Una fecha como hoy

En una fecha como hoy, en 1924 llegó a su conclusión, en Milán, Italia, la realización del Congreso Internacional de Ahorro. 

Instituyéndose a partir de entonces, conforme el criterio de los delegados asistentes, el Día Mundial del Ahorro, por la importancia de su práctica como una expresión de buenos hábitos que ayudan al ser humano en su realización personal, alcanzar sus objetivos y generar garantías para un futuro en condiciones favorables.

Alrededor del ahorro se propicia una serie de sugerencias, quizás la más importante es la disciplina de no gastar todo lo que ingresa al patrimonio personal y familiar, es decir, se reserve una parte para eventuales requerimientos. El incremento de ahorrantes atraviesa por varias complejidades, pero se produce. Por ello cuando nos enteramos del impacto derivado de los escándalos bancarios no deja de sorprender cómo afecta a los ahorrantes defraudados en sus bienes depositados en la institución objeto del señalamiento. La semana anterior se produjeron sendas capturas por la quiebra del Banco de Comercio.

Y los cuentahabientes de aquel aún están lejos de recuperar sus ahorros, pero ya hay luces aunque aún muy opacas. La legislación guatemalteca con instrumentos como el Decreto Número 19-2002, Ley de Bancos y Grupos Financieros, instituyó el Fondo para la Protección del Ahorro (FOPA), regulado a partir del artículo 85 y administrado por el Banco de Guatemala, artículo 90; posibilita la garantía de retorno de los ahorros hasta por un monto de Q20 mil. Es de esperar una eficiente administración de este para la certeza de dicha garantía. Día Mundial del Ahorro. Ocasión para pensar sobre los beneficios de su práctica, aún y en medio de las limitaciones por la contracción de la capacidad adquisitiva del salario de la mayoría de guatemaltecos.

Y mañana, en la tradición local se habrá de comer Fiambre, el exquisito platillo combinación de múltiples sabores, aromas y colores alojados en un plato en cuyo alrededor se aglutina la familia citadina y de algunas cabeceras del país. Se visita las necrópolis a rendir tributo a la memoria de nuestros ancestros, y en el departamento de Sacatepéquez se acentúa la costumbre de elevar oraciones al cielo por medio de los barriletes gigantes elaborados con paciencia y esmero desde meses atrás, tanto en Sumpango como en Santiago Sacatepéquez.

El potencial del colorido de nuestras prácticas sociales, comunitarias y culinarias en esta época tan especial, es un patrimonio no desarrollado, a mi juicio, con todo el potencial intrínseco. Es momento oportuno para pensar y repensar cómo nuestras oportunidades de fomento turístico interno e internacional no se ha promovido lo suficiente. Ahí hay un “nicho de oportunidad”, nos afirma la mercadología. Hará falta la combinación entre la gestión política y su consabida voluntad por emprender y la búsqueda de consolidar nuevas fuentes de ingresos para la economía familiar de los guatemaltecos a partir de su adecuado estímulo.