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COLUMNAS

¿Por qué hay que seguir la dieta mediterránea tradicional?

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Por: Miguel Ángel Martínez González y Estefanía Toledo, Universidad de Navarra (M. Preventiva) y Universidad de Harvard (Nutrition) / Universidad de Navarra (M. Preventiva)

La dieta mediterránea es el patrón alimentario referente en todo el mundo. El menú ya lo conocemos: un consumo reducido de carnes, especialmente evitar las rojas y procesadas, prefiriéndose el consumo de pescado y, en todo caso, el huevo o la carne de ave. La mantequilla, la nata o la crema, y sus derivados, se sustituyen por el aceite de oliva virgen extra. Y de postre, fruta. Pan integral en vez de pan blanco, y poner un especial énfasis en la calidad de la preparación de los platos, en vez de tomar inmensas cantidades o buscar los hartazgos de comida. La frugalidad y la moderación son la clave para cumplir con los pocos requisitos que exige esta dieta.

La necesidad de basar la prevención en las mejores evidencias científicas ha hecho que se desarrollen diversos estudios en miles de personas, inicialmente libres de enfermedad, buscando el mejor modo de evitar la aparición de nuevos casos que afecten a la salud. Nuestro departamento, el de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, se dirige a realizar acciones educativas y de promoción de salud eficaces, por estar basadas en un fundamento sólido procedente de la mejor ciencia disponible. Por ello, hace ya 16 años que se planeó el ensayo Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea) y, aunque se terminó tempranamente después de un seguimiento medio de 4.8 años, se demostró que en aquellos grupos que consumían la dieta mediterránea se reducía significativamente la tasa de enfermedad cardiovascular principal (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o muerte cardiovascular) en un 30 por ciento. También se redujo la enfermedad arterial periférica, el deterioro cognitivo, la depresión, la diabetes tipo 2, la fibrilación auricular, y, a casi un tercio, el riesgo de desarrollar cáncer de mama en comparación con el grupo asignado a una dieta baja en grasa. Esto se comprobó en el seguimiento de más de 4000 mujeres durante 4 años y está muy de acuerdo con estudios previos de tipo observacional, con diversos estudios de laboratorio y con la menor incidencia de cáncer de mama en los países que más aceite de oliva consumen. Teniendo en cuenta que el cáncer de mama es la principal causa de mortalidad prematura en mujeres en nuestro país, estos resultados son muy alentadores y requieren confirmación con nuevos estudios de intervención a gran escala. Además, no se requieren ni cambios muy drásticos, ni es una dieta pensada para “torturar” a los que la practican. Es muy grata al paladar y permite disfrutar de la alimentación.

Por otra parte, cuando se consideran en su conjunto los numerosos estudios que se han realizado ya sobre la dieta mediterránea en múltiples países, puede concluirse sin miedo a exagerar que no hay otro patrón de dieta con una evidencia de beneficio cardiovascular y frente al cáncer tan fuerte y tan sólidamente fundada.

Esto es así porque los resultados de Predimed coinciden con los de otro ensayo previo realizado solo en supervivientes de infarto de miocardio (ensayo de Lyon) y están también reforzados por una multitud de otros estudios de tipo observacional de gran tamaño, como la cohorte SUN (Seguimiento Universidad de Navarra) o la cohorte EPIC-España. Actualmente, el departamento ha promovido, en colaboración con otras instituciones, nuevos proyectos de gran envergadura entre los que destacan PREDIMAR y Predidep (Prevención con Dieta Mediterránea de Arritmias y Depresión, respectivamente), así como PREDIMED-PLUS, financiado por el Instituto de Salud Carlos III y una gran beca europea concedida al Departamento de Medicina Preventiva. En el gran ensayo PREDIMED-PLUS, comenzado en 2013, participan 23 universidades y hospitales de toda España y se trabaja con 6900 voluntarios para fomentar la dieta mediterránea, la pérdida de peso y la actividad física para la prevención cardiovascular, del cáncer y de otras enfermedades crónicas. Los resultados estarán disponibles dentro de  4 años. Se están poniendo las bases desde nuestro Departamento para desarrollar un gran ensayo colaborativo (POBMED) para prevenir el cáncer de mama y sus recidivas con dieta mediterránea.

