miércoles , 27 noviembre 2024
Inicio Tejiendo signos

Tejiendo signos

3

El rostro de esta polisemia será el arte, capaz de mostrarnos como en un caleidoscopio, un conjunto diverso, cambiante y multívoco.

Hay en Guatemala una pluralidad rica en signos y significados que es capaz de fascinar a los visitantes, sean turistas, académicos, artistas o negociantes. Sus profundas raíces culturales e históricas se enredan en la profundidad del Xibalbá del pueblo maya y en el alma del mundo cristiano, que se entremezcló con él en el período colonial.

El convulso siglo XIX, con sus procesos de enfrentamiento entre grupos conservadores y liberales, le terminó de aportar a la trama y urdimbre de su tejido los colores y texturas con que llega hasta el siglo XXI.

Como en un telar de cintura -herencia maya de la misma representación de la diosa Ixchel-, o en uno de pie -introducido por los españoles en el siglo XVI, matizado por el mito de la tejedora grecorromana Aracne-, los guatemaltecos forman diariamente un textil polisémico que para muchos foráneos se convierte en una obra de arte para admirar, llena de belleza y oportunidades, pero que para los nacionales muchas veces se transforma en una barrera de entendimiento y de exclusión. La idea de la existencia “del otro” es una prueba no superada en una sociedad compleja y dispersa que se resiste a ver más allá de lo aparente, a leer entre líneas la riqueza cultural que hace diversa esta sociedad.

Polisemia es un diminuto esfuerzo por deshilar el tejido cultural para contribuir en algo a ver su conformación, a leer, a ejemplo de Luís Cardoza y Aragón, las Líneas de su Mano con el único objetivo de valorar lo que se teje a espaldas de la gran urbe, entendida esta no solo como un espacio físico, sino como la oficialidad de la expresión de la cultura guatemalteca, que hace invisible, oculta o desprecia la manifestación del que no comparte la misma forma de abordar el mundo, sea religiosa, artística, política, social o geográficamente.

El rostro de esta polisemia será el arte, capaz de mostrarnos como en un caleidoscopio un conjunto diverso, cambiante y multívoco que el tiempo ha forjado a lo largo y ancho del país, un lugar capaz de dejar traspuesto hasta el más avezado de los humanistas, como Paul Valery relataba a Francis de Miomandre en la carta que sirve de prólogo a las Leyendas de Guatemala del inmortal Miguel Ángel Asturias, retrato del intrincado diseño de este gigantesco textil.

Deja un comentario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados

EN EL PAÍS

Proyectos de salud impactan positivamente en Huehuetenango

Como parte de la fiscalización a los programas de salud y contención...

PORTADA

“Se están rompiendo las barreras de la pobreza”, afirma mandatario

Foto: Sandra Sebastián “Guatemala avanza, pero aún hay retos que no podemos...

EN EL PAÍS

Nueva denuncia por defraudación suma 6.9 millones de quetzales

Foto: Cecilia Vicente Un nuevo caso de posible defraudación tributaria por 6.9...

EN EL PAÍS

Diputados aprueban Ley de la PNC

Foto: Archivo / Danilo Ramírez De urgencia nacional, el Pleno del Congreso...