El músico belga Toots Thielemans, considerado como el rey de la armónica, murió ayer a los 94 años, tras una larga carrera internacional durante la cual tocó junto a los más grandes nombres del jazz.
Thielemans, cuya música puede ser escuchada en bandas sonoras de películas como Breakfast at Tiffany’s (1961), dejó de existir mientras dormía, un mes después de haber sido hospitalizado a causa de una caída, anunció a la AFP su agente, Veerle Van de Poel. Figura mundial del género, se presentó junto a Ella Fitzgerald, Quincy Jones, Bill Evans, Frank Sinatra, Ray Charles, Larry Schneider y Oscar Peterson. Más recientemente, también con artistas como Nick Cave, Paul Simon, Billy Joel y Stevie Wonder.
Según confirmaron medios locales, su ciudad natal, Bruselas, le rindió un homenaje al armonicista ayer en la Grand-Place, donde se interpretó una selección de sus éxitos, entre ellos la composición Blusette.
Origen
Nacido el 29 de abril de 1922, en un barrio popular de Bruselas en el cual sus padres atendían un café, Thielemans, también guitarrista, es el primero en llevar al reconocimiento general la armónica cromática. Descubrió este instrumento en 1938. Seducido en un primer momento por la música de Ray Ventura, fue motivado por el virus musical en la época de la Segunda Guerra Mundial y, con una guitarra en las manos, adoptó como modelo al creador gitano Django Reinhardt.
Un mentor
A fines de la década de 1940 se instaló en Estados Unidos, en donde actuó con el saxofonista Charlie Parker. Regresó luego a Europa para una gira con el clarinetista Benny Goodman. Tras el éxito de Bluesette en 1962, interpretó la banda sonora de la película Midnight Cowboy, de John Schlesinger (1969) y, más tarde, la de Jean de Florette, de Claude Berri (1986). “Hemos perdido a un gran músico”, escribió en Twitter el primer ministro belga Charles Michel, tras el anuncio del deceso, a quien el rey Alberto II lo nombró Barón en 2001. En 2012, y pese a su estado delicado de salud, Thielemans dio un concierto en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas para celebrar sus 90 años, antes de iniciar un tour que lo llevó a Estados Unidos y Japón.
“Transportó la armónica a la cúspide del arte y se convirtió en un maestro”, había declarado entonces el guitarrista brasileño Oscar Castro-Neves, que lo acompañaba regularmente. En 2014, al sentir que perdía fuerzas y para no decepcionar a su público, anuló sus conciertos y puso un punto final a su carrera.
En 2009, Estados Unidos le otorgó el premio Jazz master award, una distinción que se concede rara vez a europeos, y la Academia Charles Cros le otorgó en 2012 un premio en honor a toda su trayectoria.
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