Por: INGENIERO ELDER FIGUEROA
Secretario Ejecutivo del CONAP
[email protected]
Guatemala cuenta actualmente con 339 áreas protegidas declaradas, las cuales conforman el Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas (SIGAP).
El SIGAP como el principal mecanismo de conservación y uso sostenible del país, se encuentra dividido en seis diferentes categorías de manejo, siendo la sexta el de Reserva de la Biosfera. En nuestra legislación, las Reservas de la Biosfera son áreas de importancia mundial en términos de sus recursos naturales y culturales, son áreas lo suficientemente extensas para constituir unidades de conservación eficaces que permitan la coexistencia armoniosa de diferentes modalidades de conservación, uso y aprovechamiento sostenible de los recursos, bajo este marco descriptivo, resulta evidente la razón por la cual, en el país se han declarado 5 importantes Reservas de la Biosfera: Reserva de Biosfera Maya y la Reserva de Biosfera Montañas Mayas Chiquibul, ambas, ubicadas en el departamento de Petén; la Reserva de la Biosfera Ixil Visis-Cabá en el departamento de Quiché; la Reserva de Biosfera Sierra de las Minas que abarca los departamentos de El Progreso, Zacapa, Las Verapaces e Izabal; Reserva de Biosfera Trifinio, ubicada en el departamento de Chiquimula, la cual forma parte de la Reserva de Biosfera Transfronteriza Trifinio Fraternidad (RBTTF)que también esta integrada por El Salvador y Honduras.
De esta riqueza en materia de Reservas de Biosfera, Guatemala tiene el privilegio como país, que 3 de las 5 Reservas de Biosfera, tengan reconocimientos internacionales ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) a través del Programa de El Hombre y la Biosfera (MaB) por sus siglas en inglés, integrándolas como parte de la Red Mundial de Reservas de Biosfera, siendo estas las Reservas de la Biosfera Maya, Sierra de las Minas y Trifinio, esta última se caracteriza por ser la primera reserva transfronteriza trinacional de Iberoamérica y la segunda en el mundo. Entre todo este contexto nacional e internacional, en donde el ser humano es la pieza hegemónica de las Reservas de la Biosfera, no solo como el beneficiario directo de las diversas modalidades de utilización de la tierra y demás recursos naturales, sino como el actor principal, como el garante del desarrollo de acciones de uso y aprovechamiento sostenible, para la conservación estricta de los núcleos de diversidad biológica e investigación científica con énfasis en las actividades que se derivan de los conocimientos ancestrales y tradicionales de los pueblos originarios y comunidades locales asentadas en ellas y en las zonas de influencia de cada una de las reservas, conformando los mosaicos del paisaje biocultural de nuestras Reservas de la Biosfera.
Entonces, el CONAP se convierte por mandato, en el ente articulador que facilita en el plano nacional el fortalecimiento de las Reservas de Biosfera a través del cumplimiento de planes y políticas de administración. ¡El compromiso conjunto, radica en trabajar para que Guatemala siga manteniendo estos tesoros de diversidad biológica y cultural para el desarrollo del ser humano, en las presentes y futuras generaciones!
“El cumplimiento de los Instrumentos de Gestión del SIGAP son el motor para el fortalecimiento y mantenimiento de las Reservas de la Biosfera en el marco del Programa de El Hombre y la Biosfera.
