Las comisiones de postulación, para magistrados de la Corte Suprema de Justicia y para magistrados de las Salas de Apelaciones, corren con todo para cumplir con los plazos establecidos en la ley. Los primeros deben tomar posesión el 13 de octubre próximo y los segundos, el día 14.
En total presentaron sus expedientes 1 mil 449 abogados, pero solo 206 de ellos aspiran a ser magistrados de la Corte Suprema. El resto quiere ocupar una magistratura en las cortes de Apelaciones.
La papelería de los primeros 206 se repartió en 21 cajas que luego se dividieron entre 12 ternas constituidas para la revisión. La matemática básica nos dice que tres de las 12 ternas se quedaron con la revisión de una sola caja mientras al resto se le asignaron dos.
La postuladora presidida por el decano de la Universidad Rafael Landívar, Miquel Cortés, trabajó ayer domingo para depurar la lista de aquellos que no llenan los requisitos básicos que establece la Constitución Política de la República. Quienes durante la revisión no cumplan con esos requisitos, tendrán tres días para completar su papelería y poder continuar el proceso. Por eso, el listado de los que resulten con papelería incompleta se deberá publicar en el Diario de Centro América mañana y tendrán hasta el jueves para agregar lo que les falte.
En el caso de la postuladora de magistrados a cortes de Apelaciones, que debe seguir un proceso muy similar y que se reúne hoy, deberá publicar su listado el miércoles y terminará de recibir papelería pendiente el viernes.
Después de los retardos, principalmente promovidos por aquellos que quieren meter en la lista a sus cuates y recomendados, ahora quieren rapidez. Ojalá y al final la exigencia no se convierta en excusa para poner en las listas finales a cualquier persona, como sucedió en las elecciones antepasadas con un caso muy ejemplar en el que la misma Corte de Constitucionalidad ordenó incluir a alguien solo porque respondía a los intereses de las mafias políticas y no por sus méritos.
Lo que suceda esta vez en las comisiones postuladoras es de suma importancia para los guatemaltecos. Los comisionados tienen la oportunidad de intentar terminar con esas mafias políticas y económicas que han cooptado el sistema de justicia y se permita darle al país cortes más imparciales y sin compromisos.
Y es que lograr ese propósito puede ser el principio del fin de un sistema judicial controlado por las mafias y conseguir instalar cortes que de manera imparcial apliquen criterios legales sin sesgo. Se trata de un trabajo clave para la justicia.