COLUMNAS
La candidatura de Zury Ríos (I)
Hasta la fecha no existe ninguna otra proclamación de candidatura presidencial que la de Alejandro Giammatei, proclamada por el partido VAMOS, agrupación política que hace su primera aparición en estas elecciones, proclamación que fue hecha en binomio con Guillermo Castillo, destacado abogado y ejecutivo de probados quilates (Intecap), binomio al que hicimos referencia en la columna pasada. Para Alejandro Giammattei este será su cuarto intento por alcanzar la Presidencia, no habiendo estado nunca en ninguna de las anteriores en una segunda vuelta electoral.
Nos referiremos en esta columna a la candidatura de Zury Ríos, una candidatura sumamente válida puesto que se trata de una persona que se ha preparado adecuadamente para gobernar y ha demostrado valor, temple y buen juicio en su desempeño tanto privado como público. Su formación académica se da en la Universidad Francisco Marroquín, alumna aventajada y docente, y de alguna forma, en su propuesta política, se percibe como portaestandarte del neo liberalismo que es propugnado por esta casa de estudios. Como diputada al Congreso de la República, diputada por el desaparecido partido político FRG, se evidenció firme en sus concepciones pero, a la vez, con una mente sumamente abierta, muy sensible a los problemas de los demás y muy especialmente a los problemas de la mujer, en nuestro medio.
Su proclamación habría de darse por el partido VALOR, partido político que, con este nombre, hace su primera aparición en estas elecciones, habiendo participado con el nombre de Partido Libertador Progresista (PLP) en las elecciones de 1995 y 1999, siendo, en consecuencia, VALOR, la agrupación que la postula una de las más antiguas de la era democrática más de veinte años en la vida política, sin mancha alguna. La vieja dirigencia del partido cuyo fundador fuera Don Noé Reyes del Águila –un partido sui generis, más interesado en sus propuestas que en el triunfo electoral– y, así, sus integrantes, fue puesto en manos de Alejandro Botrán destacado líder empresarial y libertario. Figura destacada de este movimiento político, VALOR, además de Alejandro Botrán, es Lucrecia Marroquín Godoy de Palomo, destacada empresaria de la educación y educadora, fue la esposa del recordado abogado Francisco Palomo Tejeda, uno de los más destacados de nuestro foro, quien fuera asesinado. El desaparecido Eduardo Weiman notable economista fue también muy cercano a Zury Ríos, como candidata, siéndolo también el catedrático Armando de la Torre. Tanto Alejandro Botrán como Lucrecia Marroquín de Palomo, ambos con envergadura incluso de orden presidencial, podrían ser sus compañeros de fórmula pero, de igual manera, podría serlo alguien ajeno a su visible círculo cercano.
Hasta la fecha no existe proclamación y toda especulación sobre el binomio es necesariamente aventurada, existiendo incluso la posibilidad de entendimiento, al parecer, con otras agrupaciones políticas como el Partido Unionista partido del que fuera el expresidente y alcalde (cinco veces alcalde) Álvaro Arzú, su máximo exponente. Se especuló sobre un posible proyecto común Zury Ríos-Alejandro Giammattei pero, al parecer, no fue posible. La propuesta electoral –lo que quiere hacer Zury Ríos como Presidenta y cómo ligará a alcanzar lo que proponga– al igual que las otras propuestas políticas habremos de conocerlas tal el absurdo de las reformas realizadas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (Ley que debería llamarse Ley Constitucional Electoral o Ley Electoral, sobrando la referencia a los partidos políticos, como que si fueran estos las únicas agrupaciones electorales, en desmedro de los comités cívicos), reformas absurdas y absurdo el concepto de campaña anticipada, sujeta su aplicación a la arbitrariedad de los burócratas.
No será sino hasta después de la convocatoria e incluso bastante después de esta (hasta 90 días antes de las elecciones) que podrán promocionarse candidatos y propuestas ¡Es el colmo! Libres del peligro de que, por hacer “campaña anticipada” se les pudiera excluir del proceso electoral. ¿Y queremos así, con tales limitaciones, que se pueda desarrollar una verdadera democracia? Parecería que nuestra legislación electoral surgiera de ocurrencias bajo el efecto de las drogas: absurdas prohibiciones que hacen a la burocracia electoral la protagonista de nuestro proceso político (candidatos y propuesta políticas, platos de segunda mesa, como que si lo instrumental fuera lo importante y no lo sustantivo…).
El absurdo de absurdos es que no bastando a las autoridades electorales las pésimas ocurrencias que se ven obligadas a aplicar como leyes, adicionan ocurrencias propias como la pactada con la CICIG, entrometida esta en asuntos que no le corresponden, en la carta de entendimiento celebrada entre esta y el TSE, carta de entendimiento en la que el Tribunal Supremo Electoral se arroga –inconstitucionalmente– la potestad de formar cívicamente a los guatemaltecos, como que si lo cívico se limitase ¡Por favor, vaya miopía! tan solo a lo electoral. La formación cívica corresponde al Ministerio de Educación Pública y no al Tribunal Supremo Electoral, siendo lo electoral una simple parte –incluso minúscula– de lo cívico, única parte en la que el TSE podría tener alguna competencia.
