DEPORTES
La ‘Viniciusmanía’ se desata en Los Ángeles
EFE
Como si fuera una gran estrella de Hollywood, el público de Los Ángeles se ha rendido al futbolista del momento, Vinícius Júnior, al que gritan, vitorean y agarran para conseguir su autógrafo en cualquier pedazo de ropa.
El delantero del Real Madrid es el jugador más aclamado, con mucha diferencia, de la selección brasileña, que este lunes debutará en la Copa América de Estados Unidos contra Costa Rica en el imponente SoFi Stadium.
El final de los entrenamientos en la Universidad de California (UCLA) se ha transformado en una suerte de alfombra roja en la que decenas de aficionados locales, la mayoría jóvenes de ascendencia latina, esperan durante horas para poder ver unos minutos a los ídolos de la Canarinha.
La delegación de la pentacampeona del mundo llegó el jueves pasado a Los Ángeles y desde entonces cada día se han ido acercando más y más jóvenes a las afueras del Drake Stadium, situado en el corazón del campus.
El boca a boca, o más bien las redes sociales, inflaron un fenómeno, que se trasladó también al interior de las instalaciones del campus. Un par de periodistas que cubren el equipo de fútbol americano de la universidad aseguraron a EFE que nunca han visto nada igual.
Subidos en las papeleras para ver a Vini
La víspera del partido contra Costa Rica fue el culmen. Había gente subida a las papeleras, encaramada a las vallas de seguridad y a los muros.
Ponían las camisetas de la selección brasileña, del Real Madrid y de cualquier equipo extendidas en los setos para facilitar el trabajo a los futbolistas en el pasillo creado entre el campo de entrenamiento y el hotel de concentración.
Otros llevaban una cartulina para hacer una base consistente y que el rotulador deslizase mejor sobre la ropa.
Se paró Danilo, Militão, Rodrygo, Raphinha, Alisson… y el último en aparecer fue Vini, momento en el que se desató la paranoia colectiva.
Los más habilidosos grababan con el celular con una mano y con la otra le acercaban cualquier camiseta, en un baile de difícil equilibrio.
Los más pequeños, sobre los hombros de sus padres o hermanos mayores, se dejaron la garganta gritando el nombre del extremo madridista como si estuvieran viendo a Papá Noel en Navidad.
A medida que avanzaba el futbolista de São Gonçalo, un remolino de gente le iba acompañando al otro lado de las vallas para intentar cumplir sus deseos -un selfi y un autógrafo- entre el griterío.
Antonio de la Fuente tiene 23 años y trabaja en el sector de la construcción. Ha estado «tres-cuatro horas» esperando con su camiseta del Real Madrid y ha conseguido por el momento la rúbrica de Raphinha, que no tuvo reparos en firmar el uniforme del máximo rival.
Aunque su jugador preferido es Vinícius. «Es el mejor, tiene ‘Champions’, tiene todo», señala a la Agencia EFE.
Según cuenta, la espera ha merecido la pena, pese a que terminó con la barriga raspada por abalanzarse sobre los setos. «Solo para poder alcanzarlos», dice con una sonrisa mientras muestra la zona abdominal arañada.
Angélica García es de Veracruz (México) y ha venido a ver los jugadores de Brasil y a acompañar a su esposo, dice por ese orden.
A ella específicamente le encandila Endrick, la joya brasileña que ha atado el Real Madrid. Está convencida de que esta Copa América la va a ganar Brasil.
Orlando, EFE
Gol de César Yanis en el minuto 91, triunfo de Panamá por 1-3 en Orlando y con seis puntos de nueve posibles, pasaporte sellado a cuartos de final de la Copa América como escolta de Uruguay, que a la misma hora en Kansas City terminó con pleno de unidades y eliminó al anfitrión del certamen al ganarle por 1-0.
Tremendo varapalo de Estados Unidos en su torneo, un ensayo para el Mundial, que también resultó negativo para otro organizador, México. Fiesta para Panamá, que ayer rompió sus moldes y es la segunda selección de la Concacaf en la fase de los mejores ocho. La primera, Canadá, avanzó como escolta de Argentina en el Grupo A.
Bolivia enlazó, con la de ayer, 15 derrotas consecutivas en Copa América, que equivalen a cuatro ediciones seguidas sin sumar un punto.
Con Uruguay y Panamá clasificados en ese orden desde el Grupo C, los rivales en cuartos de final saldrán del D, en el que está clasificada Colombia y busca asegurar su cupo Brasil.
Leipzig, EFE
De las lágrimas por fallar un penal en la prórroga, a las risas después de ganarle a Eslovenia en la tanda de penales, Cristiano Ronaldo tendrá una vida extra más en la Eurocopa gracias a la gran actuación de su portero Diogo Costa, quien reinó en la tragicomedia de su compañero después de parar tres lanzamientos en la tanda desde el manchón de castigo y de salvar un mano a mano ante Sesko en el último instante del alargue.
Cristiano se vio eliminado de la Eurocopa durante algunos minutos. Oblak, un muro impenetrable, otro portero excelso que merece un monumento, frenó todos sus intentos. El más intenso, en la primera parte de los extras, provocó el llanto del inagotable futbolista portugués, que no contuvo sus emociones después de fallar una pena máxima que habría evitado la lotería posterior desde los once metros. Pero ahí apareció Diogo Costa, para rescatar a su compañero, que después se atrevió de nuevo con un cobro que, esta vez, no falló.
A Roberto Martínez no le tuvo que gustar nada el experimento de la última jornada de la fase de grupos, en la que salvo alguna excepción, se enfrentó a Georgia con un once plagado de teóricos suplentes. Perdió, la imagen rozó el desastre y volvió a los orígenes, a su equipo más reconocible con el que triunfó en sus dos primeros partidos de la Eurocopa. Los mismos que doblegaron a Turquía 0-3 aparecieron por el césped del Frankfurt Arena para terminar con la aventura de la voluntariosa Eslovenia.
Bleus avanzan
No lo veía nada claro Francia cuando el duelo entró en su tramo final, con dos salvadas de Mike Maignan a sendos remates de Romelu Lukaku y Kevin de Bruyne; incapaz el cuadro de Didier Deschamps de desnivelar el anodino 0-0 hasta que un rebote de Jan Verthonghen, en un tiro a la nada de Kolo Muani, lo lanzó de repente a la tercera ronda de la Eurocopa 2024 en el minuto 85 (1-0), de nuevo entre un sinfín de dudas.
En su cuarto encuentro en Alemania 2024, dos de sus tres goles son en propia puerta. El otro, de penal. Sin pegada, es un colectivo menor, que parece que domina el choque, pero se queda en nada sobre la otra portería, en alguna acción de pronto de Mbappé y en poco más, mientras asomaban mayores desafíos que Bélgica, que también le pudo ganar. De hecho, tiró las mismas veces entre los tres palos, por ocasiones, que el conjunto bleu.
