Comunícate con nosotros al 1590

COLUMNAS

¿Para qué sirve la historia?

Publicado

-

Pues sirve, por ejemplo, para demostrarnos que 147 días pueden ser  un tiempo más que suficiente para introducir cambios importantes y para construir, y reinventar, las instituciones del Estado. En el período comprendido entre el 20 de octubre de 1944 y el 15 de marzo de 1945 ¡Aunque Usted no lo crea! la Junta Revolucionaria de Gobierno convocó a la elección de una Asamblea Nacional Constituyente, se produjo la elección de los diputados que habrían de integrarla, fueron discutidos y aprobados todos sus artículos y, una nueva Constitución,  fue promulgada.

Como que si esto fuese poco, se convocó a elecciones generales, se celebró la campaña electoral y tomaron posesión Presidente y Congreso (Asamblea).

¡Era, entonces, 15 de marzo de 1945, el centésimo, cuadragésimo, séptimo, día, de la revolución!

Durante el mismo período se terminó con ingratitudes tales como la ley de vialidad (trabajo forzado) y  la prisión por deudas y se erradicó la “ley fuga”, cruel simulación de escapatoria que “justificaba” el asesinato de los reos.

Se dio la autonomía a la Universidad de San Carlos, la autonomía del deporte y de los distintos municipios. Se estableció la seguridad social entre nosotros y  se dotó a los trabajadores de múltiples derechos.

¿En cuántos días se puede transformar el Estado? Fuimos capaces de hacerlo –para eso sirve la historia– en ciento cuarenta y siete.

También sirve para comprender que no fue sino hasta 1985 que con un solo artículo, el artículo 257 de la Constitución vigente, que se hizo real la autonomía del municipio, autonomía que sin recursos, no es autonomía.

(La revolución silenciosa, imperceptible, la de ese artículo, que rompió con el férreo centralismo delEstado).

Y pensando y repensando en esas dos revoluciones, malogradas ¿Por qué no intentarlo?

¿Por qué no introducir entre nosotros –basta con reformar un solo artículo de la Constitución, el 157– el Sistema Electoral de los Distritos Pequeños, sistema que vendría a dar al ciudadano la injerencia precisa –no percibe que la tenga, ni la tiene– en el presupuesto y las leyes?

Insisto, como ejemplos, en los 147 días de la Revolución del 44 y en la reforma de un solo artículo, como el que introdujo la silenciosa del 85, porque esos fueron los días –ni uno más– que se tomó la Junta Revolucionaria de Gobierno para que un nuevo orden se hubiera establecido y el número de artículos –uno solo– con el que se logró la silenciosa revolución municipal del 85.

Hoy es el primer día del resto de nuestras vidas reza una joven sentencia popular y llevada a Gobierno y Diputados que integran el Congreso, el primer día de lo que les resta de mandato, suficiente para la reforma del artículo 157 de la Constitución, reforma que ¡También increíble, pero cierto! puede cambiarlo todo; su aprobación en Consulta Popular, cambio de desarrollo en otras leyes y elecciones en que pueda inscribirse todo ciudadano como candidato a diputado, sin necesidad de partido; en distritos pequeños, 158 en total, incluidos los precisos para migrantes, sin listados nacional o distritales un solo diputado por distrito; con campaña electoral barata y corta y, los electos, con sólo dos años de mandato. Reelección el premio y no reelección el castigo.

¿Inspirador, octubre? ¿Qué le parece, empezamos?

Acisclo Valladares Molina
Seguir leyendo

COLUMNAS

Buenas prácticas para mejorar la gestión pública (I)

Publicado

-

Israel Gómez Córdova
Jefe Departamento de Documentación y Divulgación
[email protected]

En la búsqueda de un mejor y más eficiente servicio al ciudadano, la gestión pública constituye un paradigma de gestión, que combina los papeles de empresario y gerente. En este sentido, se plantea una modificación en el método de redistribución de los bienes y cargas esté orientada al ciudadano, posibilitando así, un auténtico reflejo de la inserción de la perspectiva privada dentro del sector público.

