Permanecerá con nosotros si somos capaces de seguir su ruta ejemplar.
Con la constitución del Consejo Nacional para la Atención de las Personas con Discapacidad (Conadi) en 1997, se marca un paso muy importante en el fortalecimiento en la organización y participación social de este colectivo, trabajo que significó el esfuerzo de hombres y mujeres que aspiran a sociedades justas, solidarias e incluyentes, donde todos los sectores cuenten con las mismas oportunidades, en este caso, para los guatemaltecos que por diversas circunstancias presentan deficiencias físicas, intelectuales, mentales y sensoriales.
Existe una larga lista de personajes que pusieron su mejor esfuerzo que por sus aportes y labor realizada, pasarán a la historia como grandes promotores de los derechos humanos de un sector considerado equívocamente minoritario, pero que por la institucionalidad planteada en aquel momento, se visibiliza en los actuales tiempos como un grupo que ha hecho de interés público sus necesidades y demandas de inclusión.
Entre las personas que decididamente se entregaron a la conformación del Conadi, está el doctor Roberto Madriz, promotor de varios movimientos de derechos humanos en Guatemala y otros países, distinguiéndose por ello como entrañable amigo de las causas justas, quien partió de este mundo el 5 de marzo, dejando todo un legado al movimiento social, donde sus principios guiarán el camino a seguir para alcanzar, la tan anhelada justicia.
La Ley de Atención a las Personas con Discapacidad, señala en el artículo 24 a las siete instituciones del Estado que deberían formar parte del Conadi, indicando que en un número similar debían ser organizaciones de la sociedad civil; es decir, que las asociaciones del sector incluyendo a los padres de familia, tendrían que designar a siete representantes para integrar la asamblea, labor en la que se contó con la experiencia de Roberto Madriz. Asimismo, Roberto tuvo una importante participación en el involucramiento de los representantes de las organizaciones de Personas con Discapacidad a causa del conflicto armado (el Ejército de Guatemala y la URNG), propiciando que el Conadi fuera el primer movimiento de país que generara el espacio de coordinación entre dos grupos derivados de una guerra de 36 años, que para muchos pudieran ser bandos irreconciliables, mérito que distingue al Conadi ante el movimiento social y ante organismos nacionales e internacionales relacionados con el tema.
Él se separa físicamente de nosotros, por lo que trasladamos a los suyos un mensaje de solidaridad, pero sus recuerdos permanecerán a través de los aportes que realizó para el quehacer del Conadi, donde su compromiso y energía serán guía para el trabajo a seguir. Por supuesto, que lamentamos la partida de Roberto Madriz, pero si somos capaces de seguir la ruta que nos marcó con su dedicación y ejemplo, permanecerá por siempre entre nosotros el gran amigo.
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