Por falta de pruebas, los exdirectores de Informática del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Gustavo Castillo y Beny Román fueron absueltos por la jueza Marjorie Azpurú, del Tribunal Quinto de Sentencia Penal.
La juzgadora consideró que ellos no cometieron delito alguno en relación con las supuestas anomalías durante el conteo preliminar de votos en las elecciones generales de 2019.
Ambos fueron acusados por Rafael Curruchiche cuando dirigía la Fiscalía de Delitos Electorales del Ministerio Público, con el argumento de que suprimieron información y alteraron datos del sistema de conteo, lo que llevó al poder a Alejandro Giammattei.
El ente investigador imputó a Castillo por incumplimiento de deberes, mientras que a Román se le añadió el cargo de destrucción de registros informáticos.
En su resolución, Azpurú señaló: “Se establece que no existen ilícitos, ya que los hoy acusados no omitieron realizar funciones y atribuciones de control, supervisión y verificación”.
Agregó que “el error detectado al computar los sufragios fue resultado de un fallo humano en la programación del sistema, específicamente en la lógica del algoritmo utilizado, y que este fue corregido a tiempo, sin afectar los datos preliminares”.
Con esta decisión judicial, ambos exfuncionarios quedarán en libertad. Beny Román expresó su satisfacción y aceptó que fue un proceso desgastante.
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