Después de 10 años de haber dejado de vender adornos y aromatizantes para carro en la ruta Interamericana, y de acudir a la economía informal para subsanar los gastos de su hogar, integrado por sus padres y un hermano, el atleta guatemalteco William Julajuj rompió con todos los pronósticos del Medio Maratón de San Juan Sacatepéquez ayer, al consagrarse amo y señor de la competencia que se celebró con la participación de no menos de 2 mil corredores.
En su arribo a la cuadragésima edición, la Internacional Carrera del Pueblo fue testigo de la exuberante energía del oriundo de la aldea El Tablón, del Departamento de Sololá, que en su paso por las calles de la tierra de las flores debió sortear a sus oponentes guatemaltecos y kenianos para superar la gesta de hace 15 días, cuando se colocó como el mejor guatemalteco del Medio Maratón Internacional de Cobán.
Aficionados, conos, vehículos y la presión de los deportistas africanos, que no soportaron la exigencia del terreno y abandonaron la prueba, no fueron elementos suficientes para detener el ritmo de Julajuj, quien con un paso abrumador en su recorrido logró cruzar la línea de meta después de 1 hora, 1 minuto y 57 segundos, seguido de los connacionales Marvin Pasa (1:03:32) y Alfredo Raxón (1:03:56), quienes se adjudicaron el segundo y tercer puesto, respectivamente.
Proeza compartida
“Estoy agradecido con Dios porque esta vez me dio la oportunidad de triunfar en esta dura competencia. Esta semana no me sentía bien físicamente, porque no me había logrado recuperar de la de Cobán, pero pude descansar y hoy amanecí bien. Yo sabía que aquí los guatemaltecos podíamos dejar atrás a los extranjeros por el tipo de terreno, y así fue. En las bajadas me sacaron ventaja, traté de no desesperarme y en las subidas aproveché para atacar”,
expresó el competidor de 24 años de edad.
Con el mismo ritmo, en la categoría femenina, Merlin Chalí logró acreditarse el puesto más alto del podio, al detener el cronómetro en 1:16:55, mientras que Élida Xuyá (1:18:41) y Blanca Orozco (1:18:44), le siguieron el paso para pintar de azul y blanco la ceremonia.
“Fue una competencia muy bonita y bastante dura con la keniata, que por momentos estuvo cerca de mí. Las subidas fueron muy exigentes y agotadoras, pero fueron el arma de los guatemaltecos para triunfar. Le dedico el triunfo a mi padre, que mañana (hoy) está de cumpleaños”, manifestó la Mojarrita de Amatitlán.
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