Con el propósito de resaltar la cultura tradicional del país y generar ingresos, dos empresarios unieron esfuerzos para fusionar el arte de la alfarería con la creación de purificadores ecológicos.
Se trata de los ecofiltros ancestrales, unidades con características mayas, que crearon las compañías Selva Savia y Ecofiltro, a raíz de la necesidad de motivar la economía de los artesanos que elaboran objetos con arcilla.
“Hemos tomado el tema maya para recuperar el valor del trabajo artístico hecho a mano, ya que sabemos que es una labor importante para nuestra cultura”, afirmó Bernardo Vásquez, representante de Selva Savia.
Entre los novedosos utensilios están los de barro terracota y barro negro, que representan diferentes figuras como el pizote, Tojil, Chanchén, Chaac e Itzá, etcétera. El proceso
En este caso, la confección de las piezas toma de 2 a 3 días, de acuerdo con lo que se desee trabajar, y la materia prima se obtiene de las montañas de Santa Cruz Chinautla, Chinautla.
“Después de que obtenemos el barro, lo trasladamos hacia nuestra fábrica, para luego amasarlo y exponerlo al sol, ya que de esta forma se elimina el agua.
Después, procedemos a escupirlo”, detalló Vásquez. Datos de la Comisión de Productos Hechos a Mano, de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), dan cuenta que en 2023 las pymes, por medio de variadas actividades, cerraron el año con un valor exportado de 77 millones de dólares, que representan el uno por ciento del total de las ventas al exterior acumuladas del país.