Comunícate con nosotros al 1590

COLUMNAS

La estrategia en el ámbito de la comunicación

Publicado

-

Patricia Orantes Alarcón 

[email protected]

El significado que se le da al término organización es amplio, donde se incluye a personas, equipos, empresas, organizaciones no gubernamentales, fundaciones, sindicatos, cámaras, asociaciones, gobiernos, iniciativas, proyectos o emprendimientos (Scheinsohn, 2011).

Este autor explica en el poder y la acción a través de la comunicación estratégica fue en el ámbito militar donde la estrategia encontró su razón de ser y donde se sistematizaron los diferentes conocimientos y métodos para su aplicación en una práctica concreta.

En este sentido, desde sus desarrollos conceptuales más antiguos de lo que se tengan información (siglos VI y V a.C.) la estrategia comporta un lenguaje que se estructura en virtud de privilegiar la noción de conflicto (real o potencial). Términos tales como intereses, medios, fines, oportunidades y menazas: en el ámbito de la estrategia cobran sentido y se dinamizan alrededor de la noción de conflicto que opera a modo de principio organizador e instaura una determinada racionalidad.

Hay que tomar en cuenta que la impronta militar de la noción de estrategia ejerce una fuerte influencia, en algunos casos determinante, sobre el resto de los ámbitos, principalmente en el de las organizaciones.

La teoría y práctica de la estrategia en comunicación estratégica trascienden la racionalidad militar. La estrategia debe alinearse con la idea de las organizaciones.

La influencia que ejerce el pensamiento militar sobre el devenir de la tradición estratégica en las teorías y prácticas estuvieron y están enraizadas, modeladas y determinadas por la racionalidad de la milicia, sea cual fuera el campo en el que se aplique, si bien dicha aplicación no siempre es pertinente, pero tampoco siempre es impertinente.

Scheinsohn también refiere que los modelos mentales se evidencian cuando dos personas observan el mismo acontecimiento y lo describen de formas diferentes. Sucede que la atención se centra en detalles distintos y se constituye en un organizador de los procesos cognitivos que determinan la manera como se piensa y se actúa.

De acuerdo con Peter Senge los modelos mentales son “supuestos hondamente arraigados, generalizaciones e imágenes de los que se tienen poca conciencia”.

Por lo tanto, estos conceptos advierten de que por la propia naturaleza del cerebro en general se tiende a rechazar todo aquello que no le resulta familiar, todo aquello que no se corresponde con lo que se está acostumbrado a pensar y hacer; esto es lo que Joel Barker llama “efecto paradigma” o “parálisis paradigmática”, un fenómeno que consiste “en ajustar la información proveniente de la realidad a la percepción que se basa en arquetipos mentales, al rechazar todo lo que no se acomoda a los paradigmas”.

En síntesis, los modelos mentales planteados por Scheinsohn (2011) son arquetipos que permiten la autoexplicación de situaciones, bloqueando todo juicio crítico o análisis racional. Cuando algo se opone a los modelos mentales, se tiende a rechazarlo, puesto que la aceptación atenta contra la manera de ver el mundo.

Estos modelos mentales no son buenos ni malos, es más, resultan de gran utilidad, ya que se necesitan para poder procesar de manera efectiva el abrumador y constante caudal de información al que cotidianamente se está expuesto, pero también es verdad que se suscita un inconveniente cuando el modelo mental presenta un grado de rigidez extrema, cuando se es incapaz de cambiarlo o adaptarlo a las circunstancias siempre cambiantes.

Se afirma, entonces, que la influencia de la racionalidad militar en el desarrollo e investigaciones de la estrategia se constituye en un modelo mental que constriñe a pautas y reglamentos, y limita a su manera de ver el mundo.

Scheinsohn refiere que los modelos mentales actúan sigilosos, pero efectivamente aun cuando se cree haber superado un determinado paradigma. 

Patricia Orantes Alarcon
Seguir leyendo

COLUMNAS

Premios por trayectoria y aportes al arte guatemalteco

Publicado

-

Fernando Soto, 

Director de Fomento de las Artes, Ministerio de Cultura y Deportes 

[email protected]

Guatemaltecos, cuyos nombres han trascendido las fronteras de nuestro país por su valor artístico, forman una constelación de estrellas en el firmamento del arte nacional. Nombres como Joaquín Orellana, Carlos Mérida, Efraín Recinos o Miguel Ángel Asturias, son algunas de estas figuras del arte nacional que dan renombre a Guatemala en el universo artístico. 

