La nueva película de Paolo Sorrentino, Loro, indaga con cierta “ternura” en los sentimientos y miedos del controvertido Silvio Berlusconi, sin pretender ofender. Así lo aseguró ayer el cineasta italiano durante la presentación de la segunda parte de esta obra.
Sentimientos
El objetivo de Loro, un díptico acerca de Silvio Berlusconi, es mostrar “la dimensión de los sentimientos de los personajes”. Por lo tanto, “no es partidista, ni un ataque ni mucho menos una defensa”, aclaró el director en rueda de prensa.
La cinta muestra al ex primer ministro, interpretado por Toni Servillo, inmerso en una alocada concatenación de polémicas que lo situaron en el centro de los focos entre 2006 y 2010, el preludio de lo que sería su ocaso político.
Mientras que la parte 1 exploraba el sórdido mundo de sus colaboradores, la segunda, que se estrenará el jueves 10 en Italia, analiza su reconquista del poder en Roma y el naufragio de su matrimonio con Verónica Lario.
El director considera que habría sido “incluso estúpido” rodar una película ideológica, ya que las supuestas bondades o males del berlusconismo ya se abordaron en el pasado. “No quería acusar a nadie; habría sido presuntuoso. Busco comprender la razón de los comportamientos, aunque no nos gusten y sean moralmente cuestionables”, consideró.
De hecho, la idea de partida de la obra era hacer una historia de amor, mas acabó configurando un universo en apuros de un político anciano con problemas sentimentales y con infinidad de controversias a sus espaldas. Por ello muestra la ruptura con Lario, pero además sus fiestas con muchachas y sus artimañas dirigidas a recuperar el gobierno en 2008.
Ficción
El realizador de La Grande Bellezza (2014), Óscar al filme de habla no inglesa, indicó que la mayoría de los personajes que rodean a Berlusconi en la película son ficticios, y subrayó que la invención tenía que ser comedida por muchas razones.
Con esta segunda parte, Sorrentino culmina su esperado díptico acerca del líder conservador en el que, reconoce, también lleva a cabo “un tímido intento” por mostrar la sociedad italiana.
