Miguel Barreto
Representante del Secretario General y Coordinador Residente, Sistema de las Naciones Unidas en Guatemala
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El 12 de agosto es el Día Internacional de la Juventud. Este año el tema se relaciona con el proceso de la digitalización que transforma nuestro mundo, ofreciendo oportunidades sin precedentes para acelerar el desarrollo sostenible.
Las tecnologías digitales, como los dispositivos móviles, los servicios diversos y la inteligencia artificial, son fundamentales para impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los datos generados a partir de las interacciones digitales permiten tomar decisiones basadas en datos. Las tecnologías de la comunicación e información siguen un desarrollo vertiginoso.
La modernidad está teniendo un impacto en las dimensiones económica, social y medioambiental. Las tecnologías y los datos digitales contribuyen al menos al 70 % de las 169 metas de los ODS, al tiempo que reducen potencialmente el costo del logro de estos objetivos en hasta 55 billones de dólares en el mundo.
Los jóvenes están a la vanguardia de la adopción y la innovación digitales.
Los jóvenes están a la vanguardia de la adopción y la innovación digitales: en 2022, tres cuartas partes de las personas de entre 15 y 24 años utilizaban Internet. Sin embargo, persisten las disparidades, sobre todo en los países de renta baja y entre las mujeres jóvenes, que a menudo tienen menor acceso a internet y a las competencias digitales que sus homólogos masculinos. Si se proveen acceso a las y los jóvenes se puede comprobar que son auténticos “nativos digitales”, que utilizan la tecnología para generar cambios y crear soluciones.
Del 20 al 23 de septiembre, se desarrollará en la sede de la ONU la Cumbre del Futuro, cita clave en la definición de estrategias que se resumen en un documento: el Pacto del Futuro. Para ese texto Guatemala ha diseñado su propuesta de acciones globales para el desarrollo sostenible y su financiación; la paz y seguridad internacionales; la ciencia, la tecnología, la innovación y la cooperación digital; la juventud y generaciones futuras; y la transformación de la gobernanza global.
En el análisis se aclara que las personas jóvenes no son las generaciones futuras. La juventud ya debe ser parte activa del desarrollo sostenible, desde su diseño, su implementación y del goce de sus éxitos. Las generaciones venideras son en buena parte personas que han de nacer y que no deben encontrar un mundo destruido. Por eso el llamado a actuar de la manera más razonable, procurando la prosperidad presente, para todas las personas, sin comprometer el disfrute del futuro.
En esta cumbre participarán jóvenes de todos los países, respaldando los compromisos asumidos en la Asamblea General de la ONU y los principios del camino hacia la dignidad que se emprendió con la Agenda 2030. Las oportunidades que la juventud reclama comprende el acceso a la salud, a la educación, al desarrollo económico y a la participación política, además de la posibilidad de incrementar las capacidades para que puedan diseñar la vida que anhelan.
Es necesario resaltar la importancia de trabajar en la inclusión de pueblos indígenas, la igualdad de género y empoderamiento de las mujeres; así como un trabajo focalizado en las personas que han sido dejadas atrás.
La digitalización debe estar al alcance de las y los jóvenes de las áreas rurales y urbano marginales. La reducción de desigualdades que marca el ODS 10 es uno de los desafíos más complejos, pero también una aspiración que puede alcanzarse si se cambia la forma de diseñar las políticas públicas. También requiere de un cambio en el pensamiento de los diferentes sectores de la sociedad.
En estos momentos, cuando personas jóvenes de Guatemala están inyectando de esperanza a la sociedad, ganando medallas olímpicas, pero también mediante logros en el campo de la investigación, el arte, la cultura y las iniciativas productivas, hacemos votos para que alcancen sus metas individuales, comunitarias y nacionales.