Encargado de presidios detalla los esfuerzos del Gobierno para remodelar y tener el control de los centros, así como el combate de la corruptela y la aglomeración de reclusos
En entrevista con el Diario de Centro América (DCA), Sergio Vela, director general del Sistema Penitenciario, expone los retos y logros de su gestión. Asegura que los penales, en medio de una crisis de hacinamiento y corrupción, se transforman bajo nuevos protocolos y con infraestructura renovada, a fin de mejorar las condiciones de reclusión y el trabajo del personal.
¿Cómo encontraron las cárceles?
Era un sistema carcelario totalmente colapsado, inmerso en corrupción, con el funcionamiento de estructuras criminales. Nosotros ya traíamos un plan establecido para la recuperación del sistema. Durante los primeros 100 días hicimos una evaluación y requisas y encontramos varios ilícitos. Posteriormente, analizamos la infraestructura existente, observando hacinamiento total en todos los centros penitenciarios.
¿Qué mejoras han logrado?
Avanzamos en el proceso de recuperación, lo cual incluyó la desocupación y registro de estos lugares de privación de libertad, lo que nos permitió encontrar y confiscar armas, teléfonos, municiones y otros objetos ilícitos. Además, iniciamos la reestructuración del Centro Renovación I, que representa una mejora significativa, que combate el hacinamiento y
optimiza las condiciones de vigilancia para los internos.
¿Qué áreas necesitan más atención?
Aún enfrentamos el problema de superpoblación. Para abordarlo, estamos avanzando con la cárcel de máxima seguridad en Masagua, Escuintla, que se habilitará el próximo año, y planificamos remozar otros penales. También, continuamos con la depuración del personal penitenciario y la incorporación de nuevos guardias para fortalecer la vigilancia y gestión de los penales.
¿Qué características hacen de Renovación I un referente para el control de personas de alta peligrosidad?
Cuenta con un diseño innovador que incluye sectores sin enchufes ni cables eléctricos, lo que deja a los internos sin posibilidades de que puedan hacer uso de aparatos electrónicos. Cada sector dispone de sanitarios y duchas, evita el hacinamiento y se proporcionan espacios adecuados para la higiene personal. Además, implementamos un cambio de imagen y protocolos estrictos que respetan los derechos humanos, lo que garantiza un entorno controlado y confiable.
¿Cuáles son las principales medidas de seguridad que posee ese penal?
Se equipó con un sistema de videovigilancia de circuito cerrado y escáneres corporales para fortalecer las medidas de control. Implementamos aparatos biométricos de reconocimiento facial, a fin de verificar la identidad de los visitantes y establecimos protocolos que minimizan el contacto entre guardias y reclusos, lo que reduce las
posibilidades de corrupción y vinculaciones ilícitas.
¿Cómo contribuirá este centro al combate del crimen organizado y la violencia en el país?
Este centro está diseñado para albergar a personas que representan alta peligrosidad. Al concentrar a estos individuos en un entorno altamente vigilado, esperamos reducir, de manera significativa, su capacidad para influir y operar dentro y fuera de las cárceles.
Hace una semana se hizo el traslado de 131 reclusos a Renovación I. ¿Qué perfiles tienen estas personas y cuál fue el criterio de selección?
Son personas involucradas en actividades de extorsión y delitos de usurpación, asesinato, lavado de dinero y narcotráfico, quienes pertenecen a diversas pandillas. El criterio de selección se basó en el impacto que estos reclusos tienen en la seguridad pública y en la necesidad de aislar a aquellos que representan una amenaza significativa para el orden y la legalidad del país.
¿Es cierto que 29 reclusos, considerados cabecillas de pandillas, no fueron trasladados a este penal?
No es correcto. En realidad se trasladó a todo el personal seleccionado para esta primera fase. En Renovación I hay espacio para 252 reclusos, sin hacinamiento. La segunda fase ya está en planificación para completar los traslados pendientes.
Para asegurar el éxito de esta fase, vamos a aplicar nuevos protocolos de invulnerabilidad, incorporando guardias capacitados y utilizando tecnología avanzada para la identificación y monitoreo de los reclusos. Además, mantendremos vigilancia constante para garantizar que los procedimientos se apliquen correctamente y se minimicen los riesgos de ilícitos durante el proceso de movilización.
Se habla de replicar este tipo de mejoras en cuatro centros penitenciarios en 2025. ¿Cuáles podrían ser?
Estamos analizando otros centros que pueden ser remozados de manera similar a Renovación I. Aunque no puedo especificar todos los nombres, se están considerando aquellos que no presentan hacinamiento y que tienen una infraestructura viable para ser mejorada. La selección se basó en estudios realizados con la colaboración con la embajada de Estados Unidos, enfocándonos en centros que permiten la expansión y mejora.
¿Cómo se asegurará que los cambios estructurales y de control sean efectivos?
Estamos optando por el remozamiento de las instalaciones existentes en lugar de construir nuevas. Este enfoque nos permite adaptar y mejorar la infraestructura actual, con el propósito de cumplir con los estándares del modelo de renovación penitenciaria.
Trabajamos con arquitectos del Sistema Penitenciario y del Ministerio de Gobernación para diseñar condiciones que optimicen el espacio y fortalezcan la seguridad, para tener la certeza de que cada penitenciario implemente, efectivamente, los nuevos protocolos y tecnologías.
¿Qué acciones se implementan en lugares como Pavón?
Mantenemos vigilancia constante y estamos en contacto con la ciudadanía para que denuncie, de forma anónima, cualquier irregularidad al 1533.
¿Cómo avanza el bloqueo de señales de telefonía celular e internet?
Hemos colaborado estrechamente con las telefónicas para identificar y adoptar tecnologías avanzadas que reemplazarán los equipos obsoletos. Este proceso incluye evaluar las últimas innovaciones en bloqueadores de señal y otros dispositivos que sean efectivos y no interfieran con las áreas residenciales cercanas. Esperamos finalizar la implementación en 2025.
En cuanto a la depuración de personal, ¿qué logros se reportan?
Colaboramos con el Ministerio Público y la Policía Nacional Civil para la depuración de los guardias implicados en hechos ilícitos como la trata de personas o el incumplimiento de deberes.
¿Qué perfil se está buscando para los nuevos agentes?
Personas con integridad, comprometidas con la carrera penitenciaria y que cumplan con estrictos requisitos de confiabilidad y profesionalismo.
¿Qué medidas de control y evaluación se pondrán en marcha?
Se tienen previstas pruebas de fiabilidad como polígrafos y estudios socioeconómicos, así como rigurosos exámenes médicos,
físicos y psicológicos. La formación incluye clases específicas sobre trata de personas, derechos humanos, uso adecuado de armas y defensa personal. Los guardias pasarán por monitoreos constantes, a fin de asegurar que los nuevos protocolos se apliquen correctamente, minimizando el contacto y la posibilidad de vínculos indebidos con los reclusos.
¿Cómo sigue la construcción de la cárcel de máxima seguridad en Masagua, Escuintla?
Hemos tenido adelantos en las conversaciones con las autoridades locales, y los consejos comunitarios de desarrollo. Continuamos trabajando en una mesa técnica para llegar a acuerdos beneficiosos para las partes, con el objetivo de llevar a cabo la construcción. Esperamos que la instalación se entregue a finales del próximo año.
Deja un comentario