Los países del Triángulo Norte de Centroamérica se están uniendo, de cara a los retos de la globalización, que exige acciones conjuntas para enfrentar desafíos que afectan a los pueblos, como el crimen organizado, la pobreza y la migración.
De esa cuenta, Guatemala, El Salvador y Honduras ya tienen avances en temas de seguridad y proyectos de desarrollo, los cuales permiten encarar esos problemas sociales.
El objetivo es sellar las fronteras y evitar más actividades ilegales, así como contrarrestar los efectos de las desigualdades que imperan en los tres territorios. En el caso de la criminalidad, las autoridades han cumplido la tarea de investigar, detener y expulsar adonde corresponde a los individuos más buscados por la Justicia, como los casos recientes de Marlon Francesco Monroy, el Fantasma, y Marixa Lemus, la Patrona, puestos a disposición de las judicaturas de El Salvador y Guatemala, respectivamente.
Acercamientos
Por lo anterior, es importante que los Presidentes de estos países fortalezcan las relaciones, pues permite analizar, evaluar y dar seguimiento de manera conjunta a los esfuerzos trinacionales.
Existe una serie de programas y proyectos en la región encaminados a mejorar el bienestar de los pueblos; entre estos, la Fuerza de Tarea Maya-Chortí, puesta en marcha en 2015 entre Honduras y Guatemala; la Fuerza Trinacional contra las Pandillas, que empezó a operar el año pasado; el Plan de Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte de Centroamérica, y el proyecto de unión aduanera entre nuestra nación y la hondureña.
Precisamente, la semana pasada el presidente Jimmy Morales visitó a su homólogo Juan Orlando Hernández, y juntos analizaron los avances del Proceso de Integración Profunda hacia el Libre Tránsito de Personas y Mercancías entre las Repúblicas de Guatemala y Honduras.
Y es que ambos Estados han manifestado su compromiso en implementar la unión aduanera, pues es una premisa para el fortalecimiento del Subsistema de la Integración Económica Centroamericana.
Esta iniciativa está en su fase final, y ahora el Ministerio de Economía y demás instancias gubernamentales afines a este esfuerzo realizan las acciones y estrategias para concluir e implementar este mecanismo.
En esta ocasión, los mandatarios acordaron instruir a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas del territorio vecino la agilización de la gestión de los fondos para culminar las obras de infraestructura para el funcionamiento adecuado de los puestos fronterizos integrados de Corinto, El Florido y Agua Caliente.
En una declaración conjunta, los jefes de Estado citados instruyen a ejercer las funciones en las aduanas periféricas, así como a hacer uso de las herramientas informáticas y establecer los mecanismos de control y pago electrónico que garanticen la libre circulación de mercancías y tránsito comunitario de estas y de las personas naturales entre sus territorios.
Por su parte, las carteras de Economía consideran que con la unión aduanera se crearía la séptima potencia en materia de hacienda en América Latina; por ello se agiliza ponerla en marcha. De acuerdo con la declaración, los gobernantes acordaron que empezará a funcionar el 26 de julio.
Seguridad
Morales y su homólogo Hernández solicitaron a sus ministros de Gobernación que ejerzan sus funciones en los límites territoriales, de acuerdo con el modelo de la unión aduanera establecido.
Aquí es importante destacar la alianza en materia de seguridad establecida, mediante la Fuerza de Tarea Maya-Chortí, cuya misión es vigilar unos 256 kilómetros de frontera entre ambas naciones y cuenta con 600 efectivos de la Policía Nacional Civil y las fuerzas armadas de las 2 partes.
De acuerdo con datos de las autoridades del ramo, estas unidades han ejecutado no menos de 35 acciones bilaterales en la lucha contra el crimen organizado, narcoactividad, criminalidad, delincuencia y otros delitos.
La actividad de esta Fuerza de Tarea comprende la protección a la ciudadanía y los turistas en los departamentos de Santa Bárbara, Copán y Ocotepeque, por el lado hondureño, y Chiquimula, Zacapa e Izabal, por el guatemalteco.
La reunión de Morales y Hernández fue aprovechada para abordar el tema de medioambiente, específicamente la contaminación del río Motagua, que afecta a las comunidades del otro lado de nuestra frontera.
En este sentido, los Presidentes establecieron que próximamente se hará una visita a ese afluente y a la bahía de Omoa, para conocer la situación y verificar en qué se ha avanzado para solucionar el asunto.
En seguimiento a las acciones que se emprendieron desde el año pasado para sanear el caudal, el ministro de Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala, Sydney Samuels, se ha reunido con los alcaldes de 19 municipios asentados en la ribera del río, para coordinar medidas que permitan evitar que los desechos lleguen a la corriente.
En esta ocasión, el mandatario Hernández indicó que Guatemala y Honduras marcan una pauta importante en el Istmo, por lo cual existe el compromiso de continuar en esa línea, pues hay necesidad de repotenciar la integración centroamericana en beneficio de los pueblos.
Estos son pasos importantes que se están dando en la relación bilateral, pues no se trata únicamente de compromisos en papel, ya que se han puesto en práctica. Demuestran, además, el interés de nuestras autoridades por lograr un mejor bienestar
para la ciudadanía.
Los proyectos ya están en camino. Existen acciones en el área que deben reconocerse, como la concreción, en julio, de la unión aduanera, el funcionamiento de la Fuerza de Tarea Maya-Chortí, la Fuerza Trinacional contra las Pandillas y el Plan de Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte de
Centroamérica.
Le corresponde a El Salvador sumarse al proyecto de unión aduanera. Ya se están dando pasos, mediante los acercamientos y conversaciones entre las autoridades de Economía. De concretarse, se estaría consolidando la unidad entre las tres repúblicas y habría más posibilidades de desarrollo económico, comercial y humano para la región.
También es meritorio reconocer la ayuda de la comunidad internacional, como el Gobierno de Estados Unidos y la cooperación Española, así como los bancos Centroamericano de Integración Económica, Mundial e Interamericano de Desarrollo, pues su aporte ha sido vital para echar a andar esta faena.