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Un empate sin goles fue lo máximo que pudo sacar este lunes la Juventus frente a un intenso Sampdoria luego de un opaco partido, sin ideas colectivas claras, en el que pudieron volverse de vacío.
La Vecchia Signora viajó a Génova con la confianza del resultado del primer partido contra el Sassuolo (3-0), pero los problemas de juego que ya evidenciaron en el estreno liguero, disimulados por Vlahovic y Di María en el ataque, volvieron con más fuerza frente a una Samp que se creció de la mano de su afición en el Luigi Ferrari.
En los minutos finales, los juventinos tiraron de orgullo y por empuje hundieron a la defensa local ocasionando las primeras dudas del partido. La Juve pudo decantar la balanza en las últimas jornadas e irse con un botín que hubiera sido demasiado premio después de ver cómo se desarrolló el partido, pero con los tres pitidos del árbitro se confirmó el pinchazo de un equipo que, de nuevo, se mostró sin ideas sobre el verde.