El Estado de Guatemala, por medio del Ministerio de Cultura y Deportes, constitucionalmente tiene la obligación primordial de proteger, fomentar y divulgar la cultura nacional y, anualmente, reconoce a los artistas por medio de la entrega de los Premios por Trayectoria y Aportes al Desarrollo del Arte.

El Estado tiene la obligaciòn de proteger, fomentar y divulgar la cultura nacional.

Marimba, teatro, danza, música, artes visuales y artes circenses son las disciplinas en las que se premia a mujeres y hombres guatemaltecos dedicados al arte nacional, enalteciendo, reconociendo y valorando a las y los guatemaltecos dedicados al quehacer artístico nacional.

Durante el año se entregan los premios a los artistas en cada una de las disciplinas en las que han destacado, contribuyendo al desarrollo del arte, ya sea por medio de la docencia, la proyección de su arte como destacado intérprete, o la labor  creadora de obras artísticas, fruto de años de dedicación y esfuerzo, sirviendo como ejemplo a las nuevas generaciones de niños y jóvenes que inician o se están formando en el arte y, a la vez, proyectando su obra creadora a la sociedad guatemalteca, dejando un legado artístico que muestra  la grandeza del arte a nivel nacional e internacional.

Educadores que transmiten a las nuevas generaciones su conocimiento y experiencia en las escuelas de arte, conservatorios o academias comunitarias que existen en el territorio nacional;  dramaturgos, compositores y coreógrafos que  plasman en su obra historias y vidas, paisajes sonoros, lenguajes corporales cadenciosos con el fin de transmitir una idea, un momento, un mensaje, un recuerdo o una realidad; músicos, actrices y actores, bailarinas y bailarines, escultores y pintores, payasos, acróbatas y magos que han dejado su vida en las tablas, en teatros, en galerías, en parques, iglesias, edificios, en festivales o en donde se pueda hacer un escenario o montar una exposición y presentar ante un público diverso y colorido el fruto de la obra creadora
individual o colectiva.

Mientras sigamos reconociendo y valorando a nuestros artistas, seguiremos llenando de estrellas el firmamento artístico de nuestra Guatemala.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

La crisis de la verdad: deepfakes y desinformación

Publicado

-

El Informe sobre Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial destaca las principales amenazas que enfrentará el mundo. Entre las más urgentes para los próximos dos años se encuentran la desinformación, los fenómenos meteorológicos extremos, la polarización social, ciberataques y los conflictos armados. 

La desinformación, entendida como información falsa difundida sin intención y como aquella creada deliberadamente para engañar, destaca como una de las amenazas más preocupantes. Dentro de este fenómeno, se incluyen las deepfakes: videos o audios generados con inteligencia artificial que imitan a personas reales diciendo o haciendo cosas que nunca ocurrieron.

No se trata solo de una amenaza tecnológica, sino también de un reto cultural.

Estas herramientas, que utilizan modelos de aprendizaje profundo para crear contenido casi indistinguible de la realidad, están ahora al alcance de cualquiera con acceso a un software básico, convirtiéndose en una poderosa arma de manipulación.

En un país como Guatemala, donde persiste la polarización política y la desconfianza en las instituciones, las deepfakes representan un riesgo enorme.

La rapidez con la que se difunde la información a través de plataformas como Facebook, WhatsApp o TikTok, sumada a la tendencia de la población a consumir información superficial sin verificarla, crea un terreno fértil para el éxito de este tipo de
manipulaciones.

Crear un deepfake no requiere de equipos sofisticados; basta con programas accesibles y suficiente material visual de la persona que se desea imitar. Casi cualquiera con intenciones maliciosas puede producir contenido para difamar a figuras públicas, marcas o influir en decisiones políticas y sociales. En un país donde muchos ciudadanos se quedan en la superficie de lo que ven o escuchan, las consecuencias  pueden ser tremendas.

Vivimos en una era de sobrecarga de información y contenido instantáneo, donde la veracidad de los hechos importa menos que las emociones que estos generan.  

