de tan grave magnitud, que han abonado –y abonan– el terreno de quienes –sin más– quieren que termine. La mezcla del uso mediático de la acusación penal –ya de por sí peligrosa en un proceso electoral (no debería hacerse nunca un uso mediático de tal persecución pero menos aún en un momento como este)–, mezcla con la intervención de la Comisión en este proceso, en los términos que establece la Carta de Entendimiento celebrada (estos pueden corregirse), explosiva mezcla puede llevar a muy graves e indeseables consecuencias.

Las simpatías o antipatías políticas de la Comisión en el proceso deberían de salir sobrando pero, siendo parte interesada –su supervivencia, su extinción o su supervivencia corregida en juego–, peligroso es que no logre superarlas: humana es y humanos los funcionarios que la integran y que –así– ¡Sólo eso nos faltaba!, tengamos un elemento más de polarización, distorsión y preocupación en el proceso electoral.

Quien mucho abarca, poco aprieta y –aunque sea menos espectacular y bastante más difícil– la prevención de que dinero del narcotráfico, de la defraudación del patrimonio del Estado o de cualquier otra procedencia delictiva financie a las organizaciones políticas, así como la persecución y castigo de quienes, sabiendo de esta, lo aporten o reciban; aunque sea menos espectacular y más difícil, decíamos, que perseguir a empresarios y a un Presidente, con ocasión de dinero limpio aportado –lo que no constituye delito–, pero cuya recepción no se habría registrado, lo que sí lo constituiría, si se hubiera recibido, lo que no ocurrió. Aunque resulte menos espectacular y bastante más difícil, es lo que le corresponde hacer a la CICIG, de conformidad con su mandato, vinculado el dinero del narcotráfico y del crimen en general –sin duda– con grupos y aparatos clandestinos de seguridad que persisten y que, incluso, podrían estar atentando –una vez más– contra la vida.

Acisclo Valladares Molina
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COLUMNAS

Respeto a los paganos

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Leonel Guerra Saravia
[email protected]

Hace muchos años no existían el Papamóvil ni el Vaticano, pero el humano siempre investigaba para justificar su existencia. Existía mucho paganismo, alguno por no investigar y otros para justificar.

Paganismo nórdico o paganismo escandinavo (en nórdico antiguo: heidindómr) es un término utilizado para describir las tradiciones religiosas comunes entre las tribus germánicas que habitaban en los países nórdicos antes y durante la cristianización de Europa del norte.

El paganismo nórdico es un subconjunto del paganismo germánico, practicado en las tierras habitadas por las tribus germánicas en casi toda Europa central y septentrional, durante la época vikinga.

Diversas ciencias humanas se han interesado por el fenómeno religioso.

El conocimiento actual sobre el paganismo nórdico ha sido inferido por los resultados arqueológicos, etimológicos, y por los materiales escritos de la época. Algunos expertos como Georges Dumézil, sugieren que diversos elementos estructurales y temáticos dentro de las certificadas ideas religiosas escandinavas, ubican al paganismo escandinavo, dentro de la estructura básica de la expresión pan-indoeuropea de las ideas espirituales como un todo.

La religión escandinava es un fenómeno cultural, y, como la mayoría de las creencias folclóricas anteriores a la alfabetización, sus practicantes, probablemente, no tenían un nombre para su religión, hasta que entraron en contacto con forasteros o competidores.

Los vikingos consideraban que los diversos seres sobrenaturales en los que creían, no solo dioses sino también elfos, gigantes y otros muchos, habitaban mundos que los humanos no percibían y con los que raramente podían interactuar, pero cuyos destinos estaban ligados al suyo. Más allá de la fe: existen entre las principales religiones del mundo: cristianismo. Judaísmo.

Hinduismo. Budismo. Islam. Religión suele definirse como un sistema cultural de determinados comportamientos, prácticas, cosmovisiones, éticas, morales, textos, lugares sagrados, profecías u organizaciones que relacionan la humanidad a elementos sobrenaturales, trascendentales, místicos o espirituales. Es decir, el método de otras ciencias enriquece el debate religioso.

Diversas ciencias humanas se han interesado por el fenómeno religioso desde sus respectivos puntos de vista como por ejemplo la antropología, la sociología, la psicología y la historia de las religiones. Por otro lado, disciplinas como la fenomenología de la religión estudian específicamente sus manifestaciones intentando dar con una definición exhaustiva del fenómeno y mostrar su relación con la índole propia del ser humano.

En secciones subsecuentes se desarrollan más elementos para el análisis de la religión. No olvidemos que el humano seguirá investigando.

Colaborador DCA
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COLUMNAS

Tejiendo la red del progreso en Guatemala

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M.A. Pamela Sandoval Polanco

Dirección de Gobierno Electrónico -GAE-pamela.sandoval
@transparencia.gob.gt

A lo largo de la historia, la tecnología ha sido el hilo conductor de una evolución constante. Desde las rudimentarias herramientas de piedra hasta los sofisticados dispositivos inteligentes de hoy, cada avance tecnológico ha marcado un nuevo capítulo en nuestra relación con el entorno.

