El quetzalteco Manuel Rodas Ochoa (Decorabaños) puso fin a la sequía de 17 años sin títulos, al coronarse ayer monarca de la 57 edición de la Vuelta a Guatemala, que corrió su etapa final en el Anillo Periférico. El último nacional en coronarse había sido Alberto Fermín Méndez, en 2000.
La jornada 10 fue conquistada por el compañero de equipo de Rodas, Dorian Monterroso, quien cronometró 2 horas, 26 minutos y 39 segundos, al ganarle en el embalaje al grupo conformado por el colombiano Sebastián Rodas (ETS/MÉX), el ecuatoriano Byron Guamá (MTE/ECU) y el mexicano Jacob Huelit (DTM/MÉX), entre otros, todos con el mismo tiempo.
Rodas, 2 veces olímpico (Londres 2012 y Río 2016) completó su faena en 26 horas, 29 minutos y 16 segundos, para sacarle al final 1:48 minutos a su compañero de escuadra Alfredo Ajpacajá. El tercer y cuarto lugar también fueron para nacionales, aunque del Hino-One-La Red, en los pedales de Álder Torres y Jhonathan de León. Esta situación no se daba desde 1983.
El hombre del altiplano ha competido en 13 ocasiones en la máxima prueba ciclista del país, de las cuales ha sido el mejor nacional en 4 (2009, 2015, 2016 y 2017) y ocupó el podio en las últimas 3, pero fue en esta cuando logró el escalón más alto.
El favorito de los quetzaltecos se ha puesto el suéter amarillo de líder en 11 ocasiones y ha conseguido 7 victorias parciales. Su especialidad es la velocidad y siempre destaca en las pruebas contrarreloj.
El Decorabaños se consagró campeón por equipos, para capitalizar una vuelta extraordinaria para los nacionales, que apenas dejaron reconocimientos para los visitantes.
La especialidad de metas volantes fue ganada por el ecuatoriano Guamá, mientras que Monterroso se situó segundo, por delante de Celso Ajpacajá (HOR), mientras que la montaña fue conquistada por Jefferson Cepeda, también de Ecuador, y sus escoltas fueron Alfredo Ajpacajá y el colombiano Salvador Moreno.
Rodas: “Al final soy feliz”
En 2000, mientras Fermín Méndez conquistaba la Vuelta a Guatemala, Manuel Rodas finalizaba sus estudios de primaria. De joven era seguidor del ciclismo y le fascinaba la idea de adentrarse en la disciplina.
Desde aquel entonces, ningún guatemalteco volvió a triunfar, pero, por fortuna, la emoción de Rodas fue tanta que saltó al deporte del pedal y 17 años después emuló la gesta de Méndez.
“El último día escuchaba el tictac en la Avenida Las Américas, cuando él (Méndez) estaba a punto de coronarse. Me emocionaba mucho”, recordó el monarca de la edición 57 de la ronda chapina.
Rodas había figurado en el podio 2 veces, pero nunca como campeón: en 2015 terminó en el tercer lugar y en 2016, en el segundo puesto. Esta vez no hubo lugar
para un extranjero.
¿La tercera fue la vencida?
Nos costó mucho; lo hicimos, y muy bien. Eso significa que el ciclismo guatemalteco está creciendo bastante. De ahora en adelante, estoy seguro de que será una nueva historia.
¿Lo soñó de niño?
Anoche hacía memoria de la última vez que un guatemalteco ganó la vuelta. Recuerdo cómo me emocionaba por él; 17 años después, yo celebré el triunfo. Hay que ser insistentes.
En ese lapso, ¿cuál fue el momento más difícil?
No sé, pero hubo una Vuelta a Guatemala que ni siquiera la terminé por quebrantos de salud. Cuando hay momentos buenos, hay que disfrutarlos.
¿Fue sufrida esta vuelta?
Sí, pero al final soy feliz.
