Promocionar en los Óscar a la película sudcoreana Parasite, que al final se llevó cuatro galardones, fue “una guerra de guerrillas” en comparación con las campañas realizadas por grandes estudios de Hollywood, dijo su director Bong Joon-ho.
Labores de promoción
“Todas las candidatas hicieron lo posible para ganar un Óscar, pero nuestro equipo tuvo que librar una guerra de guerrillas con un presupuesto menor en comparación con los estudios de renombre y Netflix”, afirmó Bong Joon-ho en una rueda de prensa celebrada en Seúl.
En declaraciones recogidas por la agencia Yonhap, el director explicó cómo él y el actor Song Kang-ho, quien interpreta al padre de la familia Kim en la película, tuvieron que realizar cientos de entrevistas y presidir cientos de proyecciones para promocionar la cinta durante los seis meses que duró la campaña de los Óscar.
El cineasta aseguró que hacia el final de la promoción comprendió que así funciona la industria cinematográfica estadounidense y que el resultado, más allá de los premios, bien lo vale. “A cinéfilos en Corea del Sur, Europa y América del Norte les gustó mucho mi película”, resumió Bong.
El largometraje, que costó alrededor de US $11 millones (Q83.92 millones) y fue la primera cinta en lengua no inglesa en llevarse el Óscar a la mejor película, ha cosechado hasta ahora en taquilla no menos de US $165 millones (Q1 mil 258.77 millones).
“Tenemos que pensar en la forma de revivir esa energía y de no tener miedo de incurrir en riesgos”, indicó Bong respecto al panorama actual de la industria en su país, que en su opinión carece de las “dinámicas rivalidades” de principios de la década pasada, cuando realizadores como él y Park Chan-wook dirigían sus primeros filmes.
