COLUMNAS
Todas las leyes deben cumplirse: todas, absolutamente todas (I)
La Ley de Reconciliación Nacional, ley que no es otra cosa que una amnistía, ordenó que quedaran amnistiados todos los delitos políticos y comunes conexos perpetrados con ocasión del conflicto armado vivido entre nosotros, situación que se diera desde noviembre de 1960 hasta diciembre de 1996 (treinta y seis años de conflicto), delitos políticos que fueron perpetrados por la insurgencia armada para hacerse ilegalmente del poder y por quienes los cometieron, igualmente, con tal de conservarlo (afán que llevó a actos tan ilegales como aquellos) delitos políticos, decíamos, y los delitos comunes conexos con los anteriores; es decir, orientados al mismo fin la toma o la conservación del poder y –así– quedaron amnistiados delitos como el asesinato (quien no respeta una vida, ninguna respeta), el secuestro (cruel atentado contra la libertad e integridad del ser humano) y otros gravísimos delitos.
La amnistía es una institución ingrata que impide que los delitos sean perseguidos y castigados –grave ingratitud para las víctimas y para los familiares de las víctimas– pero que se hizo necesaria –así lo consideraron los negociadores de la paz– para que la paz fuera posible. La amnistía, institución ingrata, pero necesaria –reitero– no fue ni ha sido debidamente explicada, tal y como tampoco se han explicado debidamente los alcances de la paz, la tragedia que vivimos, los esfuerzos que debieron de realizarse para superarla, los sacrificios exigidos.
Tere de Zarco –ciudadana notable– por ejemplo, viuda del periodista Isidoro Zarco, asesinado, teniendo que sentarse a la misma mesa con sus asesinos y debiendo de considerar para estos amnistía, en otras palabras, el asesinato de Isidoro Zarco, sin castigo.
¿Nos gustaría seguir viviendo, como se vivieron aquellos años, la vida y la libertad, los derechos inherentes a la condición humana vulnerados en aras de fines “superiores”: alcanzar el poder o conservarlo? Todo “legítimo”, si útil a los fines insurgentes, la ilegal toma del poder. Todo “legítimo”, si útil a los fines de impedirlo. El mismo error, en las dos partes, el ser humano relegado, como que si careciese de importancia.
En el caso del Estado, su incomprensión de que el combate de la insurgencia haciendo uso de delitos, hacía al estado tan delincuente como aquella, incapaz de combatirla, con la Ley en la mano; el Congreso, incapaz de dar al Estado un marco regulatorio que le permitiera combatirla, promulgadas las leyes necesarias para hacerlo; la Fiscalía y los jueces, incapaces de perseguir y castigar los crímenes que fueron perpetrados por la insurgencia armada
–asesinatos, secuestros y extorsiones, impunes– y el Ejército de Guatemala, supliendo las deficiencias de la autoridad civil hasta, finalmente, suplantarla.
¿La vida? ¿Y qué podría importar la vida de un ser humano –el que sea– de un “insignificante” ser humano si comparada con los superiores fines insurgentes o de aquellos fines de
conservar el poder?
La seguridad nacional, lo primero y sobre todas las cosas, seres humanos incluidos. ¿Quién lo habrá enseñado? ¿Dónde lo aprendimos?
Tal la Guatemala que vivimos en todos esos años –la vida irrespetada– la Guatemala que me acompañó desde mis 14 años de edad hasta los 50. ¡De alguna forma, la acompañante más larga de mi vida!
No hemos dado a la firma de la paz la importancia que ha tenido, ni hemos dado importancia a la amnistía decretada –ingrata amnistía pero imprescindible y fructífera, puesto que los asesinatos, secuestros y extorsiones, así como todos los demás crímenes comunes, conexos con los políticos– crímenes para alcanzar el poder o conservarlo –desaparecieron– para bien de nuestras vidas.
¿Amnistía, fuente de impunidad o, por el contrario, freno para que los crímenes ya no se siguieran perpetrando, ni se repitieran nunca? ¿Justifica usted el primer asesinato perpetrado por la insurgencia e, incluso, unos cuantos más, en aras del “noble” fin revolucionario que la insurgencia perseguía? Pues bien, si justificó el primero, los justificó todos.
