Comunícate con nosotros al 1590

COLUMNAS

La Generación Z y el miedo al riesgo 

Publicado

-

María Cristina Silva

Académica y Coordinadora Apoyo Docente Pregrado Facultad de Comunicaciones

“De acuerdo a una variedad de mediciones en múltiples países, los miembros de la Generación Z (nacidos a partir de 1996) están sufriendo de ansiedad, depresión, auto lesión y otros desórdenes relacionados a un nivel superior al del resto de las generaciones de las que tenemos datos”.

Esta es una cita del destacado psicólogo social estadounidense Jonathan Haidt, que apareció en su artículo Terminemos con la infancia basada en el teléfono ahora, publicado por la revista The Atlantic.

En este escrito, Haidt llama la atención sobre las nefastas consecuencias que han implicado para toda una generación la combinación de dos factores: primero, el desmesurado control de los padres y cuidadores quienes, ante las amenazas del medio externo (acoso, agresiones, secuestros) redujeron o limitaron la posibilidad de que sus hijos circularan solos por su barrio y/o ciudad y, segundo, la excesiva conexión de estos niños al mundo digital.

La falta de juego fue fatal: trajo una aversión total a asumir riesgos.

Ambos factores se tradujeron en que estos niños, hoy jóvenes, disminuyeron sus interacciones en persona con sus pares y comenzaron a tener una infancia más solitaria, sedentaria y virtual. Dejaron de jugar cara a cara con otros niños y la falta de juego fue fatal: trajo una aversión total a asumir riesgos.

A medida que los miembros mayores de la Generación Z empiezan a acercarse a los 30 años, sus dificultades los están acompañando en la adultez. De acuerdo al artículo de Haidt, hay evidencia de que están teniendo menos citas, menos sexo y mostrando menos interés en tener hijos que en generaciones anteriores.

Son más proclives a vivir con sus padres y menos propensos a tener trabajos en su etapa de teenagers. A la hora de conseguir un empleo, sus supervisores relatan que es más difícil trabajar con ellos que con sus antecesores. Seguramente algo de este panorama le resonará a quienes lean esta columna. Se acordarán del estudiante en práctica que colapsó, del profesional joven que abandonó, del alumno que tiró la toalla.

O pensarán en nuestros Ninis (jóvenes que ni estudian ni trabajan) quienes tristemente nos han llevado a estar en el top 10 de esta categoría a nivel de la OCDE. Si bien esta descripción es de-salentadora, no pretende teñir de desesperanza a una generación ni desconocer sus muchos aspectos positivos (como creatividad y conciencia medioambiental).

La idea es pensar de qué manera como adultos podemos contribuir a subsanar aspectos que afectan su calidad de vida. Ayudar a un joven a superar su aversión al riesgo requiere comprensión y paciencia. Seguramente algunos necesitarán ayuda profesional, pero también hay recomendaciones sencillas que pueden servir.

La más básica es elogiar sus esfuerzos aunque no se traduzcan en logros. Preguntarle por los pasos que siguió para abordar una tarea, su motivación y sus propias impresiones sobre el proceso ayudarán a empoderarlo.

Otras sugerencias son el fomento de la mentalidad de aprendizaje, focalizándose en el proceso en lugar del resultado, y la graduación de los desafíos. También, es recomendable proporcionar apoyo emocional validando los sentimientos del joven hacia el riesgo, animarlo a a enfrentarlo positivamente y a hacer una evaluación realista de este. ¿Y en la sala de clases, donde algunos jóvenes pasan muchas horas? La resolución de problemas en grupo, con roles y responsabilidades definidos, genera un ambiente de apoyo y seguridad para asumir desafíos intelectuales.

Los debates o presentaciones sobre temas controvertidos también contribuyen. Expresar frente al curso la postura ante un tema implica la posibilidad de ser desafiado por los compañeros y permite aprender a manejar este estrés. Los juegos de rol, en los que se debe asumir un papel y actuar rápido, ayudan a tomar decisiones bajo presión y a enfrentar el riesgo en un ambiente controlado.

