Dr. Jorge Antonio Ortega G.
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Un escenario de batalla, estratégico para los rusos como para las tropas ucranianas. Durante varias semanas, los intentos de los invasores por tener la victoria sobre ese territorio se vieron frustrados, por la resistencia de sus defensores; su toma es de vital importancia para la construcción de una plataforma que permita penetrar las líneas defensivas de Kiev y lograr colapsar el Gobierno de Ucrania. Lo cual, hasta este momento, no deja de ser más que una aspiración de los conductores militares de Moscú.
Moshchun, un bosque que se convirtió en teatro de operaciones militares, donde los oponentes llegaron al enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Luego de múltiples combates y penetraciones rechazadas, las tropas invasoras se vieron obligadas a retirarse a otros esfuerzos bélicos. Hoy, según versiones de soldados ucranianos, el bosque se encuentra sembrado de minas terrestres, trincheras, restos de equipo militar, armamento destruido y cadáveres de los adversarios. El olor es fétido, debido a la descomposición de los cuerpos, los jabalís salvajes se han dado la tarea de desenterrar los restos humanos para alimentarse.
Las tropas de zapadores se han dado a la tarea de señalizar los campos minados y colocar avisos, para evitar el paso por el bosque debido a que a 40 kilómetros se encuentra otro escenario de guerra, lo cual hace imposible el levantado de las minas. Se tiene el control por parte de los defensores, pero aún existen soldados rusos que quedaron aislados, lo cual genera un grado de peligrosidad.
No vamos a permitir que nos roben la libertad, es el juramento de nuestros soldados.
La contraofensiva para recuperar el pueblo fue de más de un mes, combates intensos que dieron como resultado muchísimas bajas en los dos oponentes. Moshchun es ahora un pueblo destruido, que antes de la “operación militar rusa” era un destino turístico que fue defendido con tenacidad por las tropas de Ucrania, pero no es más que ruinas, un pueblo devastado y apagado por las circunstancias propias de los intensos combates.
Los habitantes sobrevivientes de esta tragedia aseguran: “Esto algún día terminará” y renacerá de los escombros nuestro pueblo con nuevas energías, para dar esperanza a las nuevas generaciones de ucranianos, no vamos a permitir que nos roben la libertad, es el juramento de nuestros soldados, hombres y mujeres hoy en pie de guerra, que solo tienen ese motivo para combatir a los invasores.
La derrota de las tropas enviadas por el Kremlin en nuestro territorio es tangible, subestimaron nuestra capacidad de lucha y de resistencia a su ofensiva. Por un momento se les pasó por la mente que la victoria sería inmediata y sin costos humanos para ellos. El escenario actual demuestra lo contrario. El teatro de guerra exhibe la derrota de las tropas rusas.
Las operaciones en general prosiguen lentamente, luego de 80 días de esta guerra innecesaria del siglo XXI, las conversaciones de paz están en un impasse, las exigencias de Putin no son aceptadas por la comisión ucraniana. El apoyo de Occidente es cada día mayor hacia Ucrania y, en igual forma, las sanciones y restricciones para Moscú. Pero los rusos tienen un as bajo la manga y es la distribución de los combustibles para Europa, lo cual complica a los europeos en general para subsistir en el invierno.
La fecha clave del aniversario de la victoria rusa sobre la Alemania nazi se esfumó para su líder, ahora pueden los comandantes ejecutar operaciones sin la presión del Kremlin. Los ucranianos ganan tiempo para consolidar sus victorias, apuntalar sus líneas de defensa fija en profundidad, proteger sus puntos estratégicos, renovar sus tropas, recibir apoyo militar, entrenamiento, adiestramientos y estandarización de sus combatientes con el armamento y tecnología de Occidente.
¡La victoria no tiene sustitutos!