La era manual, con su inherente necesidad del contacto humano, dio paso a la era electrónica, una época definida por máquinas activadas con solo presionar botones y mover palancas.

Ahora, nos encontramos inmersos en la era digital, un tiempo donde la información binaria permea todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, redefiniendo nuestra existencia en este moderno universo de datos.

Esta revolución digital ha transformado no solo las herramientas que utilizamos, sino también nuestras estructuras sociales, económicas y culturales, instaurando un nuevo paradigma donde la adaptabilidad y la innovación son esenciales para el progreso individual y colectivo.

Estas herramientas digitales, ahora esenciales en nuestra vida diaria, se incorporan considerablemente en el ámbito laboral, educativo y recreativo, por mencionar algunos, logrando que más personas puedan acceder, aprender e interactuar desde cualquier lugar y a su propio ritmo.

La Agenda Digital va más allá de alcanzar objetivos; es una visión de progreso y accesibilidad compartida por todos.

En el ámbito de la administración pública, implica la reestructuración y modernización de los servicios gubernamentales para mejorar la eficiencia, la transparencia y la participación ciudadana. Va más allá de adoptar nuevas tecnologías, implicando una transformación de procesos y cultura organizativa.

Enfrenta retos clave para mantener su relevancia y proteger los derechos de los ciudadanos. Por tanto, en un mundo cada vez más dependiente de la tecnología, algunos disfrutan de las ventajas de la era digital, otros quedan rezagados, limitando su acceso a oportunidades educativas, económicas y sociales.

Frente a este desafío, las agendas digitales de gobierno emergen como planes estratégicos para cerrar esta brecha y fomentar una participación equitativa en la sociedad digital.

En Guatemala, la reciente promoción de la Agenda de Gobierno Digital es un paso adelante en la transformación digital y el uso de las TIC en la sociedad, buscando mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y promover el desarrollo económico. Se consideran aspectos clave como la identidad digital, la interoperabilidad, la ciberseguridad y los pagos digitales.

La identidad digital es un pilar en la modernización y transformación, permitiendo a los ciudadanos realizar transacciones financieras, comerciales, contractuales y legales sin restricciones geográficas.

La interoperabilidad es crucial, ya que mejora la prestación de servicios y la experiencia ciudadana, impulsando el comercio electrónico. La ciberseguridad es vital para la protección digital de personas individuales y jurídicas. Para el avance de la agenda digital, la colaboración entre sectores de la sociedad  es esencial. 

Esta cooperación debe enfocarse en crear oportunidades y acceso inclusivo a servicios públicos innovadores, asegurando interacciones efectivas y legalmente protegidas, y transacciones internas y externas seguras y transparentes.

El esfuerzo conjunto de todos los participantes en la modernización de la administración pública es digno de elogio. El objetivo es facilitar que cada ciudadano obtenga la información y los recursos que requiere de manera sencilla y rápida.

Cada iniciativa digital y cada servicio que se transforma al entorno digital son pasos fundamentales hacia una sociedad más interconectada, ágil y trasparente. La Agenda Digital va más allá de alcanzar objetivos; es una visión de desarrollo y accesibilidad compartida por todos.

Este esfuerzo colectivo nos impulsa hacia un futuro innovador, invitándonos a ser arquitectos activos de un legado digital duradero y a asegurar que la tecnología sea un pilar de progreso, igualdad y bienestar para cada guatemalteco.

Colaborador DCA
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COLUMNAS

Hubs para la ciudad (II)

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Pablo Allard Serrano

Facultad de Arquitectura y Arte

Estos espacios no solo ofrecen oportunidades económicas y desarrollo comunitario, sino que también juegan un papel significativo en la percepción de seguridad de un espacio urbano determinado, lugares que adquieren una sensación de cuidado que por lo general supera los límites del terreno, ampliando su rango de acción alrededor de barrios y ciudadanos que comienzan a relacionarse con estos Hubs.

En Santiago existen varios Hubs urbanos impulsados por instituciones públicas: HUB Providencia, La Fábrica en Renca, La Paz 482 en Independencia, HUB Vitacura, Corporación Yunus en Peñalolén, por nombrar algunos.

En Santiago existen varios Hubs urbanos.

Estos han generado externalidades positivas a través del emprendimiento, la cultura, la innovación, la acción social y la exploración tecnológica.

Los espacios públicos y las infraestructuras públicas que se abren al barrio hacen más seguros, atractivos y activos estos espacios, se fomenta la participación comunitaria y se disuade la actividad delictual. Además, la presencia de Hubs en áreas previamente descuidadas puede actuar como un catalizador para la inversión y el desarrollo, instalando nuevos servicios, creando comercio y nuevos espacios públicos.

Tal es el caso de la Fábrica de Renca, que recuperó un supermercado abandonado y al poco tiempo floreció el comercio a su alrededor.

Al ofrecer oportunidades económicas, fomentar la innovación en seguridad y transformar el entorno urbano, estos centros además ofrecen oportunidades para el desarrollo local y pueden contribuir a crear ciudades más seguras y prósperas para todos sus habitantes.

Colaborador DCA
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