El gobierno socialista de Portugal, dependiente de una frágil alianza con la izquierda radical, se halla bajo presión de la Comisión Europea (CE), que juzga poco creíble su proyecto de presupuesto para 2016, en el cual se ha planteado reducir el déficit público a un 2.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
La propuesta contempla una ecuación en principio insoluble: dar vuelta la página de la austeridad; por lo cual, la CE (ejecutivo de la Unión Europea) señaló incoherencias en el proyecto de presupuesto y pidió explicaciones escritas antes del fin de semana.
“Las discusiones se prosiguen. Hay divergencias, que estamos tratando de reducir”, dijo Annika Breidthardt, portavoz de la Comisión, quien se negó a especular sobre un posible rechazo del proyecto de presupuesto.
Discrepancia
La principal discrepancia gravita entorno al porcentaje de déficit estructural (una variable que calcula el déficit público independientemente de los efectos del ciclo económico y permite por eso evaluar la situación fiscal): Portugal quiere reducirlo en 0.2 puntos porcentuales, pero Bruselas exige un recorte de 0.6 puntos.
Al respecto, Antonio Costa, primer ministro de Portugal, se limitó a reiterar su convicción de alcanzar un acuerdo antes del jueves, cuando se reúna el gabinete, sin renegar sus compromisos.
Para conseguirlo, tendrá que evitar el enfrentamiento y deberá resignarse a hacer concesiones.
“Costa nunca querrá correr el peligro de convertirse en el nuevo Alexis Tsipras de Europa”, afirmó el politólogo José Antonio Passos.
Tsipras, el líder de Syriza, desafió abiertamente a la Comisión, pero tuvo que dar marcha atrás y aceptar duras medidas de ajuste.
Empobrecimiento
Por su lado, el secretario general del Partido Comunista, Jeronimo de Sousa, denunció el chantaje de la Comisión, que impulsa políticas de empobrecimiento del país.
En tanto, Catarina Martins, portavoz del Bloque de Izquierda, puso en guardia al gobierno contra la adopción de medidas que puedan comprometer una mejora del poder adquisitivo.
Cuestionamiento
El proyecto de presupuesto, comunicado a Bruselas hace 10 días, fue cuestionado por todas las agencias calificadoras de riesgo y por los expertos portugueses en cuestiones financieras.
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