Comunícate con nosotros al 1590

Revista Viernes

Remembranzasdel decano de la prensa del istmo

Publicado

-

Este viernes 2 de agosto circula el ejemplar 41 mil 324 del Diario de Centro América (DCA), el cual nació a luz pública en 1880, durante el gobierno del presidente Justo Rufino Barrios y por iniciativa del inglés Marco J. Kelly, funcionario de la compañía a cargo de construir el ferrocarril. Por sus cuatro páginas, en blanco y negro, los lectores pagaron medio real.

El decano de la prensa escrita del Istmo cumple 144 años. Surgió como una manifestación de la libertad de prensa impulsada por la Reforma Liberal que encabezaron Miguel García Granados y Barrios.

De la mano de esos reformistas, la modernidad y el progreso habían llegado al país, y se manifestaba por doquier con la introducción del telégrafo, la construcción de las vías del ferrocarril y cientos de escuelas, la habilitación de caminos, la modernización de la agricultura con la introducción del café, así como la apertura y acondicionamiento de las aduanas y puertos.

Y para que se pudieran reflejar esos cambios, se necesitaba de un órgano de difusión, idea que aprovechó Kelly, quien estaba casado con la guatemalteca Carlota Hernández Otero.


Periódico necesario


El Diario de Centro América irrumpió como periódico “mercantil, agrícola, literario, científico y noticioso”, lo cual fue bien recibido por el gobierno de Barrios, pues era una gran ventana para darles a conocer al pueblo y a los países amigos los avances de su gestión. La sociedad anónima se sustentó en un capital de 25 mil pesos, moneda que circulaba en el país en ese tiempo, según Catalina Barrios y Barrios, en su libro Estudio Historico del Periodismo Guatemalteco (Época colonial y siglo XX).


Aunque era un bien suntuario, el nuevo periódico se convirtió en necesario para gobernantes, políticos y empresarios. Con el precio que se pagaba por sus cuatro folios se podía comprar una docena de huevos o cinco libras de frijol. Esa circunstancia no lo hacía un diario popular, pues en una ciudad con 65 mil habitantes no había muchas personas dispuestas a gastar dinero en noticias, aunque gracias al telégrafo, el Diario de Centro América incluía, además de lo que ocurria en el país, los principales acontecimientos del istmo centroamericano y del mundo.

En su momento, también hubo espacios para notas curiosas. Como cuando se informó, el 6 de abril, de la muerte del general Barrios en Chalchuapa, El Salvador, ocurrida cuatro días antes, el 2 de abril de 1885, y siete años más tarde, en 1892, de la partida del país de su viuda, Francisca Aparicio Mérida. “Cúpido entre los ricos”, tituló el diario, e informó que doña Francisca llevaba a España el corazón, embalsamado, del Reformador.

En esos años, el periodismo y la literatura se apoyaban mutuamente. Debido a ello, plumas célebres como las de José Milla y Vidaurre, Enrique Gómez Carrillo, Lorenzo Montúfar y Domingo Estrada se batían en duelo poético con otras de la talla de José Martí, José Santos Chocano o Rubén Darío.

Pese al entusiasmo de sus directores y fundadores (entre los que se cuenta a Marco J. Kelly, Francisco Lainfiesta, Francisco Galindo y el español Francisco Carrión Martínez), el Diario de Centro América sufrió persecución, censura, exilio y cierre durante el gobierno de Manuel Lisandro Barillas (1885-1892).

Los directores de esa época, Lorenzo Montúfar y Francisco Lainfiesta, enfrascados en una polémica interna del periódico sobre el giro que toma la Reforma Liberal, se ven obligados a salir “voluntariamente del país”.

Luego, el dictador Manuel Estrada Cabrera convierte el Diario en periódico semioficial y lo somete a censura. A lo largo de la historia, los gobiernos y los partidos en el poder lo convierten en el vocero oficial.

Diversas sedes en el centro


Físicamente, el DCA nace en una propiedad de la 6ª. avenida sur, calle Real de la ciudad capital, ahora 10 calle y 6ª. avenida zona 1, donde ahora se ubica la panadería San Martín. Luego se trasladó al taller de la tipografía El Progreso, que se localizaba en la 8ª. calle poniente número 1.

