Juan Everardo Chuc Xum Experto titular sobre Derechos de los Pueblos Indígenas de OEA
CIDH es la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que tiene por mandato promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA.
A invitación del presidente Bernardo Arévalo, este organismo visitó Guatemala la cuarta semana de julio del año en curso con el objetivo de observar y analizar la situación de la institucionalidad democrática, el sistema de justicia y los derechos humanos, económicos, sociales, culturales y ambientales y el pasado 30 de agosto publicó sus observaciones preliminares que serán ampliadas en el informe final.
Los pueblos indígenas y afrodescendientes, así como las comunidades campesinas siguen enfrentando condiciones de vida mucho peores que el resto de la población.
En esta visita no. 12, la CIDH señala entre sus conclusiones lo que muchos conocemos, por ejemplo: “…el Estado de derecho y la institucionalidad democrática en Guatemala se han deteriorado severamente”, “que la persistente instrumentalización del sistema penal contra quienes han participado en la lucha contra la impunidad y la corrupción ha socavado el principio de separación de poderes y la independencia judicial”.
Que “Guatemala continúa enfrentando una serie de desafíos estructurales en materia de derechos humanos, exacerbados por altos niveles de pobreza, desigualdad, discriminación estructural y exclusión social”.
“En su visita, constató que los pueblos indígenas y afrodescendientes, así como las comunidades campesinas siguen enfrentando condiciones de vida mucho peores que el resto de la población”.
Asimismo, anota que el incumplimiento de los acuerdos de paz ha contribuido en el retroceso a los derechos humanos. Por lo que la CIDH recomienda 40 medidas para superar los flagelos y le recuerda al país que es parte de la Convención Americana por lo que debe cumplir las obligaciones contraídas.
Estas recomendaciones dadas se suman a las demandas de la mayoría de los guatemaltecos para que cese la violencia a los derechos humanos, la explotación del planeta y la imposición de modelos de vida no acordes a la pluriculturalidad del país.
Es hora de la reconciliación nacional para superar colonialidad, pobreza, racismo, corrupción e impunidad y darle paso a un nuevo modelo de convivencia para un mejor porvenir.