Esto implica, entre otras cuestiones, que la actual gestión pública se aproxima al sistema utilizado en las empresas privadas, en términos de búsqueda de una mejor eficiencia y eficacia del servicio que se presta, pues en ocasiones se cumple aquella paradoja de la implantación de la imagen del Gobierno, cuya idea es que el sector público esté en manos de funcionarios públicos dotados con un control activo, visible y discrecional sobre las instituciones.

Se anteponen los resultados a los procedimientos, y se enfatiza la importancia de la evaluación.

En este sentido se puede denominar neogerencia, desarrolla un diseño de objetivos por resultados, donde se formulan estándares explícitos y medidas de rendimiento, así como la definición de metas e indicadores de éxito, preferentemente expresados en términos cuantitativos.

Así, la responsabilidad es configurada con base en una declaración nítida de metas, de modo que se pone énfasis en los controles de resultados, en tanto que la asignación de recursos se asocia a medidas de rendimiento. Asimismo, se anteponen los resultados a los procedimientos, y se enfatiza la importancia de la evaluación y la eficiencia.

Así, al ser hoy la democracia un concepto supranacional, la sociedad civil, entendida como la sociedad organizada y ponderada de acuerdo con el poder que tienen los diversos grupos e individuos, se constata como avanza ese continuo requerimiento de atenciones del ciudadano sobre las administraciones e incluso sucede una crítica constante a las fórmulas de gestión de estas.

Desde este punto de vista, la sociedad es un factor importante para tener en cuenta en la gestión pública y en su efectividad y eficiencia, que a todas luces traspasa las fronteras nacionales y se configura desde nuevas agendas sociales, culturales, políticas y económicas cada vez más globales. Además, hay que tener muy en cuenta que aplicaban soluciones que hoy podrían ser perfectamente aceptadas, en materia de desarrollo de mejoras administrativas.

Continuará…

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

Multilateralismo y cero desechos

Publicado

-

António Guterres

Secretario General de las Naciones Unidas

[email protected]

Importancia del multilateralismo y la diplomacia para la paz. El 24 de abril de cada año se pone de manifiesto una verdad fundamental: ningún país puede resolver los problemas actuales por sí solo. 

El diálogo, la diplomacia y las soluciones multilaterales son el camino más seguro hacia un mundo en paz y más justo. 

Son ideales intemporales que cimientan la Carta de las Naciones Unidas (en vigencia desde el 24 de octubre de 1945) y que impulsan los esfuerzos mundiales para proteger los derechos humanos y así forjar paz, esperanza y prosperidad para todas las personas. 

No obstante, por todo el mundo hay conflictos, catástrofes climáticas, pobreza y desigualdades que plantean enormes obstáculos a la diplomacia y las soluciones multilaterales. La lucha por espacios altamente competitivos afecta el ambiente de colaboración; la implacable división acaba con el diálogo. 

El diálogo, la diplomacia y las soluciones multilaterales son el camino más seguro hacia un mundo en paz y más justo.

La diplomacia y el propio sistema multilateral se crearon precisamente para momentos como este. Debemos crear condiciones para un nuevo espíritu de cooperación global para reconstruir la confianza, reducir las divisiones confrontativas y orientar a la humanidad hacia la paz. 

La Cumbre del Futuro que tendrá lugar el próximo septiembre será una oportunidad decisiva para que los países encuentren soluciones en común. Con una Nueva Agenda de Paz que aborde los factores de conflicto de forma holística se puede ayudar a restablecer la fe en el sistema multilateral y en lo que podemos conseguir trabajando unidos. 

En este importante día, exhorto a los Gobiernos y a los dirigentes a que no escatimen esfuerzos para salvar las diferencias, renovar el diálogo y la confianza y hacer posible un futuro de paz. (Objetivo de Desarrollo Sostenible -ODS- 17: Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo
Sostenible).

Hacia una cultura cero desechos.  Nuestro planeta se está ahogando en un torrente de basura. 

