Guatemala cuenta con enorme diversidad arqueológica que la posiciona entre los países con gran riqueza de esa naturaleza en el ámbito mundial y ha sido uno de los atractivos de turismo nacional e internacional.
Tomando en cuenta la importancia de ello, el Gobierno de la República ha
emprendido proyectos que buscan mejorar la protección de los sitios, promoviendo, por ejemplo, ante la Unesco elevarlos como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Asimismo, se impulsa una iniciativa de ley de conservación de estos.
Ese título lo ostenta el parque arqueológico Quiriguá, ubicado en Los Amates, Izabal, que la semana pasada fue el centro de la atención mundial, pues, luego de estar más de seis meses cerrado, reabrió sus puertas al mundo.
Los efectos de las recientes depresiones tropicales Eta e Iota, a finales del año pasado, hicieron estragos en el lugar, pues quedó totalmente anegado por las inundaciones causadas por las lluvias y por el desborde del río Motagua. Debido a ello, el Gobierno lo clausuró provisionalmente y, mediante el Ministerio de Cultura y Deportes, se hicieron los trabajos de reparación.
“La recuperación del parque arqueológico, patrimonio de los guatemaltecos y del mundo, ha sido un logro en equipo. Agradezco a los diferentes sectores, porque todos nos hemos sumado para el renacer de Quiriguá”, expresó el presidente Alejandro Giammattei durante el acto de reinauguración del majestuoso sitio.
El mencionado lugar tiene una relevancia trascendental en el ámbito cultural, pues posee una de las plazas de mayor extensión del área maya y el conjunto escultórico más impresionante con el monumento esculpido más alto (Estela E) que se ha registrado hasta la fecha en Mesoamérica.
La cultura y el patrimonio cultural de Guatemala son motor de desarrollo integral para mejorar las perspectivas económicas de las comunidades, como el caso de Quiriguá, que es fuente de ingresos para las familias artesanas de la localidad.
Por ello, la importancia de su reactivación, y gracias a las labores interinstitucionales a cargo del equipo humano gubernamental y privado local no se descansó hasta volver a ver de pie el parque.
