David
Leppe
Luces brillantes, nieve, un árbol perfectamente decorado y un final lleno de abrazos… eso nos imaginamos que deben incluir las películas navideñas. Pero The Holdovers (Los que se quedan, 2023), dirigida por el brillante Alexander Payne, es como ese regalo inesperado que, aunque viene envuelto en papel periódico, termina siendo lo más valioso de la temporada.
Ambientada en los 70, y en verdad pareciera que estamos viendo una producción hecha en esos años, esta historia sigue a Paul Hunham (Paul Giamatti), un profesor, lleno de amargura, de un internado que se debe quedar en Navidad con un grupo de estudiantes que no pueden ir a casa. Destaca Angus Tully (Dominic Sessa), un adolescente sarcástico y rebelde, toda una pesadilla para cualquier adulto.
Y también está Mary (Da’Vine Joy Randolph), la cocinera del internado, quien enfrenta su propia pérdida durante las fiestas. Este trío improbable forma el corazón de la película, y lo que comienza como un encuentro forzado se transforma en una conexión que redefine lo que significa la familia.
Sin villancicos ni renos voladores, The Holdovers aborda temas como la soledad, la redención y la necesidad humana de conexión, todo envuelto en una atmósfera melancólica, pero cálida. Payne nos recuerda que la Navidad es una gran oportunidad para encontrar humanidad, incluso en los momentos más oscuros.
La especialidad de Payne, conocido por obras como Sideways (2004) y Nebraska (2013), es contar historias en apariencia pequeñas, pero que exploran los rincones más profundos de la condición humana. Con The Holdovers, demuestra su maestría una vez más, combinando un guion lleno de diálogos afilados con actuaciones sinceras. Giamatti sigue siendo un grande de la actuación, Sessa es una revelación y Randolph, con su ritmo característico de hablar, es conmovedora.
Ellos nos muestran a una familia construida por el azar y la necesidad, recordándonos que a veces los lazos más fuertes no son los de sangre, sino los que creamos al compartir nuestras imperfecciones con otros.
La Navidad es imperfecta, real y, sobre todo, humana. Como la vida misma.
Puedes ver The Holdovers en la plataforma Max.
Deja un comentario