Expresiones de dolor y tristeza se manifestaron desde las primeras horas de ayer por medio de las redes sociales, tras conocerse la noticia del deceso de  Xavier Pacheco, una de las personalidades más importantes del ámbito teatral de Guatemala, quien falleció a los 74 años por neumonía, dejando un legado por sus trabajos sobre las tablas, el vestuario, el maquillaje y las enseñanzas de vida a sus alumnos.

Homenajes y actos  especiales se hicieron en su honor, además de la compañía de familiares, amigos y colegas, durante las honras luctuosas en Funerales Reforma, zona 9, de donde partirá hoy al Cementerio las Flores para su eterno descanso.

Único y especial

“Mi amigo, mi compadre, mi compañero de teatro se ha marchado al cielo así, callado, sin  aviso. Mi alma está sumamente triste”, manifestó la primera actriz, María Teresa Martínez, al enterarse del fallecimiento de Pacheco, quien nació en 1941 en Flores, Petén, y se trasladó a la ciudad en 1945, en donde comenzó a los 8 años en el mundo del drama y la comedia.

“Por supuesto que me quedo con Flores, Petén, porque allí dejé mi tuche, mi ombligo. Defiendo ese pueblo, porque es mío”, expresó Pacheco durante la última entrevista que brindó a este matutino.

Su carrera

Se graduó en la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD) y paralelamente pasó a formar parte de la obra Antígona con el Grupo de Teatro Universitario. Realizó giras por Europa, Centro y Sur América, además se especializó en el arte del maquillaje y vestuario, en Estados Unidos.

Su participación había mermado durante los últimos años; sin embargo, siempre fue una fuente de consultas, opiniones y conocimientos para directores y actores, quienes acudían a él para pedir consejos, apoyo y  también para que fuera parte del elenco de algunas puestas en escena. Su trabajo como diseñador y realizador de maquillajes y vestuarios teatrales le abrió otra puerta a la enseñanza. Fue maestro de la ENAD, y de la Escuela Superior de Arte  de la Universidad de San Carlos.

El teatro está de luto

“Te fuiste haciéndome el último drama de tu vida, no podrías hacerlo de otra manera, me tomaste de la mano y me dijiste, no me soltés, quédate aquí conmigo, cerraste los ojos y pude ver que rezabas, pero había desesperación en tu corazón que ya no quería seguir adelante, cuando me llamaste del hospital creí que estarías bien porque fuiste el de siempre con tus chistes e ironía, pero ya no, eso fue todo, hiciste mutis y se cerró el telón; mi alma llora, amigo querido, amigo del alma, descansa en paz”, expresó la coreógrafa Lizette Mertins.

También la actriz, María Mercedes Arce Arrivillaga, manifestó su sentir al enterarse de la muerte de su amigo: “Siempre, generosamente, compartió su conocimiento en las tablas, en las puntadas, en las palabras. Los escenarios quedan vacíos, pero el eco inconfundible de su voz siempre sonará en nuestra memoria”.