En este Día Mundial de la Alimentación, queremos dejar patente la importancia de seguir la dieta mediterránea tradicional, porque los estudios que llevamos realizando desde hace años en beneficio de la salud pública, demuestran que verdaderamente cuanto mejor se come, más nos beneficiamos a nosotros mismos.

Redacción DCA
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COLUMNAS

Política Cultural Municipal: un impulso para el desarrollo local

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Lic. Ernesto Salvador Flores Jerez 

Dirección General de Desarrollo Cultural 

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La Política Cultural Municipal (PCM) es un instrumento clave que integra un plan de acción y organización a nivel municipal con un enfoque a mediano y largo plazo. Su objetivo es impulsar el desarrollo cultural, posicionando a la cultura como un motor de crecimiento para las comunidades locales. Desde su inicio en 2016, se han formulado 130 PCM, que han sido aprobadas por sus respectivos consejos municipales, alcanzando un hito importante en 2024.

Este proyecto, impulsado por el Ministerio de Cultura y Deportes, a través de la Dirección General de Desarrollo Cultural, se centra en la descentralización de los procesos culturales, asegurando la salvaguarda y promoción de las expresiones culturales, tradiciones y patrimonio local.

Este proyecto se centra en la descentralización de los procesos culturales, asegurando la salvaguarda y promoción de las expresiones, tradiciones y patrimonio.

A lo largo de cinco fases, el proyecto busca involucrar a las autoridades edilicias, organizaciones de la sociedad civil y actores culturales locales, en un proceso colaborativo que refuerza la identidad y riqueza cultural de cada municipio.

La primera fase se enfoca en la vinculación entre el Ministerio de Cultura y Deportes con las autoridades municipales, asegurando el compromiso y aprobación del Concejo Municipal para formular la PCM.

En la segunda fase, se realizan encuentros presenciales en los municipios con la participación de actores culturales clave, en donde se discuten temas esenciales como las artes, patrimonio cultural y deporte, identificando problemáticas y soluciones para su desarrollo.

La tercera fase comprende la redacción de la propuesta de PCM, basada en la información recopilada durante los encuentros. Seguidamente, en la cuarta fase, se lleva a cabo un taller final para validar y corregir la propuesta antes de su presentación oficial al Concejo Municipal para su aprobación.

Finalmente, la quinta fase culmina con la entrega pública de las PCM a nivel nacional, un acto que formaliza el compromiso de las autoridades y actores culturales para la implementación de estas políticas. Este esfuerzo conjunto tiene como meta principal el rescate, la promoción y la preservación de la diversidad cultural y deportiva en cada municipio, fomentando el buen vivir y fortaleciendo el tejido social a través de la cultura.

Con estas acciones, la Política Cultural Municipal se consolida como una herramienta fundamental para el desarrollo sostenible de las comunidades locales, garantizando que las futuras generaciones puedan disfrutar y participar en la rica herencia cultural de sus municipios. Este 2024 se logra un éxito al acumular ya 130 PCM a nivel nacional. 

Colaborador DCA
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COLUMNAS

Pueblos de mujeres y niños

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Patricia Letona
Innovación y Relacionamiento Estratégico

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¿Qué futuro le espera a un pueblo cuyo tejido social se ha roto, donde la mayor aspiración de sus jóvenes es encontrar los recursos necesarios para migrar?  

¿Cómo hemos fallado como país para que la migración se haya convertido en la principal opción para garantizar el sustento económico?  

Tan solo en el 2021, cerca de 300 mil guatemaltecos llegaron de manera irregular a la frontera sur con Estados Unidos, no todos lograron pasar. Muchos de ellos comprometieron todo su patrimonio familiar. 

Conozco a guatemaltecos migrantes  que desean regresar, pero no saben qué hacer al volver.

En lo profundo de Guatemala encontramos pueblos habitados casi en su totalidad por mujeres, niños y ancianos porque sus hombres y jóvenes ya han migrado. Estamos comprometiendo seriamente las posibilidades de nuestro país si no hacemos un alto e invertimos en la educación tanto de niñas como niños, de los jóvenes. No solo educación formal que de por sí es tan precaria, sino también en habilidades blandas y de desarrollo personal que les permitan encontrar oportunidades para desarrollar negocios en sus propias comunidades.

