Ayer, ocho migrantes indocumentados fueron hallados muertos dentro de un camión estacionado en Texas, cerca de la frontera con México, y otros 30 que fueron hospitalizados por deshidratación, en un “horrible” crimen de tráfico de personas.
Una veintena de las víctimas llevadas a hospitales en la ciudad de San Antonio, a unas dos horas en auto de la frontera mexicana, estaban en condición “extremadamente crítica”, deshidratadas y dañadas por el calor excesivo, dijeron funcionarios estadounidenses.
El conductor del camión fue capturado, informó el jefe de la Policía de San Antonio, William McManus.
El hallazgo de migrantes muertos es frecuente en diferentes partes de la frontera sur de Estados Unidos, por donde intentan cruzar ilegalmente muchos mexicanos y centroamericanos.
Medios estadounidenses reportaron que las ocho personas parecen haber muerto como resultado de exposición al calor o asfixia, pero una explicación oficial no ha sido suministrada aún por las autoridades.
Ocupantes
No menos de 38 personas estaban en el vehículo, incluyendo 2 menores, dijo el jefe de bomberos, Charles Hood. McManus expresó luego a CNN que todos los muertos eran hombres adultos.
Aviso
La alerta la dio un empleado de Walmart, en cuyo estacionamiento estaba el camión cuando uno de sus ocupantes fue a pedirle agua.
El trabajador regresó con el líquido y llamó a la Policía, que encontró “ocho personas muertas en la parte trasera”, indicó el jefe de la institución, y calificó los hechos de “horrible tragedia”.
Según McManus, las grabaciones de las cámaras de seguridad mostraron que se observaron vehículos que acudieron a recoger a personas que estaban dentro del furgón, y las fuerzas del orden iban a empezar ayer una búsqueda a pie y con helicópteros.