Otra de las sedes que tuvo fue en la 3ª. avenida norte y 5ª. calle poniente, donde funciona en la actualidad el Conservatorio de Nacional de Música.

En 1972, se instala en el edificio de la Centenaria Tipografía Nacional, trasladándose de su última ubicación 9ª. avenida entre 11 y 12 calles, donde se dispuso a reorientar dos diarios. La parte informativa correspondía al Diario de Centro América y la parte legal a El Guatemalteco, dependiendo ambos del Ministerio de Gobernación.
La transformación del DCA a lo largo de estos años también ha ido de la mano de los avances tecnológicos del mundo de la impresión y del periodismo, pasando de la época del linotipo a la del offset y a la moderna informática computarizada, de igual forma del blanco y negro a la maravilla del color.

El DCA es un periódico ágil y moderno. Ocupa espacio en el ecosistema mediático del país y cumple su misión de ser el diario oficial del Estado de Guatemala, además de haber sido reorientado desde el 14 de enero de 2024, cuando comenzó de la administración del presidente Bernardo Arévalo y de la vicegobernante Karin Herrera, para transformarse en un medio de servicio público.

Directores durante su primer siglo de 1880 a 1980

  • Marco J. Kelly
  • Enrique Gómez Carrillo
  • Ramiro Ponce Monroy
  • Virgilio Rodríguez Beteta
  • Augusto Mulet Descamps
  • Federico Poaño
  • José Valle
  • José Rodríguez Cerna
  • Ramón A. Salazar
  • Alejandro Arenales
  • Gustavo Martínez Nolasco
  • Benjamín Paniagua
    Santizo
  • Eduardo Mayora
  • Víctor Miguel Díaz
  • Federico Hernández
    Cobos
  • Virgilio Rodríguez Macal
  • Manuel María Ávila Ayala
  • Arturo Valdez Oliva
  • Miguel Ángel Urrutia
  • Leopoldo Castillo Sáenz
  • Federico Alvarado Fajardo
  • León de Gandarias
  • Ricardo Peralta H.
  • José Víctor Sánchez
  • Carlos Gándara Durán
  • Alberto Arriola Ligorría
  • Demetrio Viena
  • Adrián Pineda M.
  • José María Alejos
  • A. J. Echeverría
  • Javier Valdeavellano
  • Francisco Lainfiesta
  • Aquiles Rosaspina
  • Manuel Dardón H.
  • Miguel A. Navarro
  • Rafael Villeda Guzmán
  • Miguel Asturias Morales
  • José Milla y Vidaurre

Directores en orden cronológico
de 1980 a la fecha

  • Federico Zelaya Böcler, 1980-1981
  • Guillermo E. Contreras Cisneros, 1982
  • Juan Fernando Cifuentes
    Herrera, 1983
  • Luis Mendizábal, 1984-1986
  • Danilo de León, 1987
  • Carmen Escribano de
    de León, 1988-1989
  • Julio R. Santos, 1990-1991
  • Héctor Cifuentes Aguirre,
    1991-1997
  • René Rosales García Salas, 1998
  • Ana Lucrecia Coloma de
    Glaesel, 1999
  • Silvia Josefina Méndez
    Recinos, 2000
  • Carlos Rafael Soto, 2001- 2002
  • Alejandro Pérez, 2002-2003
  • Wagner Collado, 2003-2004
  • Luis Eduardo Marroquín,
    2004-2008
  • Ana María Rodas, 2008-2012
  • Gustavo Soberanis, enero de 2012 a abril 2013
  • Héctor Salvatierra,
    2013-2017
  • Pavel Arellano Arellano, 2017 – 2020
  • Silvia Stela Lanuza Campo,
    enero de 2021 a enero de 2024
  • Carlos Morales Monzón,
    enero 2024 a la fecha.

Elementos arquitectónicos

Las instalaciones del Diario de Centro América están en el Edificio de la Tipografía Nacional, inaugurado en 1943, cuya infraestructura es de estilo neocolonial.

