Sebastián toledo
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La Metodología para la Inclusión en la Gestión Integral del Riesgo a Desastres en Hospitales (Ingrid-H) es una estrategia que persigue la visibilidad y participación de las personas con discapacidad en procesos de gestión de riesgos en el sistema hospitalario. Acción que se promueve desde el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), con participación del personal de dicho ministerio, representantes de entidades vinculadas y organizaciones de sociedad civil.
Se busca que el sistema hospitalario incluya en los comités de gestión de riesgos, la participación con voz y voto de los colaboradores con discapacidad que prestan sus servicios en cada nosocomio, iniciativa que arrancó en el país en 2021. Primero, con la capacitación de técnicos y profesionales de instituciones y organizaciones de personas con discapacidad, luego, la evaluación de seis hospitales. A 2022 se han evaluado 12 hospitales. La meta es que la metodología se implemente en 15 nosocomios para el presente año y así, incrementar en los siguientes años a todo el sistema hospitalario. Ya que el país es afectado constantemente por fenómenos naturales y hechos antrópicos, donde los damnificados son principalmente personas con discapacidad y adultos mayores. Con la finalidad de evaluar avances y la aplicación de criterios de mejora, en noviembre del año en curso, se inició una segunda fase, donde los profesionales certificados presentaron sus experiencias, impresiones y la propuesta de otras acciones, que tiendan a fortalecer el trabajo realizado en 12 centros hospitalarios, donde se ha encontrado la voluntad de los colaboradores, cuya labor debe tener el respaldo institucional.
A diferencia de otros países donde se ha implementado la metodología Ingrid-H, en Guatemala se aplica una estrategia interinstitucional e intersectorial, donde se cuenta con la participación de organizaciones representativas de personas con discapacidad. Una forma de trabajo compatible con la Convención Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que orienta a la consulta y diálogo con el sector, para que toda iniciativa relacionada con el ejercicio de sus derechos se tenga en cuenta su opinión.
