Debido a los déficits fiscales moderados, un bajo nivel de endeudamiento público, una política monetaria sólida y una mejora en la posición externa del país, la calificadora de riesgo Standard & Poor´s (S&P) confirmó la calificación de riesgo crediticio para Guatemala en BB- y mantuvo la perspectiva estable.
Mediante un comunicado, el Banco de Guatemala y el Ministerio de Finanzas Públicas indicaron que S&P también tomó en cuenta la inestabilidad política recurrente y la debilidad de las instituciones gubernamentales, lo cual continúa afectando la efectividad de las políticas públicas y el crecimiento económico, el cual, aunque se mantendría alrededor de 3.3% en el periodo 2018-2020, sería insuficiente para reducir, de manera consistente, el nivel de pobreza en el país.
Escenarios
El informe indica que S&P podrá reducir la calificación de Guatemala durante los próximos 12 a 24 meses si se presentan estas condiciones:
1.) Conflictos políticos afectan el crecimiento económico y la sostenibilidad de las finanzas públicas;
2.) Se produce un incremento inesperado en el servicio de la deuda pública del país por arriba del análisis de sostenibilidad de la deuda de la calificadora.
No obstante, podrá incrementar la nota si el Gobierno es capaz de proponer e implementar una agenda de reformas que:
1.) Fortalezca las instituciones públicas y la gobernabilidad de Guatemala;
2.) Incremente los ingresos del sector público; y
3.) Mejore las perspectivas de crecimiento económico.
“Finalmente, cabe resaltar que, a la fecha, los principales precios e indicadores macroeconómicos (actividad económica, tipo de cambio nominal, inflación, comercio exterior, tasas de interés y captaciones bancarias, entre otros) evolucionan positivamente y con normalidad y se anticipa que dicha situación continúe privando, dada la resiliencia que ha mostrado la economía del país y el compromiso de las políticas monetaria y fiscal por mantener la estabilidad macroeconómica”, destacó la agencia estadounidense.