La tergiversación de conceptos y funciones es una de las razones que determinan la Torre de Babel en la que estamos. Pero vuelvo al tema central de esta columna, la candidatura de Zury Ríos, candidata que, reitero, goza de la suficiente formación académica –se formó para gobernar– así como de comprobados valor, buen juicio y firmeza, cualidades a las que se hace preciso adicionar –no menos importantes– su amor y consecuencia filiales, hija de Jose Efraín Ríos Montt y de María Teresa Sosa Ávila de Ríos, ambos recientemente fallecidos, su padre, Presidente de la República, tras integrar la Junta Militar de Gobierno (golpe de Estado del 23 de marzo de 1982 que puso fin al orden constitucional establecido por la Constitución de 1965: golpe que alteró el citado orden constitucional) y –posteriormente– ya en el orden constitucional establecido por la Constitución de 1985 –cuatro años consecutivos presidente del Congreso de la República y candidato presidencial en las elecciones de 2003, elecciones en las que fuera aventajado, en ese orden, por Oscar Berger y Álvaro Colom. (En las elecciones de 1990 se le impidió su inscripción como candidato) el partido que buscó postularle, FRG, participó sin candidato presidencial lo que favoreció el triunfo de Jorge Serrano y, nuevamente, se le impidió hacerlo en las de 1995, habiendo sido sustituido en la candidatura por Alfonso Portillo, candidatura que volvió a repetirse en 1999, evento en el que se alzó con el triunfo.
Continuará…
COLUMNAS
¡Lengua de Señas, mi identidad!
Consejo Editorial Conadi
En nuestro país, hay un grupo de personas que por medio de señas, por años han demandado las mismas oportunidades en igualdad de condiciones, como lo indica la Convención de Naciones Unidas Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, instrumento adoptado por el Estado de Guatemala.
En su articulado hace referencia a los derechos fundamentales de toda persona con esta condición, dentro de estos destaca la igualdad y la no discriminación. Ante ello, el Consejo Nacional para la Atención de las Personas con Discapacidad (Conadi) incidió ante el Congreso de la República la aprobación del Decreto 03-2020, ley que reconoce y aprueba la Lengua de Señas de Guatemala como el medio de comunicación propia de las personas sordas y sordociegas; además, rige el cumplimiento al derecho a la comunicación a través de la inclusión de intérprete de lengua de señas.
Este Decreto también declara el 23 de septiembre como el Día Nacional de la Lengua de Señas, en este 2023, se cumple el tercer año de conmemoración y de promover la inclusión de las personas sordas, que según la Unidad de Lengua de Señas del Conadi viven cerca de 361 mil guatemaltecos con alguna dificultad para escuchar.
En este 2023, se cumple el tercer año de conmemoración y de promover la inclusión de las personas sordas. Cerca de 361 mil guatemaltecos con alguna dificultad para escuchar.
Para este año, se promueve el lema Lengua de Señas, mi identidadcon el objetivo de resaltar el reconocimiento del uso y fomento de la Lensegua como el idioma oficial de la comunidad sorda.
Como compromiso social, todos y todas deberíamos aprender la lengua de señas para poder comunicarnos con las personas sordas que sin duda también tienen mucho que darnos a conocer. No obstante, mientras aprendemos la lengua de señas, también podemos interesarnos por conocer a esta población que forman parte de la comunidad e informarlos sobre los programas de inclusión.
El Conadi hace el llamado para que todos nos unamos en apoyar y proteger la identidad lingüística y la diversidad cultural de las personas sordas, y como ente coordinador y asesor en la temática de discapacidad promueve la inclusión de todas las personas con discapacidad en la sociedad.
COLUMNAS
Equidad y gestión de riesgo a desastres
Ana Leticia Aguilar Theissen
Secretaria Presidencial de la Mujer
Referirse a la gestión de riesgo en un país como Guatemala, con una alta vulnerabilidad y propensión a la manifestación de múltiples amenazas, hace imprescindible iniciar con una reflexión respecto a la gobernanza de la problemática, dados los escenarios y capacidades, que tienen las instituciones públicas en general, de anticiparse, responder y recuperarse.
El Plan Nacional de Desarrollo K´atun Nuestra Guatemala 2032 plantea una serie de desafíos vinculados con debilidades institucionales, escasez de recursos y capacidades necesarias para abordar la gestión de riesgo en el antes, durante y después de la ocurrencia de un evento natural, socio natural o antrópico.
Al igual que con la equidad, considera la gestión de riesgo como un elemento transversal, que permite construir capacidades de resiliencia en las instituciones y en especial en la sociedad.
El propósito es generar conocimiento, identificar intervenciones y asignar recursos para abordar las causas y efectos de los fenómenos de manera integral, en la lógica que la equidad entre hombres y mujeres, así como la gestión de riesgo, deben ser asumidos como funciones del desarrollo.
