El anuncio del presidente Alejandro Giammattei en torno a la próxima unión aduanera con México despertará, sin duda, grandes expectivas entre los sectores productivos de ambos países, porque será la oportunidad esperada en la búsqueda de incrementar el intercambio de bienes y servicios.
Como el jefe de Estado lo advirtió durante el discurso que ofreció a propósito de la inauguración del puesto de cuarentena en Ayutla, San Marcos, la integración aduanera era un sueño postergado durante muchos años, que finalmente se concretará gracias al ímpetu que los gobernantes de Guatemala y México han puesto en la búsqueda de promover y alcanzar el desarrollo integral de sus ciudadanos.
De hecho, el control sanitario habilitado en uno de los pasos fronterizos con la vecina nación marca el principio de lo que será una relación comercial más ágil, transparente y libre de enfermedades y plagas.
“Esos cuatro puntos fronterizos que trabajaremos de manera conjunta serán una realidad, gracias al apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador”, anotó el gobernante guatemalteco, consciente del impacto que la integración tendrá en la producción, comercio, desarrollo y generación de empleos.
Registros de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México advierten que “más de 4500 empresas de esta nación participan en el intercambio” de productos, de las cuales el 97 por ciento son pymes.
La cifra referida explica las afirmaciones del presidente Giammattei sobre que “la puesta en marcha de las aduanas conjuntas será un gran avance en materia de eficiencia, transparencia y agilidad de las importaciones y exportaciones”, sobre todo, si la alianza se sustenta en principios de solidaridad y fraternidad.
“La buena amistad entre las administraciones ha permitido concretar los esfuerzos que se traducirán en una alianza estratégica con nuestro principal vecino”, definió el mandatario.