Nobel de Literatura 2016: Bob Dylan, un poeta más allá de la etiqueta

Bob Dylan, ícono de la música del siglo XX con composiciones y letras comprometidas que cosecharon millones de admiradores, fue galardonado ayer con el premio Nobel de Literatura 2016. Se convirtió así, en el primer músico laureado por la Academia Sueca.

Hurras y sorpresa

“El premio Nobel de Literatura 2016 es para Bob Dylan, por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición de la canción americana”, anunció la secretaria general de la Academia, Sara Danius. La noticia fue recibida con hurras del público presente en la Sala de la Bolsa de Estocolmo, aunque dejó un poco sorprendidos a los comentaristas acostumbrados a ver galardonados a los grandes prosistas de este tiempo.

Temas que son historias

Leyenda del folk rock surgida de la contracultura de 1960, Dylan es un poeta más allá de cualquier etiqueta. Muchas de sus canciones, como The times they are

A-changin o Blowin’ in the wind, se convirtieron en himnos.

Considerado como una de las figuras más influyentes de la música popular del siglo XX, Dylan ha tenido una prolífica carrera en la que conjugó música y poesía, con largas canciones en las que narra historias. Con Mr. Tambourine, uno de sus temas más celebrados, crea un personaje literario a partir de un baterista que conoció en los clubes del Greewich Village de Nueva York. En Hurricane, narra la vida del boxeador Rubin Carter, quien fue acusado injustamente de triple homicidio. Mientras que Like a rolling stone rompió con la convención pop al tener más de seis minutos de duración. “Después de escribir eso, no estaba interesado en escribir una novela o una obra de teatro ni nada (…) Quería escribir canciones”, dijo luego Dylan acerca de ese tema.

Enigmático

En mayo pasado cumplió 75 años, más activo que nunca. Ese mes editó Fallen angels, el disco número 37 de su trayectoria y en el que se aproxima al género melódico con temas que Frank Sinatra llevó a la gloria. Un año antes, Dylan ya había coqueteado con las baladas estadounidenses popularizadas por Sinatra, con el disco Shadows in the night.

Pese a su enorme influencia cultural, Dylan ha sido una presencia enigmática y aclamada a pesar de su voz. “Los críticos han sido duros conmigo desde el día uno. Dicen que no puedo cantar. Un graznido, que sueno como un sapo”, dijo en 2015 durante un inesperado discurso al recibir un grammy por su trayectoria.

Su relación con el público roza la indiferencia y hostilidad y se niega rotundamente a complacer los pedidos de la audiencia para que interprete sus hits. En su presentación del viernes, durante la inauguración del festival Desert Trip de los veteranos del rock en California, Dylan no dirigió ni una palabra a la multitud y se mantuvo de espaldas.