Cada año, la humanidad produce más de 2 mil millones de toneladas de residuos sólidos municipales. Alimentos podridos, botellas de plástico, aparatos electrónicos contaminados con productos químicos y un sinfín de cosas más se desechan sin tener en cuenta el agua, la tierra y el aire. 

Al descomponerse, la basura emite gases de efecto invernadero que se van hacia la atmósfera incrementando el calor al planeta, y también afectando la calidad del agua y del suelo, lo cual provoca enfermedades e incluso la muerte de personas en todo el mundo.  También es cierto que el consumo excesivo nos está matando. Tenemos que hacer algo.  

Desde el año pasado, la Junta Consultiva sobre Cero Desechos viene reuniendo a los asociados en torno a esta cuestión crítica y a lo que hay que hacer para conseguir que el ideal de cero desechos sea una realidad. 

Las empresas deben repensar sus productos a fin de minimizar el derroche de envases y maximizar la longevidad y el ciclo de vida de los productos. 

Los consumidores deben pensar dos veces antes de adquirir bienes y productos, y reciclar o reutilizar siempre que sea posible. 

Los gobiernos a todos los niveles deben crear economías circulares que aborden el agotamiento y la gestión de los recursos, e invertir en programas modernos de control de desechos basados en la reutilización, el reciclado, la recuperación y la prevención de la producción de desechos. 

Por su parte, la comunidad mundial debe unirse y trabajar por lograr un tratado jurídicamente vinculante para poner fin a la contaminación por plásticos. 

Cada 30 de marzo conmemoramos el día de Cero Desechos. Comprometámonos a poner fin al ciclo destructivo de los desechos, de una vez por todas. (Objetivo de Desarrollo Sostenible, ODS 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles).

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

¿Es posible un mundo sin plásticos? (I)

Publicado

-

Andrea Cocchini 

Profesor de Derecho Internacional de la Universidad de Navarra

El 22 de abril, como cada año desde 1970, se celebra el Día Internacional de la Tierra, la jornada más importante dedicada a la protección del medioambiente. En esta ocasión, la organización Earth Day ha elegido el lema Planeta versus plástico. El movimiento tiene como aspiración “reducir en un 60 por ciento la producción de plásticos de aquí a 2040 para construir un futuro sin plásticos para las generaciones venideras”.

Durante el Día de la Tierra de este año, todas las iniciativas estuevieron  enfocadas a informar y sensibilizar a la opinión pública sobre los perjuicios que la contaminación plástica supone para la salud humana, la biodiversidad y el medio ambiente y sobre las medidas necesarias para atajar el problema.

Todas las iniciativas estuvieron enfocadas a informar y sensibilizar a la opinión pública. 

Entre ellas, la Earth Day menciona la necesidad de impulsar con urgencia la adopción del futuro tratado contra el plástico, incluido en el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas y que se está trabajando con los estados desde 2022 en el Comité Intergubernamental de Negociación sobre la Contaminación por Plásticos (INC, por sus siglas en inglés).

Al margen de que se prevea finalizar un tratado dentro de 2024, es muy probable que el acuerdo que resulte de las negociaciones no esté a la altura del ambicioso objetivo que se proponen los promotores del Día de la Tierra.

Se prevé que la producción mundial de termoplásticos ascenderá a 445.25 millones de toneladas en 2025 y que los volúmenes anuales de producción seguirán aumentando en las próximas décadas hasta alcanzar aproximadamente los 590 millones de toneladas en 2050. Esto supondría un incremento de más del 30 por ciento con respecto a 2025.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

Directorio

  • Dirección General: Carlos Morales Monzón
  • Coordinación General de Redacción: Miguel González Moraga
  • Coordinación de Información: Mario Antonio Ramos
  • Editores: Carlos Ajanel Soberanis, Jose Pelico, Erick Campos, Katheryn Ibarra y Max Pérez
  • Página Web: Isabel Juárez

más temas

©2024 Diario de Centro América - Todos los derechos reservados.