El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó en Uruguay su Informe sobre Desarrollo Humano 2015, en el cual se recomienda que Latinoamérica y el Caribe adopten un enfoque más centrado en el trabajo y con amplitud.
El estudio titulado: Trabajo al servicio del desarrollo humano expresa que si la región aplica un concepto más amplio de trabajo podrá aprovechar los beneficios para superar diferencias existentes en el ámbito laboral tanto a nivel de género, como de raza.
La entidad, que es parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aboga por promover sustentabilidad y trabajo equitativo y decente para todas las personas. También pide a los gobiernos que se consideren los diferentes tipos de empleo, remunerados o no, voluntarios o creativos, como motor que impulse el desarrollo humano.
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El análisis propone un triple plan para maximizar beneficios y reducir los riesgos de aumento de brechas. El primer punto es un nuevo contrato social entre gobiernos, sectores sociales y el ámbito privado para que se considere a todos por igual, incluidos los trabajadores del ámbito informal.
El segundo es un pacto entre países para garantizar derechos y beneficios de los trabajadores; y el tercero es un programa de trabajo decente que abarque a todos y promueva la igualdad, la libertad sindical y la seguridad laboral.
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