En todo el entorno del edificio hay esculturas de altorrelieve, en forma de medallón, que fueron elaboradas por el escultor guatemalteco Pedro García Manzo; estas se pueden apreciar según su ubicación:

De la 7ª. avenida de sur a norte, hasta la esquina de la 18 calle
Medallones dedicados a los principales tipógrafos de la época de la Colonia hasta la Independencia:

  • Mariano Sánchez Cubillas
  • Emmanuelen Arévalo
  • Cristóbal de Hincapié
  • Alejo Mariano Bracamonte
  • Juana V. de Arévalo
  • Sebastián de Arévalo
  • Br. Antonio de Velasco
  • Antonio de Pineda
  • José de Pineda Ibarra, primer
    impresor de Guatemala

Sobre la 18 calle, de la esquina este a oeste hasta la mitad del edificio
Personajes relacionados con la imprenta luego de la Independencia

  • Joaquín de Arévalo
  • Ignacio Beteta y Quirós
  • Alejandro Marure, considerado el primer historiador de Guatemala
  • Luciano Luna
  • Abraham Fernández Padilla
  • José Higinio Taracena Pérez

En el resto del edificio
Personajes relacionados con el periodismo nacional y el DCA. Se colocaron cuando fue construida la segunda parte de la edificación (1933-1939).

  • Pedro Molina, considerado el
    primer periodista de Guatemala
  • Marco J. Kelly, fundador del Diario
    de Centro América
  • Francisco Cabrera Escobar
  • Francisco Lainfiesta Torres
    (dueño del DCA cuando lo
    vendió al gobierno en 1900)
  • Marcial García Salas (introdujo la linotipia a Guatemala en 1909,
    trabajaba en un periódico)
  • Gerardo Gordillo Taboada
  • Raymundo Gutiérrez
  • Baldomero Siguere
  • Pedro Arenales
  • Víctor Miguel Díaz
    (conocido como el viejo re pórter)
  • Osmundo Arriola Villagrán
  • Nicolás Reyes Ovalle
    (director de la Tipografía
    Nacional y fundador del
    equipo de futbol en 1926)
Juan René Chicoj Fotógrafo: Mario León
Seguir leyendo

Revista Viernes

Guardián de lostejidos artesanales

Publicado

-

El Museo Ixchel del Traje Indígena narra la historia ancestral entre la artesanía y la cultura

Un recorrido por la creatividad, color y tradición de los textiles se respira en el Museo Ixchel del Traje Indígena. Por todo el recinto se observan vestimentas de uso cotidiano o ceremonial.


Violeta Gutiérrez, directora técnica y curadora, explicó durante un recorrido su experiencia de los años que ha laborado en la institución. “Mi memoria nunca me alcanzaría para recordar todo, pero siempre hay detalles específicos que señalo; por ejemplo, este tocado es símbolo de belleza y jerarquía”, explicó. Asimismo, expuso en cada sala su contenido, los materiales que se usaron para la confección de las prendas como los tintes naturales, seda, lana y cómo el instrumento predilecto de la época prehispánica era el telar de cintura que se conserva aún, a pesar de la influencia de las máquinas industriales o
computarizadas.


Gutiérrez mostró la evolución de la vestimenta maya en las comunidades de los departamentos. En las vitrinas se observan algunas que en cada década van cambiando en textura, tonos y figuras. Otro de los detalles interesantes que mencionó es que los lienzos tienen olor a humo y es porque por lo regular las mujeres tejen en la cocina.


Historia desde 1973


En la década de los años setenta se fundó el museo que colecciona, conserva, documenta, rescata, exhibe y educa sobre el patrimonio textil indígena guatemalteco. Desde 1993 se construyó un edificio que está en el campus de la Universidad Francisco Marroquín, diseñado por los arquitectos guatemaltecos Víctor Cohen, Augusto de León, Peter Giesemann, Adolfo Lau y Guillermo Pemueller. En el friso se aprecia el rupan, un diseño tejido en los huipiles de San Juan Comalapa, Chimaltenango.


Guarda una colección de textiles de los siglos XIX, XX y XXI, cerámicas, joyas y libros.


Son 8 mil originales de 147 municipios, 34 aldeas y 181 comunidades. El equipo también documenta, estudia, cuida y conserva las piezas que incluyen muestras ejemplares de las comunidades indígenas con vestiduras ceremoniales para hombres y mujeres.


