En muchos países, la formación de los docentes es tema en constante abordaje. En casi toda Latinoamérica y en países de otros continentes, la formación docente está en revisión y análisis permanentes. Está claro que uno de los factores más importantes y el más fundamental de la calidad educativa es el docente.
Por esa razón hay permanente preocupación por su formación, las condiciones en que realiza su trabajo, así como las condiciones salariales, el clima laboral, la salud, su retiro, entre otros temas. En Guatemala, la formación docente ha estado en primeras páginas; antes se hablaba de la necesidad de aumentar tiempo en su formación en las escuelas normales; el traslado de esta formación a nivel universitario llevó a múltiples recursos ante las cortes, así como a manifestaciones de inconformidad de estudiantes, padres y algunos otros actores clave en el país. A pesar de ello, la decisión se tomó y la formación docente está en la universidad; sin embargo, continúa el debate en algunos espacios, ya reducidos.
Empero, dentro del sistema educativo tenemos más de 125 mil docentes trabajando, y en la mayoría de los casos se discute su formación y desempeño; se considera que hay atraso importante en la calidad de la formación que han recibido en las últimas décadas. Esta situación es comparativa en función del status académico, social y de liderazgo que tenían los docentes en el pasado y que progresivamente fue perdiéndose con el pasar de los años. Ante la necesidad sentida en 2009, se creó el Programa Académico de Desarrollo Profesional Docente, llamado por sus siglas PADEP/D, con la intención de ofrecer a los docentes en servicio una formación de dos años a nivel universitario, fuera de su horario de trabajo, para lograr mejorar sus competencias y habilidades.
Luego de dos años en la universidad obtienen un título de profesores en educación preprimaria o primaria; es decir, se vuelven a graduar en lo que ya son, a nivel universitario.
Hasta cerca de 30 mil docentes se han graduado de este programa. Sin embargo, como algo sin precedentes en la historia educativa de Guatemala, se ha dado un paso extraordinario al crear la licenciatura en educación preprimaria y primaria en el marco de la continuidad del PADEP/D, y hoy se tiene la oportunidad para los graduados como profesores de educación preprimaria y primaria en ese programa, de continuar dos años y medio más y graduarse de licenciatura.
Por primera vez en el sistema educativo guatemalteco hay profesores graduados a nivel universitario para los niveles antes citados en el grado de licenciatura, formados específicamente para desempeñarse en su nivel; hay muchos docentes que tienen licenciaturas en otras áreas y que eso ayuda, pero no es lo esperado.
En 2017 se logró la aprobación, con la Usac y el Mineduc, de financiar esta iniciativa importante para el país. Más de 6 mil profesores en servicio estudian las licenciaturas, por lo que esperamos que la educación mejore con estas acciones.