miércoles , 27 noviembre 2024
Inicio Pedagogía en el hospital

Pedagogía en el hospital

Por: Olga Lizasoáin, profesora de pedagogía hospitalaria en la Facultad de Educación y Psicología

No creo que un niño de cuatro años entienda lo que significa la palabra tumor, pero son muchos los que se preguntan, “¿por qué a mí?”. Estas palabras son la reflexión de un niño que estuvo mucho tiempo ingresado en un hospital y que recuerdo hoy.

Un paciente tiene unas necesidades de atención que van más allá de lo médico-físico. Un menor en el hospital tiene que seguir con sus actividades: estudiar, jugar, hablar, reírse, estar con otros niños. También el enfermo con mal pronóstico tiene derecho a seguir aprendiendo, a interesarse por las cosas y a desarrollar actividades de entretenimiento. Los padres de un hijo enfermo crónico precisan de apoyo y orientación. Para ayudar, tanto al paciente como a las familias, entran en juego las unidades de pedagogía hospitalaria. La atención educativa al alumno enfermo y hospitalizado contribuye a su estabilidad emocional y a favorecer su recuperación. La enseñanza escolar en los hospitales humaniza la estancia del paciente y sirve de prevención ante ciertos efectos negativos que el tratamiento médico y el hospital pueden causar.

A través de las actividades pedagógicas se logra mejorar su calidad de vida y la de sus familias, favorecer la adaptación a la hospitalización y a la situación de enfermedad, además de disminuir sus miedos y ansiedad. Ir al aula hospitalaria se convierte en toda una aventura. Las actividades llevadas a cabo desde las unidades de pedagogía hospitalaria se centran en la parte sana del paciente, enviándoles un mensaje de recuperación. Se trata de actividades propias de un niño o de un adolescente que añaden interés a su día, proporcionándoles seguridad y confianza. Se trabaja en grupo, se convive con otros pacientes y se favorece la readaptación a su vida tras la enfermedad y la hospitalización.

Así, los profesores de las aulas hospitalarias apelan a la importancia del esfuerzo, fomentan la responsabilidad, minimizan el retraso escolar y previenen alteraciones de ánimo. El paciente puntualiza: “¿De dónde se saca tiempo para estudiar? Los profesores hospitalarios entran en juego, dando clases para no perder el hilo de los estudios y así evitar que la enfermedad cierre la puerta del futuro a posibles médicos, abogados, profesores, etcétera”.

Artículos relacionados

EN EL PAÍS

Implementan huerto familiar con la iniciativa Mano a Mano

En el marco de la iniciativa Intersectorial para la Reducción de la...

MUNDO

Fiscalía pide cárcel para todos los violadores de Gisèle Pelicot, con penas de 4 a 20 años

La Fiscalía concluyó este miércoles su petición de penas para los 51...

ARTES

El restaurante Don Julio fue elegido como el mejor de Latinoamérica en 2024

El argentino Don Julio fue elegido el mejor restaurante de América Latina...

DESTACADO

Firman compromiso para fortalecer sistemas de prevención durante desastres naturales

En un esfuerzo por mitigar los devastadores efectos de las inundaciones en...