Parte significativa de la recopilación se debe a donaciones recibidas durante más de 40 años. Aumenta anualmente para reflejar la constante evolución y cambio de los diseños y textiles. “Esto es para enfrentar las necesidades de quienes los utilizan y su creciente demanda mundial”, cita la información de la pinacoteca.


Hay variedad de prendas de uso cotidiano y ceremonial: huipiles o blusas, sobrehuipiles, cortes o faldas; su’t o paños destinados a diferentes propósitos, perrajes o rebozos, cintas y tocoyales para la cabeza, velos, pañuelos, ponchos, ponchitos, rodilleras, jergas, sacos, cotones, capixayes, sobrepantalones, pantalones, camisas, fajas, servilletas, manteles, pañitos ceremoniales, entre otros.
De igual forma se aprecian accesorios, sombreros, listones, collares, chachales, aretes, anillos, morrales de algodón, lana y henequén, sandalias y más.


Son de interés las usadas para adornar a las esculturas de los santos, como las bandas, otras parecidas a mangas sin puños para tapar los brazos, de manera que al ponerlas junto al manto de la imagen pareciera que esta portara una camisa; así como los huipiles que se usaban para vestir las efigies de las vírgenes.


Colección
Olga de Geng


La colección completa de huipiles en miniatura consta de 112 réplicas de ejemplares de uso diario y ceremonial. Proceden de 82 municipios del Altiplano, cuyos usuarios pertenecen a 13 grupos lingüísticos.
La autora los bordó entre 1980 y 1985, copió exactamente los diseños, colores y formas de ropas auténticas.  


Olga Arriola de Geng investigó durante muchos años la indumentaria maya y publicó dos obras sobre el tema: Los Tejedores en Guatemala y la Influencia Española en el Traje Indígena y Técnicas de Bordados en los Trajes Indígenas de Guatemala.


Exposición permanente


Se observa la evolución de la tradición textil de Guatemala desde tiempos prehispánicos hasta el presente. Son cuatro salas donde se conocen los orígenes, variaciones y continuidades que ha experimentado a lo largo del tiempo el traje, mismo los instrumentos de tejido, los materiales y las técnicas.


Exposición temporal


Su fin es destacar dimensiones y rasgos propios de la tradición textil guatemalteca, así como difundir la colección del museo y la riqueza cultural, técnica y estética que encierra. Investigaciones realizadas con el propósito de sustentar los guiones museográficos, enriquecen la documentación y la colección textil.

Visitas guiadas

Educación Ixchel ofrece una visita guiada por las diferentes salas de exposiciones permanentes y temporales cuyo objetivo es el aprendizaje en torno a la tradición textil de esta ancestral cultura. Este incluye una guía por todas las salas de exhibición y la presentación del video Indumentaria maya de Guatemala y para los estudiantes de primera el video animado de Tradición textil de Guatemala. Al final se imparte un taller sobre diferentes técnicas textiles.
Si desea más información escriba a [email protected] o al teléfono 2331-3739.

Marisol Vásquez Fotógrafo: Cecilia Vicente
Seguir leyendo

Revista Viernes

Alimentos que relatan una historia

Publicado

-

El cacao, el tamal de carne y la piedra de moler son parte de la arqueogastronomía que fusiona el mundo antiguo con el presente

Se ha preguntado los orígenes de algunas recetas, de sus métodos de preparación, utensilios o ¿cuánto ha evolucionado desde hace más de tres siglos el tamal de carne? ¿Qué dicen las vasijas sobre lo que consumían antes los antepasados o cómo lo preparaban? Una combinación de disciplinas despeja las dudas sobre estas interrogantes.


Arqueogastronomía es un término emergente en Latinoamérica, estudia la alimentación en el mundo antiguo, a través de la historia y la arqueología. De acuerdo a la página web kuanum se centra en aprender las formas de transformar los alimentos desde los tiempos más antiguos hasta la actualidad. “Los rastros que quedan en las vajillas, en los desperdicios o incluso en los depósitos de las letrinas, es decir, los váteres de los antepasados romanos, nos ayuda a saber qué se comía en el pasado y cómo se hacía”, cita.