Por último está la autoevaluación. Después de cada actividad es positivo destinar tiempo para que los estudiantes reflexionen sobre sus experiencias y evalúen cómo se sintieron al enfrentar el riesgo. Así irán tomando conciencia de lo que son capaces.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

Premios por trayectoria y aportes al arte guatemalteco

Publicado

-

Fernando Soto, 

Director de Fomento de las Artes, Ministerio de Cultura y Deportes 

[email protected]

Guatemaltecos, cuyos nombres han trascendido las fronteras de nuestro país por su valor artístico, forman una constelación de estrellas en el firmamento del arte nacional. Nombres como Joaquín Orellana, Carlos Mérida, Efraín Recinos o Miguel Ángel Asturias, son algunas de estas figuras del arte nacional que dan renombre a Guatemala en el universo artístico. 

El Estado de Guatemala, por medio del Ministerio de Cultura y Deportes, constitucionalmente tiene la obligación primordial de proteger, fomentar y divulgar la cultura nacional y, anualmente, reconoce a los artistas por medio de la entrega de los Premios por Trayectoria y Aportes al Desarrollo del Arte.

El Estado tiene la obligaciòn de proteger, fomentar y divulgar la cultura nacional.

Marimba, teatro, danza, música, artes visuales y artes circenses son las disciplinas en las que se premia a mujeres y hombres guatemaltecos dedicados al arte nacional, enalteciendo, reconociendo y valorando a las y los guatemaltecos dedicados al quehacer artístico nacional.

Durante el año se entregan los premios a los artistas en cada una de las disciplinas en las que han destacado, contribuyendo al desarrollo del arte, ya sea por medio de la docencia, la proyección de su arte como destacado intérprete, o la labor  creadora de obras artísticas, fruto de años de dedicación y esfuerzo, sirviendo como ejemplo a las nuevas generaciones de niños y jóvenes que inician o se están formando en el arte y, a la vez, proyectando su obra creadora a la sociedad guatemalteca, dejando un legado artístico que muestra  la grandeza del arte a nivel nacional e internacional.

Educadores que transmiten a las nuevas generaciones su conocimiento y experiencia en las escuelas de arte, conservatorios o academias comunitarias que existen en el territorio nacional;  dramaturgos, compositores y coreógrafos que  plasman en su obra historias y vidas, paisajes sonoros, lenguajes corporales cadenciosos con el fin de transmitir una idea, un momento, un mensaje, un recuerdo o una realidad; músicos, actrices y actores, bailarinas y bailarines, escultores y pintores, payasos, acróbatas y magos que han dejado su vida en las tablas, en teatros, en galerías, en parques, iglesias, edificios, en festivales o en donde se pueda hacer un escenario o montar una exposición y presentar ante un público diverso y colorido el fruto de la obra creadora
individual o colectiva.

Mientras sigamos reconociendo y valorando a nuestros artistas, seguiremos llenando de estrellas el firmamento artístico de nuestra Guatemala.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

La crisis de la verdad: deepfakes y desinformación

Publicado

-

El Informe sobre Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial destaca las principales amenazas que enfrentará el mundo. Entre las más urgentes para los próximos dos años se encuentran la desinformación, los fenómenos meteorológicos extremos, la polarización social, ciberataques y los conflictos armados. 

La desinformación, entendida como información falsa difundida sin intención y como aquella creada deliberadamente para engañar, destaca como una de las amenazas más preocupantes. Dentro de este fenómeno, se incluyen las deepfakes: videos o audios generados con inteligencia artificial que imitan a personas reales diciendo o haciendo cosas que nunca ocurrieron.

No se trata solo de una amenaza tecnológica, sino también de un reto cultural.

Estas herramientas, que utilizan modelos de aprendizaje profundo para crear contenido casi indistinguible de la realidad, están ahora al alcance de cualquiera con acceso a un software básico, convirtiéndose en una poderosa arma de manipulación.

En un país como Guatemala, donde persiste la polarización política y la desconfianza en las instituciones, las deepfakes representan un riesgo enorme.

La rapidez con la que se difunde la información a través de plataformas como Facebook, WhatsApp o TikTok, sumada a la tendencia de la población a consumir información superficial sin verificarla, crea un terreno fértil para el éxito de este tipo de
manipulaciones.

Crear un deepfake no requiere de equipos sofisticados; basta con programas accesibles y suficiente material visual de la persona que se desea imitar. Casi cualquiera con intenciones maliciosas puede producir contenido para difamar a figuras públicas, marcas o influir en decisiones políticas y sociales. En un país donde muchos ciudadanos se quedan en la superficie de lo que ven o escuchan, las consecuencias  pueden ser tremendas.