El propósito es generar conocimiento, identificar intervenciones y asignar recursos.
Para el Estado y sus instituciones, la incorporación de esta noción en los procesos con los que se conducen el país y el desarrollo representan un enorme desafío en materia de la incorporación de acciones, medidas y normativas en el conjunto de políticas públicas, así como en los procesos institucionales previstos para la planificación, programación, presupuesto e inversión; de manera que las brechas de inequidad se puedan establecer y focalizar de manera cualitativa y cuantitativa, en los instrumentos y mecanismos políticos, técnicos y sociales, para una buena coordinación de las intervenciones públicas.
Ello redundará en la generación de capacidades de resiliencia de las niñas, jóvenes, mujeres adultas y adultas mayores y por su condición de ubicación, cultura y condiciones económicas.
Implica introducir cambios para contar con las mismas opciones y facilidades de acceso al bienestar de todas las personas, reconociendo que las mujeres, adolescentes y niñas rurales o ubicadas en zonas urbano-marginales, indígenas o con algún tipo de discapacidad, son el grupo que presenta mayor vulnerabilidad.
Desde el enfoque de sostenibilidad, promovemos condiciones que le permitan a la sociedad, la familia y las mujeres en particular, el despliegue al máximo de su potencial, propiciando una vida productiva y creativa de acuerdo con sus intereses y necesidades.
COLUMNAS
Historia de la comunicación en las organizaciones
Patricia Orantes Alarcón
La segunda mitad del siglo XX ha sido, con toda certeza, la etapa en la historia de la humanidad que mayores cambios ha experimentado, tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo, y con profundas repercusiones en la sociedad mundial. El comienzo del nuevo siglo aceleró los cambios y los avances tecnológicos (Rebeil, 2006).
Asimismo, refiere que precisamente al despuntar la segunda mitad del siglo pasado, la comunicación aparece como una disciplina que empieza a ser tomada en cuenta en las organizaciones, aunque de forma muy incipiente, ya que sería a partir de la década de los años setenta cuando se le adopta de forma definitiva, sobre todo en Norteamérica.
Rebeil expone que, en el caso de México, algunos de los más grandes e importantes corporativos (transnacionales), replican los diseños estructurales de sus oficinas matrices, donde vieron al comunicador en un rol de hacedor de medios y organizador de múltiples eventos, sin que necesariamente toda esta actividad estuviera concatenada a un esfuerzo estratégico a través de la que se apoyara formalmente los objetivos de negocio de la organización.
Es la visión integral la que permite al comunicador tener una mayor comprensión de los procesos de cambio y apoya el logro de las metas de la comunicación en una entidad.
La riqueza de los medios utilizados determinaba en muchos casos el buen hacer comunicativo.
Por otra parte, la globalización ha dado paso a una revolución en las comunicaciones y en la forma de comunicarse, lo que ha significado profundos cambios en la vida de las empresas. Las comunicaciones se han orientado cada vez más a los mercados, a los clientes y a la atención que le dan a estos, así como a las comunidades con las que tienen relaciones que no son
necesariamente negocios.
Esto también es abordado por Rodríguez y Opazo (2009, Pág. 14), ya que en el mundo globalizado actual resulta fundamental contar con múltiples medios para informarse de todo lo que ocurre en la empresa; por lo que la comunicación es un elemento central del entorno.
En este sentido, la comunicación permite coordinar las acciones, transmitir información para la toma de decisiones y distribuir las actividades resultantes entre los que deberán ejecutarlas. Por lo tanto, la ineficiencia organizacional es redefinida como ineficiencia comunicativa.
De acuerdo con Rebeil, en el entorno exterior es en el que se da una enorme cantidad de variaciones, la capacidad de comunicar el cambio ha sido definida como un atributo esencial en el liderazgo de las organizaciones.
La alta dirección de las empresas ha comprendido que los cambios se generan, en primera instancia, a través de los ejecutivos y entender el rol que estos deben capacitarse y actualizarse de manera permanente, y entender la función que deben desempeñar como comunicadores.
Las relaciones públicas en las organizaciones o empresas se ocupan de las relaciones de una institución, holding o colectivo determinado, con sus distintos públicos, para la visibilidad y consecución de unos objetivos previamente fijados las relaciones públicas, por tanto, son una parte indispensable en la dirección de cualquier entidad que se precie (Barquero, 2010).
Durante la última década del siglo XXI, la comunicación se ha logrado establecer como un elemento crítico de los proyectos de cambio que surgen en las organizaciones, que suelen ser de gran complejidad y decisivos para la consecución de los objetivos trazados, lo cual explica por qué en la actualidad la importancia de la comunicación en las organizaciones va en aumento, al ser apoyada en su instrumentación.
Al hablar de la evolución que ha experimentado la comunicación organizacional en las últimas décadas, se atribuyó una importancia especial al hecho de que el especialista en comunicación debe continuar su cambio al pasar de un rol reactivo a otro estratégico.
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