María Regina Moraga domina el tema de los alimentos y la arqueología porque estudió profesionalmente ambas. Es arqueóloga y chef guatemalteca, pionera en el desarrollo de la propuesta teórico metodológica de arqueogastronomía, que estudia la relación entre la comida y las culturas mesoamericanas. Aún se considera un concepto nuevo, el cual se diferencia de la historia de la gastronomía porque aplica los conocimientos obtenidos a partir de las técnicas propias de la ciencia.


“El término es nuevo para América Latina, lo pensé sin saber si existía y luego averigüé en Internet, porque mi intención era algo que nos identificara como guatemaltecos”, expresó la profesional. Indicó que en México, por ejemplo, se trabaja mucho la antropología de la alimentación y aquí es diferente; además, encontró que esta práctica la usaban en Italia y España. “Ellos la utilizan para propiciar el turismo arqueológico”, aseveró.


Moraga ha impartido cursos en universidades, charlas, conferencias, para brindar una visión integral de la alimentación que pasa por diferentes períodos de la historia en Guatemala, prehispánico, hispánico, al explorar técnicas de investigación como el análisis e interpretación que permiten hacer sobre los restos arqueológicos y la reconstrucción a través de inferencias de las preparaciones, los métodos, utensilios que se usaron hasta la actualidad. De cómo cada coyuntura afectó el modo de hacerlos y también las implicaciones en la cosmovisión. Empezó con gastronomía mesoamericana, pero como investigadora continuó sus estudios porque, como bien enfatiza, no se puede desligar la gastronomía de la identidad del país.


“Todo se refleja en el sabor de la comida y su idioma, que nos identifican que somos del mismo país. Ahí me doy cuenta de que faltaba un término para unificar ambas disciplinas”, mencionó. También recalcó que la arqueología va a brindar esa historia evolutiva de los procesos gastronómicos para entender cómo es la de hoy. Reconstruir la historia culinaria de Guatemala por medio de la evidencia que proporciona la arqueología desde la perspectiva de la interpretación y aplicación de la cocina.

Algunos datos de la experta

La gastronomía petenera es diferente, porque está más relacionada con la península yucateca y Belice.
No hay receta maya, enfatizó la arqueóloga, pues en ningún dintel o vaso aparece una descripción estandarizada del proceso. A su consideración, no existen las recetas mayas, tampoco definirla como comida típica: “Nuestra memoria, no alcanza para dimensionar la evolución de 500 años y cómo ha trascendido”. Ejemplifica cómo desde el siglo XVI han cambiado la preparación de los tamales en los pueblos originarios. “Es comida tradicional guatemalteca, debido a que señalarla como típica es un concepto pobre para definir algo elaborado con procesos, tradición, raíces y herencia”, declaró.
Mostró su preocupación de que los jóvenes solo ingieren comida rápida y los preparados, de perder los momentos para compartir con la familia, la identidad como célula principal de la sociedad, también la de sus comunidades.

Congreso de Gastronomía Guatemalteca

En el Tercer Congreso de Gastronomía Guatemalteca que se realizó en Tikal Futura Hotel & Convention Center, en el marco de la Feria Alimentaria 2024, se expuso sobre principales descubrimientos de la presencia del cacao en los monumentos arqueológicos de los mayas en Guatemala. La especialista durante su exhibición explicó sobre sus orígenes, las vasijas, representaciones artísticas, regiones dónde se manifestaba, rutas principales de distribución y más.
El kakaw: fruto de los dioses mayas demostró cómo este influyó en la cultura guatemalteca desde la época prehispánica hasta el presente.
El escritor colombiano Alonso Sánchez Baute explicó: “Varias investigaciones han concluido que el origen del cacao no hay que buscarlo ni en México, ni en Honduras, ni en Guatemala, sino aquí, en Suramérica”.
De cómo el simbolismo y mitología: el significado espiritual del cacao para los mayas y otras culturas mesoamericanas, de su asociación con dioses y rituales. “Era muy preciado en la cultura maya donde se asociaba con el simbolismo del inframundo por necesitar la sombra del cacahuananche para crecer”, expresó Tomás Pérez Suárez, investigador del Instituto de Investigaciones Filológicas del Centro de Estudios Mayas.
Dentro de los elementos y métodos que han trascendido se incluye la piedra de moler, así como las técnicas y los métodos artesanales y de raíces ancestrales, como calentar esta herramienta al momento de trabajar. También conservar mezclas clásicas, como atol de masa y cacao (chilate), mezclas de achiote, pinol con achiote y otras.

