El Inab, junto al Consejo Nacional de Áreas Protegidas, presentaron hoy el Reglamento para el Manejo Sostenible del Recurso Forestal del Ecosistema Manglar, el cual pretende regular las acciones de protección, conservación, restauración y manejo sostenible del recurso forestal manglar en el país.
Durante 20 años, el Estado guatemalteco ha invertido no menos de Q6.4 millones en 14 proyectos en la modalidad de protección por medio de los programas de incentivos forestales que impulsa el Instituto Nacional de Bosques (Inab), logrando la permanencia de más de 4 mil 400 hectáreas de mangle.
El Inab ha desarrollado iniciativas de recuperación de áreas por diversas técnicas, entre ellas la regeneración natural inducida y plantaciones de mangle. Se han establecido viveros para la producción de especies forestales y de manglar; en el caso de las especies forestales, son parte de la estrategia de proveer de materia prima con fines energéticos a las comunidades, para minimizar la presión sobre el recurso forestal del ecosistema, produciendo un millón 935 mil 286 plantas.
Los manglares son ecosistemas costeros de suma importancia para la humanidad y la conservación de la biodiversidad, siento el refugio para especies terrestres, marinas y costeras que contribuyen a la sostenibilidad de la pesca.
Además, forman una barrera natural que protege a las poblaciones de eventos climáticos extremos como huracanes e inundaciones, estabilizan las costas y reducen la erosión del suelo. En Guatemala existen 25 mil 089; el 23 por ciento se encuentran en áreas protegidas, y el 77 por ciento de ellas fuera de áreas protegidas.
El Inab mantiene vigente un convenio con la Oficina de Control de Áreas de Reserva del Estado (OCRET), con la finalidad de apoyar a las comunidades marino-costeras que tienen arrendamientos en áreas territoriales del Estado de Guatemala y que tengan cobertura manglar, con la finalidad de que se beneficien con incentivos forestales y garantizar la conservación del recurso en los litorales del país.
