El ejército de Ucrania lanzó ayer contra Rusia un ataque, en el que utilizó misiles de largo alcance, identificados como ATACMS, lo que implica un ascenso en la gravedad de los enfrentamientos entre los dos países.
El sistema de misiles tácticos del ejército fue suministrado a Ucrania por Estados Unidos, por lo que Moscú atribuye la culpa directamente a la política de Washington.
Analistas de la geopolítica mundial interpretan el hecho como reacción a la llegada de tropas norcoreanas a territorio de Kursk, para apoyar el esfuerzo militar ruso.
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, afirmó que Occidente busca una escalada del conflicto en Ucrania e insistió en que sin la participación de especialistas estadounidenses es imposible usar los misiles balísticos que golpearon territorio ruso.
Nueva doctrina nuclear
Lavrov volvió a remitir a las palabras del presidente ruso, Vladimir Putin, quien habló previamente de una implicación directa de la OTAN en la guerra, en caso de la autorización de ataques en territorio ruso con armas de largo alcance occidentales. También recordó que ayer fue aprobada la nueva doctrina nuclear rusa y confió en que los dirigentes occidentales la “estudiarán a fondo”.
El punto medular de la nueva doctrina establece que “la agresión contra Rusia por parte de cualquier Estado no nuclear con la participación o el apoyo de un Estado nuclear se considerará un ataque conjunto”, según informó ayer, en las últimas horas del día, el portavoz del Kremlin,
Dmitri Peskov.
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