Campañas de desprestigio y contenidos falsos no solo capturan la atención del público y manipulan sus percepciones, sino que también distorsionan la verdad y alimentan la polarización social, aumentando el clima de desconfianza.

A nivel global, estudios como los del MIT han demostrado que las noticias falsas y los deepfakes, se difunden más rápido y llegan más lejos que las noticias verdaderas, especialmente en el ámbito político. Esto se debe a su novedad, apariencia y a su capacidad de generar emociones fuertes como miedo, disgusto y sorpresa, haciéndolas más propensas a ser compartidas en redes sociales.  

No se trata solo de una amenaza tecnológica, sino también de un reto cultural. Las redes sociales, que surgieron como espacios para la libre expresión, hoy pueden adormecer el razonamiento crítico, convirtiendo a los usuarios en presa fácil de la manipulación. En lugar de profundizar y cuestionar, muchos se quedan en la superficie de los titulares y contenidos virales, adoptando posturas emocionales antes que basadas en hechos.

Como ciudadanos, tenemos una gran responsabilidad ante esta amenaza. No debemos consumir toda la información que nos llega sin cuestionarla. Necesitamos practicar un escepticismo saludable, fomentar la alfabetización mediática, la cultura de verificación y análisis crítico educándonos para identificar y combatir la desinformación.

Si no aprendemos a discernir entre la verdad y la manipulación, seguiremos siendo vulnerables y presas fáciles. Solo con una ciudadanía informada y crítica podremos proteger nuestro derecho a tomar decisiones .

Colaborador DCA
Seguir leyendo

COLUMNAS

Un compromiso municipal con la discapacidad

Publicado

-

Unidad de Comunicación y Relaciones Públicas
CONADI, Guatemala.

En Guatemala, se estima que 1,025,465 personas viven con al menos una dificultad, lo que equivale al 9.53% de la población total. Durante muchos años, las personas con discapacidad en nuestras comunidades han sido olvidadas y excluidas de diversos ámbitos sociales.

Este es un tema de preocupación para el Comité de Expertos de las Naciones Unidas, que, desde la ratificación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en Guatemala, ha emitido 83 observaciones y recomendaciones al Estado guatemalteco.

Las OMD representan el enlace entre las personas con discapacidad y las entidades municipales.

Para cumplir con estas recomendaciones el CONADI, cuenta con el Departamento de Servicio Nacional de Discapacidad. A través de sus delegados departamentales trabaja con organizaciones e instituciones dedicadas a las personas con discapacidad.

El objetivo es influir en la voluntad política de las autoridades para que integren la temática de discapacidad en los Planes, Programas, Proyectos y Políticas municipales.

En seguimiento a este mandato, CONADI colabora activamente en la Comisión Departamental de Discapacidad (CODEDIS) y con la Comisión Municipal de Discapacidad (COMUDIS); y a partir de la publicación del Acuerdo Gubernativo 137-23024, el pasado 2 de septiembre en el Diario Oficial, el CONADI podrá participar con voz y voto en los Consejos Departamentales de Desarrollo Urbano (CODEDES).

Estos esfuerzos buscan fomentar la participación ciudadana y crear espacios específicos para la instalación de Oficinas Municipales de Discapacidad en los municipios del país.

Hasta la fecha, se han establecido 131 Oficinas Municipales de Discapacidad (OMD) y 2 Direcciones Municipales de Discapacidad (DMD), que sirven como enlace directo entre las personas con discapacidad y sus familias en cada municipio.

Las aperturas más recientes incluyen las oficinas de Santa Catarina Mita, Jutiapa; Melchor de Mencos, Petén; Samayac, Suchitepéquez, San Rafael las Flores, Santa Rosa; Olopa y Quezaltepeque en Chiquimula; así como en Jocotenango y Pastores en Sacatepéquez.

Colaborador DCA
Seguir leyendo

Directorio

  • Dirección General: Carlos Morales Monzón
  • Coordinación General de Redacción: Miguel González Moraga
  • Coordinación de Información: Mario Antonio Ramos
  • Editores: Carlos Ajanel Soberanis, Jose Pelico, Erick Campos, Katheryn Ibarra y Max Pérez
  • Página Web: Magaly Alvarado

©2024 Diario de Centro América - Todos los derechos reservados.