Debemos renovar el compromiso de hacer de la ciencia una herramienta fundamental para construir sociedades más inclusivas, sostenibles y en paz.
La UNESCO, (por sus siglas en ingles) es la agencia de la ONU responsable de coordinar esfuerzos con los Estados Miembros para acercar la ciencia a la sociedad, a partir de las dimensiones éticas que su observancia y comprensión plantean. De esa cuenta, a través del Sector de Ciencias Sociales y Humanas y del Programa Manejo y Gestión de las Transformaciones Sociales (Most), promueve en el mundo procesos encaminados a mejorar la formulación de políticas públicas, mediante el reforzamiento de la relación existente entre la investigación científica y la gestión de las transformaciones sociales, desde la toma de decisiones informada y basada en la evidencia.
En este sentido, fomenta el fortalecimiento del vínculo existente entre los conocimientos teóricos, las políticas y las prácticas, recurriendo a las competencias de las ciencias sociales para configurar entre las personas actitudes y conductas que induzcan a fomentar su inclusión, y a luchar contra la discriminación y la intolerancia. Todo ello, en el marco de un proceso de investigación prospectiva, que permita atender los factores de exclusión social estructural y desarrollar una amplia gama de actividades humanas que respondan a los retos y las aspiraciones expresadas en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Hoy, como nunca antes, el mundo está inmerso en un mar de grandes incertidumbres y profundas desigualdades, las cuales impactan de manera directa a los grupos más excluidos de la sociedad (niñez, adolescencia, juventudes, mujeres, pueblos indígenas, entre otros); quienes, paradójicamente, tienen un enorme potencial, a pesar de tener un acceso limitado al disfrute de una vida humana digna en todas sus dimensiones. Situación que impone a los científicos sociales y a los tomadores de decisiones, la responsabilidad de impulsar y defender políticas públicas que hagan posible una profunda transformación de la realidad social, económica, política y cultural. Este enfoque promovido por la UNESCO, enfatiza también la necesidad de hacer un uso adecuado y responsable del conocimiento y la tecnología y, además de preguntarnos sobre las formas que utilizamos para ampliar el conocimiento.
En este contexto, cada 10 de noviembre, al celebrarse el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, debemos renovar el compromiso de hacer de la ciencia una herramienta fundamental para construir sociedades más inclusivas, sostenibles y en paz.
