Kinsasa,EFE
Al menos 195 mujeres reclusas fueron violadas durante el intento de fuga que tuvo lugar la noche del 1 al 2 de septiembre en la prisión de Makala, la más grande de la República Democrática del Congo (RDC).
“Les informamos que se está llevando a cabo una audiencia pública en la prisión central de Makala, donde 195 mujeres fueron violadas por algunos presos y una de ellas murió el día 5 después de haber sido violada por diez personas”, Lievin Kibungula, experto de la Liga Zona África / Defensa de los niños, alumnos y estudiantes (LIZADEEL).
“Estamos preparando nuestros equipos para ayudar a las víctimas”, añadió Kibungula, al asegurar que la ONG ofrecerá asistencias jurídica a todas las supervivientes.
Por su lado, Thérèse Omari, coordinadora de la entidad local Femme Plus (Mujer Más, en francés), lamentó también que “esto muestra nuevamente la vulnerabilidad de la mujer y llama la atención sobre las malas condiciones” en las prisiones congoleñas.
“Las mujeres estamos expuestas. No es normal que tantas mujeres sean violadas con el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual e incluso VIH/Sida”, aseveró Omari.
Tras los hechos, la Oficina Conjunta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (OCDHNU) en la RDC dio la bienvenida a la apertura de una investigación por parte del Gobierno congoleño y pidió que se mejore “la separación de los presos por sexo y grupo de edad” para prevenir la violencia sexual en las cárceles.
Desde el pasado jueves, se ha venido identificando a las víctimas y los perpetradores de estas agresiones en varias audiencias previas al juicio por el intento de fuga, mientras el viernes las autoridades lanzaron un llamado para que las familias identifiquen los cuerpos de los fallecidos durante los hechos.
Además de las mujeres violadas, el Gobierno de la RDC cifró en al menos 129 los muertos -24 de ellos por heridas de bala- y en 59 los heridos.
Los hechos ocurrieron hacia las 2:00 hora local (01.00 GMT) de la madrugada del 2 de septiembre en la comuna de Selembao, en el sur de la capital, Kinsasa, donde, según los vecinos, pudieron oírse disparos toda la noche.
Según detalló el portavoz del Ejecutivo congoleño, Patrick Muyaya, “la Policía fue enviada muy temprano para contener este movimiento en plena noche” y “hubo muchos disparos de advertencia”.
La prisión de Makala fue escenario en 2017 de una fuga masiva de unos 4.500 presos durante el asalto efectado contra el penal por seguidores de la secta Bundu Dia Kongo para liberar a su líder, Mwana Nsemi.
La cárcel de Makala es la más grande de la RDC y está superpoblada, ya que alberga a más de 15.000 presos alojados en diferentes pabellones, aunque tiene una capacidad máxima para 1.500 personas.