Luego de recibir las obras de remodelación en la cárcel El Infiernito, el ministro de Gobernación (Mingob), Francisco Jiménez, detalló las medidas de seguridad adicionales que se implementarán para el resguardo de los privados de libertad.
En una entrevista en el programa de radio Con Criterio, el funcionario señaló que además de la operación de escáneres corporales y de objetos, los visitantes serán revisados por el binomio K-9, a fin de evitar el ingreso de productos ilícitos.
También reveló que dentro del centro carcelario se instalarán cámaras de vigilancia, así como la carencia de tomacorrientes para prevenir que los presidiarios recarguen celulares.
“No son las mismas normas de orden que existen en otras prisiones”, recalcó Jiménez. Si bien indicó que habrá bartolinas casi individuales, que serán utilizadas para personas que causen problemas dentro del penal o para los catalogados de alta peligrosidad, se habilitará espacios para albergar hasta 40 internos por cuadra.
Otras acciones
El ministro manifestó que el área administrativa quedará separada de donde pernoctan los reclusos, con el objetivo de evitar el contacto entre ellos y prevenir hechos de corrupción.
En cuanto al perfil de los 250 condenados que serán enviados a este lugar, el jefe del Mingob adelantó que esto será el resultado de un trabajo intensivo de inteligencia, con el cual se identificará a quienes tienen un alto impacto en temas de extorsión y sicariato en las calles. Consideró que al tener bajo control a este segmento, la incidencia en las acciones criminales afuera tendrá una disminución significativa.
Jiménez añadió que el objetivo es volver a otorgarle la categoría de presidio de máxima seguridad que se le dio en los años 70, cuando el centro fue edificado.