Vivimos en una era de sobrecarga de información y contenido instantáneo, donde la veracidad de los hechos importa menos que las emociones que estos generan.  

Campañas de desprestigio y contenidos falsos no solo capturan la atención del público y manipulan sus percepciones, sino que también distorsionan la verdad y alimentan la polarización social, aumentando el clima de desconfianza.

A nivel global, estudios como los del MIT han demostrado que las noticias falsas y los deepfakes, se difunden más rápido y llegan más lejos que las noticias verdaderas, especialmente en el ámbito político. Esto se debe a su novedad, apariencia y a su capacidad de generar emociones fuertes como miedo, disgusto y sorpresa, haciéndolas más propensas a ser compartidas en redes sociales.  

No se trata solo de una amenaza tecnológica, sino también de un reto cultural. Las redes sociales, que surgieron como espacios para la libre expresión, hoy pueden adormecer el razonamiento crítico, convirtiendo a los usuarios en presa fácil de la manipulación. En lugar de profundizar y cuestionar, muchos se quedan en la superficie de los titulares y contenidos virales, adoptando posturas emocionales antes que basadas en hechos.

Como ciudadanos, tenemos una gran responsabilidad ante esta amenaza. No debemos consumir toda la información que nos llega sin cuestionarla. Necesitamos practicar un escepticismo saludable, fomentar la alfabetización mediática, la cultura de verificación y análisis crítico educándonos para identificar y combatir la desinformación.

Si no aprendemos a discernir entre la verdad y la manipulación, seguiremos siendo vulnerables y presas fáciles. Solo con una ciudadanía informada y crítica podremos proteger nuestro derecho a tomar decisiones .

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

Un compromiso municipal con la discapacidad

Publicado

-

Unidad de Comunicación y Relaciones Públicas
CONADI, Guatemala.

En Guatemala, se estima que 1,025,465 personas viven con al menos una dificultad, lo que equivale al 9.53% de la población total. Durante muchos años, las personas con discapacidad en nuestras comunidades han sido olvidadas y excluidas de diversos ámbitos sociales.

Este es un tema de preocupación para el Comité de Expertos de las Naciones Unidas, que, desde la ratificación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en Guatemala, ha emitido 83 observaciones y recomendaciones al Estado guatemalteco.

Las OMD representan el enlace entre las personas con discapacidad y las entidades municipales.

Para cumplir con estas recomendaciones el CONADI, cuenta con el Departamento de Servicio Nacional de Discapacidad. A través de sus delegados departamentales trabaja con organizaciones e instituciones dedicadas a las personas con discapacidad.

El objetivo es influir en la voluntad política de las autoridades para que integren la temática de discapacidad en los Planes, Programas, Proyectos y Políticas municipales.

En seguimiento a este mandato, CONADI colabora activamente en la Comisión Departamental de Discapacidad (CODEDIS) y con la Comisión Municipal de Discapacidad (COMUDIS); y a partir de la publicación del Acuerdo Gubernativo 137-23024, el pasado 2 de septiembre en el Diario Oficial, el CONADI podrá participar con voz y voto en los Consejos Departamentales de Desarrollo Urbano (CODEDES).

Estos esfuerzos buscan fomentar la participación ciudadana y crear espacios específicos para la instalación de Oficinas Municipales de Discapacidad en los municipios del país.

Hasta la fecha, se han establecido 131 Oficinas Municipales de Discapacidad (OMD) y 2 Direcciones Municipales de Discapacidad (DMD), que sirven como enlace directo entre las personas con discapacidad y sus familias en cada municipio.

Las aperturas más recientes incluyen las oficinas de Santa Catarina Mita, Jutiapa; Melchor de Mencos, Petén; Samayac, Suchitepéquez, San Rafael las Flores, Santa Rosa; Olopa y Quezaltepeque en Chiquimula; así como en Jocotenango y Pastores en Sacatepéquez.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

Directorio

  • Dirección General: Carlos Morales Monzón
  • Coordinación General de Redacción: Miguel González Moraga
  • Coordinación de Información: Mario Antonio Ramos
  • Editores: Carlos Ajanel Soberanis, Jose Pelico, Erick Campos, Katheryn Ibarra y Max Pérez
  • Página Web: Magaly Alvarado

©2024 Diario de Centro América - Todos los derechos reservados.