Si usted aprobó el irrespeto de una vida, aprobó el irrespeto de todas las restantes y –si no lo ha comprendido – volverá a alentar el regreso a lo mismo.
Continuará…
Mi’nawee’ López González
Directora General
La juventud es un pilar fundamental para la transformación de nuestras sociedades, su participación en espacios de toma de decisión es esencial para la construcción de un futuro donde todas las personas puedan vivir con dignidad.
Sin embargo, la población joven enfrenta múltiples desafíos para lograr que su voz sea escuchada y que sus ideas trasciendan. Ahora, desde un espacio público, soy testiga de los obstáculos y barreras que se enfrentan, no somos inmunes a la descalificación por edad, género, pueblo de pertenencia o por los años de experiencia, pero también veo con optimismo que existe un enorme potencial en jóvenes que desde diferentes expresiones organizadas impulsan diversos procesos.
Desde Conjuve estamos comprometidos con ampliar la presencia de liderazgos jóvenes en diferentes espacios de coordinación.
Uno de los principales desafíos, es el constante cuestionamiento sobre la capacidad para la toma de decisiones y en el caso de las mujeres jóvenes enfrentamos prejuicios y estereotipos, comunes en sociedad altamente machistas. Sin embargo, los espacios de formación o capacitación, en los cuales hemos participado, nos han permitido contar con elementos o herramientas para orientar procesos estratégicos y alcanzar resultados.
Progresivamente, la juventud debe participar en diferentes espacios de toma de decisión. A menudo, las estructuras de poder están ocupadas por adultos, cuya experiencia debe armonizarse con las necesidades, demandas y propuestas innovadoras de la juventud.
Por ello, desde el CONJUVE, estamos comprometidos con ampliar la presencia de liderazgos jóvenes en diferentes espacios de coordinación, articulación y gestión. No podemos seguir abordando derechos de la juventud, sin la presencia de los actores fundamentales.
Es importante tomar en cuenta que no todos los jóvenes tienen las mismas oportunidades para participar en espacios de decisión, una realidad recurrente para la juventud indígena que vive en el área rural y que enfrenta condiciones de pobreza. Por ello, es imprescindible promover el fortalecimiento del liderazgo de la juventud.
CONJUVE fortalecerá las acciones orientadas a potenciar el liderazgo y aumentar la participación de la juventud desde diferentes espacios, entre ellos, la Mesa Técnica de la Juventud del Gabinete Específico de Desarrollo Social, en el Sistema de Consejos de Desarrollo, y en el Servicio Cívico, para ello será indispensable establecer alianzas con diferentes actores y sectores.
Tenemos el deber de abrir puertas, crear oportunidades y promover espacios donde los jóvenes puedan ejercer su derecho de expresarse, opinar y proponer.
Consejo Nacional de Áreas Protegidas
[email protected]
Guatemala es un país relativamente pequeño con una extensión de 108 mil 889 km2, sin embargo, es rico en biodiversidad. Su ubicación estratégica en medio de dos masas continentales y el tener dos sistemas montañosos como el Sistema de Los Cuchumatanes y el Sistema de Sierra de Las Minas crea el escenario propicio para que el país se distinga por poseer múltiples ecosistemas, siete biomas; un poco más de 360 microclimas; 33 volcanes; abundante disponibilidad de agua, entre otros. Son estas condiciones ambientales las que son aprovechadas por diferentes sectores como el agrícola, pecuario, forestal, ganadero y el turismo. El turismo sostenible en el Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas – Sigap- enfrenta desafíos y también tiene oportunidades, pero para ello es indispensable la inversión del Estado para su buena gestión.
El aumento al presupuesto del Conap permitirá la gobernanza y gestión efectiva del patrimonio natural y cultural del país.
El Sigap cuenta con 341 áreas protegidas y abarca más del 31por ciento de la superficie del país, alrededor de 65 de estas áreas protegidas tienen las condiciones para recibir a visitantes nacionales y extranjeros, ya que poseen las condiciones para desarrollar actividades turísticas, además albergan una muestra representativa y significativa de la biodiversidad y una parte considerable de su patrimonio cultural (histórico y arqueológico).