Marisol Vásquez Fotógrafo: Norvin Mendoza
Seguir leyendo

Revista Viernes

La insólita historiadel Himno Nacional

Publicado

-

Carente de autor, cambio de letra, elogios, conspiraciones y más, han pasado en las crónicas de la realización del canto patrio

“¿Qué es un himno? una canción que condensa, libre y fiera, el amor, el alma entera de un pueblo, de una nación; es justicia, es redención, cuando canta la igualdad; es viento de tempestad en que los héroes se encienden cuando iracundos defienden su tierra y libertad”, se leyó en el estreno del Himno Nacional de Guatemala, el 14 de marzo de 1897, en el desaparecido teatro Colón.


Este no tenía las mismas estrofas que hoy en día se entonan, y para lograr tener un himno propio se recorrió un largo camino que tuvo cambios en dos siglos diferentes.


El inicio de la historia


El 24 de julio de 1896, se publicó un acuerdo para convocar a un concurso literario y musical: “Considerando: que se carece en Guatemala de un himno nacional, pues el que hasta hoy se conoce con ese nombre, no solo adolece de notables defectos, sino que ha sido declarado oficialmente como tal; y que es conveniente dotar al país de un himno que por su letra y música responda a los elevados fines que en todo pueblo culto presta esa clase de composiciones; El presidente de la República acuerda: 1º.- Se convoca un concurso para premiar en público certamen el mejor himno nacional que se escriba y la mejor música que a él se adapte. Para el efecto, el plazo para la presentación de las obras al ministerio de instrucción pública, en pliego cerrado y con la contraseña que en tales casos se estila, terminará el día 15 de octubre próximo. Un jurado compuesto de personas competentes calificará las obras presentadas, en los quince días siguientes a la citada fecha; y designada que sea la que definitivamente deba adoptarse como himno nacional, se hará circular impresa, a fin de que sea conocida por los filarmónicos que quieran tomar parte en el concurso musical. Este se cerrará el 1º. De febrero de 1897, y otro jurado de iguales condiciones que el anterior, calificará las obras y designará la que merezca el premio. 2º.- El premio consistirá en una medalla de oro con su correspondiente diploma para los autores de la letra y música que fueren designados por los jurados respectivos, premios que se adjudicarán de una manera solemne y en la forma que se establezca, el día 15 de marzo de 1897, día en que se romperán las plicas que contengan las firmas de los concurrentes. 3º.- En este concurso sólo podrán tomar parte los guatemaltecos. -Comuníquese. Reina Barrios”.


Entre los trabajos presentados no hubo alguno que fuese de aceptación, y el que resultó ganador fue un texto con firma anónima: “a nuestro juicio, el himno que empieza con las palabras <> y lleva al pie la de <>, entre paréntesis es el que mejor responde a las condiciones de la convocatoria”, firmó el jurado calificador, del cual era miembro José Joaquín Palma.


Y fue así como el 28 de octubre de 1896 se publicó el Acuerdo Gubernativo con el texto ganador del himno nacional y, posteriormente, el 19 de febrero de 1897 el que daba por ganador a don Rafael Álvarez, quien tuvo calificación preferente para musicalizar la letra antes presentada.


Polémico anonimato


Desde que se anunció que el poema ganador era anónimo hubo varias teorías para dar con el autor. Uno de ellos fue Manuel Cabral, quien al momento de que José Joaquín Palma confesó su autoría, expuso: “Juré a mi amigo el poeta Palma, que jamás, por ningún motivo ni circunstancia, faltaría a la promesa de guardar el incógnito sobre la paternidad del poema del himno nacional. Ahora que él mismo ha tenido a bien darse a conocer como el autor, no me queda más que pedirle mil perdones por haber cargado temporal e involuntariamente con sus laureles, sin sospechar nunca que esta actitud hidalga y honrada me acarrearía tantas amarguras y desazones en los últimos días de mi vida”.


