Doña Dora Hueso ha sido importante en el apoyo y la motivación del badmintonista guatemalteco.
Aunque este año la celebración a la existencia de uno de los pilares más importantes en la familia será atípico, el gremio del deporte sabe que un mundo sin mamás es un mundo sin campeones.
Detrás de un gran atleta también hay una mamá dispuesta a incluir en sus múltiples facetas la de psicóloga o motivadora, aunque muchas veces permanece en el anonimato, como en el caso de Dora Hueso, progenitora de Kevin Cordón, uno de los estandartes del deporte guatemalteco.
“Con la mamá es con quien uno tiene la crítica más sincera. Hablo del consejo más puro que uno puede encontrar. He tenido muchos altibajos, pero cuando me refugio en la familia y con mi mamá, todo se siente diferente”, exteriorizó Cordón.
Kevin y su mamá son el claro ejemplo de que ni la distancia es capaz de romper el lazo o lo que una madre estaría dispuesta a hacer por su retoño, ya que el apoyo ha sido el mismo, a pesar de que el zurdo a los 14 años dejó su natal Zacapa para llegar a la capital y forjarse como badmintonista.
“Siempre he dicho que el apoyo de la familia es muy importante, en especial el de la mamá; en mi caso, fundamental, porque me tocó irme a la capital desde muy joven, pero ella confió en mí y me transmitió seguridad para hacerlo”, cuenta la raqueta número uno del país.
Son innumerables las anécdotas entre ambos, pero hay una que los marca y de la que, incluso, hacen bromas en la actualidad.
“Ella me dice que, en su momento, tenía como mil razones lógicas para no dejarme ir de la casa, por ser un niño y tirarme al mundo, pero miraba en mis ojos una convicción de querer cumplir mis sueños, y eso la motivó a aceptar dejarme salir de mi pueblo”, compartió el deportista.
Vivir para el deporte no ha sido fácil para Cordón, ya que entre los sacrificios el mayor ha sido separarse del seno del hogar.
Según cuenta el bicampeón panamericano, cuando está lejos de casa lo que más echa de menos es el sazón de doña Dora, aunque cuando tiene la oportunidad de regresar, ella lo consiente, como nadie, con un pollo en crema ,la comida favorita del también 3 veces olímpico.
Una forma para Kevin de expresarle agradecimiento a uno de los seres más importantes en su vida, es presentarle cada medalla o logro obtenido.
“Sin importar el tipo de medalla o el logro que traiga a la casa, los comentarios de mi mamá son que en esos detalles es en lo que se resume el trabajo que uno hace. Con eso me recuerda que vale la pena el sacrificio de estar lejos de ella”, sentenció.
Y, a propósito del Día de la Madre, Kevin aprovechó la oportunidad y le envío un mensaje a la suya. “Solo me queda decirle que muchas gracias por ser la madre que es conmigo, gracias por el apoyo y la confianza que me brindó cuando era pequeño y que me sigue dando, y aunque no esté con ella todos los días o aunque no se lo diga constantemente, quiero que sepa que la quiero mucho”, concluyó.
