Mañana, Theresa May se convertirá en líder suprema del Reino Unido. Según anunció su ahora antecesor David Cameron, esto se decidió luego de que su única rival, la secretaria de Estado de Energía Andrea Leadsom, se retirara de la carrera por el nombramiento.
“Tendremos una nueva primera ministra en ese edificio, detrás de mí, el miércoles por la noche”, declaró el actual gobernante a los periodistas apostados ante su residencia en Downing Street. Añadió que mantendrá su última sesión de preguntas en el cargo ese mismo día, antes de reunirse con la reina Isabel II para dimitir.
Leadsom, por su parte, una pro Brexit, tiró la toalla durante una breve alocución ante los medios en Londres, solo cuatro días después de haber sido seleccionada por los diputados para competir como futura líder del partido conservador: “May se encuentra idealmente posicionada para poner en marcha la decisión del voto de la mejor manera posible para los británicos, y ha prometido que lo hará”, declaró. Ambas tenían que dirimir el liderazgo este año en una votación para la que estaban convocados los 150 mil adherentes conservadores. Pero la dimisión dejó el campo libre para suceder al político, quien anunció su desistimiento el 24 de junio, poco después de la notificación del referendo sobre la salida de la Unión Europea (UE).
Pide negociación
La mandataria recién electa fue una euroescéptica que se pasó al campo de los partidarios por mantenerse en la UE durante la campaña para el referendo. Sin embargo, indicó ayer que respetará la victoria de la salida, y dejó poca esperanza a aquellos que reclaman una segunda consulta. “No sabría ser más clara: no habrá un intento para mantenernos en la UE”, dijo.
“Brexit significa Brexit y lo haremos con éxito”, insistió quien está a punto de ser la segunda mujer que asume el puesto de Primer Ministro. Agregó además, que su nación debe lograr el convenio más favorable. Subrayó que su campaña estuvo basada en: “La necesidad de un acuerdo para que la nación dé un nuevo rol en el mundo”.
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