Es de suponerse que Palma recibió grandes halagos y el reconocimiento no solo por escribir el poema, sino por todo el cariño que mostró al país. El 23 de julio de 1911, Palma yacía enfermo y se organizó un homenaje de la prensa de Guatemala hacia el poeta, este se realizó en el foyer del desaparecido teatro Colón. Y finalmente falleció el 2 de agosto del mismo año.


Las variantes


El 26 de julio de 1934 se divulga un nuevo Acuerdo Gubernativo en el que se aprobaron las reformas al símbolo patrio. Este trabajo fue realizado por el gramático, académico y filólogo José María Bonilla Ruano y su finalidad fue de que la letra representara mejor a los guatemaltecos.


Recientemente el Ministerio de Cultura y Deportes lanzó el libro Anotaciones Críticodidácticas sobre el poema del himno nacional de Guatemala, escrito realizado por Bonilla Ruano en 1934 cuando se trabajaron las variantes, en este se ubica toda la historia, datos, consideraciones y conceptos que usó para realizar las modificaciones, también un himnario universal y en el cierre el himno nacional en los idiomas q’eqhi’, k’iche’, garífuna y kaqchikel.


Desde 1935, fecha en que se publicó, no se había impreso una segunda edición hasta que ahora, 89 años después “vuelve a ver la luz para continuar ilustrando a los interesados en conocer cercanamente la necesidad de estas reformas”, se indica en el texto.


Notas de prensa


Luego de las enmiendas a la letra del canto patrio, varios medios nacionales y extra

njeros se pronunciaron, la mayoría elogiando el trabajo realizado por José María Bonilla Ruano. “Todo hombre culto aplaudirá el cambio que se ha hecho en algunas palabras del himno nacional de Guatemala. La forma anterior se escribió en la atmósfera turbulenta de la reforma, y, como era natural en tales circunstancias, se le dio voz poética a los sentimientos agitados del momento; hecho que dio por resultado que el himno fuera propio únicamente para aquellos que simpatizan tanto con las matanzas, la destrucción y ‘chocar el acero vibrante’”, refería la página editorial de El Mensajero en agosto de 1934.

Los cambios en el himno nacional

Antes
¡Guatemala feliz!… ya tus aras
No ensangrientan feroz el verdugo
Ni hay cobardes que laman el yugo
Ni tiranos que escupan tu faz

Ahora
¡Guatemala feliz!… que tus aras
No profane jamás el verdugo
Ni haya esclavos que laman el yugo
Ni tiranos que escupan tu faz

Antes
Si mañana tu suelo sagrado
Lo profana invasión extranjera
Tinta en sangre tu hermosa bandera
De mortaja al audaz servirá

Ahora
Si mañana tu suelo sagrado
Lo amenza invasión extranjera
Libre al viento tu hermosa bandera
A vencer o a morir llamará

Antes
Te arrancaron del potro sangriento
Y te alzaron un trono de amor

Ahora
Y lograron sin choque sangriento
Colocarte en un trono de amor

Antes
Es tu enseña pedazo de cielo
Entre nubes de nítida albura
¡ay de aquel que con mano perjura
Sus colores se atreva a manchar!
Ahora
Es tu enseña pedazo de cielo
En que prende una nube su albura
¡ay de aquel que con ciega locura
Sus colores pretenda manchar!

Antes
Que tus hijos valientes y altivos
Ven con gozo en la ruda pelea
El torrente de sangre que humea
Del acero al vibrante chocar

Ahora
Pues tus hijos valientes y altivos
Que veneran la paz cual presea
Nunca esquivan la ruda pelea
Si defienden su tierra y su hogar

Katheryn Ibarra Fotógrafo: Mariano Macz
Seguir leyendo

Directorio

  • Dirección General: Carlos Morales Monzón
  • Coordinación General de Redacción: Miguel González Moraga
  • Coordinación de Información: Mario Antonio Ramos
  • Editores: Carlos Ajanel Soberanis, Jose Pelico, Erick Campos, Katheryn Ibarra y Max Pérez
  • Página Web: Magaly Alvarado

©2024 Diario de Centro América - Todos los derechos reservados.