El impacto de esta fractura en el tejido social tiene dimensiones profundas. La migración no solo ha separado familias, sino que ha debilitado los lazos comunitarios que solían ser el pilar de la cohesión social en muchas aldeas guatemaltecas. La ausencia de los hombres ha reconfigurado la estructura familiar y ha impuesto mayores cargas sobre las mujeres, quienes, además de cuidar de sus hijos y del hogar, deben manejar la incertidumbre de si sus parejas lograrán enviar remesas regularmente y de si los volverán a ver.

Aunque las remesas son una fuente significativa de ingresos para muchas familias, no se traducen siempre en desarrollo económico sostenible ya que a menudo se destinan únicamente a cubrir necesidades básicas y consumo inmediato, en lugar de invertirse de manera productiva en negocios o ahorro a largo plazo. Sin conocimientos sobre cómo gestionar esos recursos de manera eficiente, las oportunidades para generar riqueza sostenible se ven reducidas. Esto perpetúa la dependencia económica y evita que las remesas se conviertan en un motor de desarrollo económico y social en las comunidades receptoras.

La dependencia económica de las remesas es otro factor preocupante. Si bien estas contribuyen a la economía familiar, no reemplazan la presencia emocional y física del padre o del joven migrante. A largo plazo, la migración de hombres podría transformar no solo la dinámica familiar, sino también la identidad misma de las comunidades.

Los niños crecen en un entorno donde la figura paterna o masculina está ausente, lo que afecta su desarrollo emocional y la transmisión de valores culturales y sociales.  

Desde un punto de vista económico, ya se siente con intensidad la falta de mano de obra en sectores como la construcción, la agricultura o el transporte, donde muchos trabajadores han optado por migrar.

Conozco a guatemaltecos migrantes que desean regresar, pero no saben qué hacer al volver. Preguntan: ¿Cómo puedo tener una vida digna en Guatemala? ¿Cómo puedo poner un negocio o encontrar un buen trabajo? Muchos han logrado regresar y salir adelante, pero no es tarea fácil. La falta de oportunidades sigue siendo un reto para aquellos que desean volver y construir una vida en su propio país. 

Es momento de que enfrentemos este fenómeno, no solo desde una perspectiva económica, sino desde una visión social y humana. La migración toca el corazón de nuestras comunidades. Sin hombres, sin jóvenes, los pueblos corren el riesgo de perder su esencia, y con ello, una parte fundamental de nuestra identidad como nación.

Colaborador DCA
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COLUMNAS

Por una salud mental plena: un llamado a la acción

Coyuntura y discapacidad

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Comunicación y Relaciones Públicas – CONADI

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como “el bienestar que una persona experimenta como resultado de su buen funcionamiento en los aspectos cognoscitivos, afectivos y conductuales; en última instancia, el despliegue óptimo de sus potencialidades individuales para la convivencia, el trabajo y la recreación”. Este concepto nos recuerda que la salud mental no es solo la ausencia de trastornos, sino un estado integral de bienestar que abarca nuestras dimensiones emocional, psicológica y social.

Para el 2024, la celebración del Día Mundial de la Salud Mental será el 10 de octubre.

No podemos concebir la salud física sin cuidar la mental, ya que ambas están profundamente interrelacionadas. El bienestar mental influye directamente en el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico, y es un factor clave en la calidad de vida. Por ello, debemos entender que cultivar la salud mental va más allá de evitar enfermedades, implica construir un equilibrio que nos permita desarrollarnos plenamente en todos los ámbitos de nuestra vida.

El autocuidado de la salud mental es importante, desde la niñez hasta la vejez. A lo largo de nuestra vida, enfrentamos desafíos y factores que pueden fortalecer o debilitar nuestra salud mental: desde la estructura social y el entorno en el que vivimos, hasta las circunstancias personales que nos afectan. Estos determinantes influyen directamente en nuestra capacidad para manejar el estrés, las emociones y las relaciones, por lo que debemos incluir en nuestra rutina diaria prácticas de autocuidado orientadas a mejorar tanto la salud física como la mental.

Es preocupante que el gasto destinado a los servicios de salud mental a nivel mundial representa solo un 2.8 por ciento del gasto total en salud. Esta insuficiencia ha contribuido al aumento de problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad, que a su vez impactan negativamente en la salud física. Esto refleja una falta de atención hacia un problema que afecta a millones de personas.

Colaborador DCA
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