Estas áreas protegidas son manejadas bajo normativas vigentes y modalidades de conservación por medio de categorías de manejo previamente establecidas. Entre este grupo destacan los principales destinos turísticos del país: Parque Nacional Tikal, Lago de Atitlán, Parque Nacional Río Dulce, Parque Nacional Volcán de Pacaya y el Monumento Natural Semuc Champey; espacios propicios para el desarrollo de actividades de esparcimiento, recreación y deporte, favoreciendo así la salud física y mental de quienes las visitan.
Lamentablemente las áreas protegidas enfrentan amenazas como los incendios forestales, talas ilegales, tráfico y comercio ilegal de fauna y flora silvestre, usurpaciones, cambio de uso de suelo, entre otros, además la falta de un presupuesto digno limita la investigación para la gestión turística y así evitar que el desarrollo de actividades turísticas se convierta en una amenaza a la biodiversidad, que es la base para el turismo sostenible en las áreas protegidas.
A nivel nacional el Conap realiza una serie de Diálogos por el Patrimonio Natural con actores locales y tomadores de decisión, por lo que recientemente se realizó el evento: Turismo Sostenible en el Sigap, retos y oportunidades, con la finalidad de dar a conocer la importancia de la ampliación presupuestaria al Conap, ya que ello fortalecerá la implementación de mecanismos que fortalezcan las capacidades institucionales especialmente en fomentar la conciencia pública sobre la importancia del patrimonio natural y cultural del paíss, la inversión en infraestructura turística dentro del Sigap, además, la implementación de educación formal en los tres niveles y no formal, el desarrollo de mecanismos de gestión e integración del conocimiento científico y tradicional colectivo asociado a la diversidad biológica, fortalecimiento de líneas de investigación y mecanismos de valoración y fortalecimiento institucional y herramientas para el monitoreo biológico en el Sigap.
Los presupuestos que se han destinado al Conap en los últimos años han impedido retomar su papel y fortalecerse con personal técnico, guardarrecursos, profesionales de distintas disciplinas.
Ingeniero Byron Gaitán
Gerente General de ZOLIC
La inteligencia artificial (IA) está transformando el panorama laboral y su influencia seguirá creciendo en los próximos años. La automatización, uno de sus componentes clave, promete cambiar la forma en que trabajamos. Un informe de McKinsey sugiere que hasta el 60 por ciento de los empleos actuales podrían ver al menos un 30 por ciento de sus tareas automatizadas, afectando a sectores como manufactura, servicios y administración.
Aunque la automatización puede desplazar empleos, también generará nuevas oportunidades. Según el Foro Económico Mundial, se prevé que para 2025, 85 millones de empleos serán desplazados, pero se crearán 97 millones de nuevos roles que requerirán habilidades diferentes. Esta situación resalta la necesidad de invertir en reskilling y upskilling para preparar a la fuerza laboral.
Preparar a la fuerza laboral es clave para enfrentar los retos de esta revolución tecnológica.
La diferencia entre estos términos es fundamental: el upskilling enseña nuevas competencias para mejorar el desempeño, mientras que el reskilling adapta a los empleados a nuevos puestos. Preparar a la fuerza laboral es clave para enfrentar los retos de esta revolución tecnológica.
La productividad también será un aspecto crucial; se espera que la IA aumente la productividad laboral en un 40 por ciento para 2035, permitiendo a los empleados concentrarse en tareas más creativas y estratégicas. Sin embargo, se estima que el 54 de los trabajadores necesitarán actualizar sus habilidades para seguir siendo competitivos.
La pandemia aceleró la adopción de tecnologías de IA, especialmente en el teletrabajo, esto permitió a las empresas automatizar tareas repetitivas, lo que liberó tiempo para que los empleados se enfocaran en tareas más estratégicas, incluso desde casa.
A nivel mundial un 70 por cientode las empresas ya utilizan la IA para mejorar sus decisiones estratégicas.
La IA también puede personalizar herramientas y recursos para satisfacer las necesidades individuales de los empleados, mejorando así la satisfacción laboral y el bienestar general.
La Inteligencia Artificial, está redefiniendo el entorno laboral, aumentando la eficiencia y creando nuevos roles. Este cambio conlleva desafíos en la adaptación y el desarrollo de habilidades. La clave estará en cómo organizaciones y trabajadores se preparen para navegar esta revolución y aprovechar las oportunidades que la IA ofrece. ¿Estamos listos para adaptarnos a esta nueva realidad?